El prolífico Patrice Leconte, artífice de obras como El marido de la peluquera (1990) o La viuda de Saint-Pierre (2000) sigue la misma estrategia de Woody Allen: hacer tantas películas que ningún tropezón sea tomado demasiado en serio. La última, La promesa (2013), fue nefastamente recibida, pero el cineasta francés ya está de vuelta con Une heure de tranquillité, fiel adaptación de la obra teatral de Florian Zeller. Se trata de la historia de un entusiasta del jazz cuyos intentos de encontrar paz se ven afectados por todos los que lo rodean: una esposa habladora, un vecino pesado, una amante ávida de atención y un hijo inesperado. Así, lo que podría haber sido una dulce mañana escuchando música en el sofá, se convierte en una auténtica pesadilla, haciendo brotar la comedia exagerada en la línea de clásicos franceses como La cena de los idiotas (1998). Protagonizada por Christian Clavier (el Astérix de las espantosas cintas de acción real de Astérix y Obélix), a quien acompañan Carole Bouquet y nuestra Rossy de Palma, la cinta no parece aportar nada nuevo ni tener grandes aspiraciones al margen de despertar un par de carcajadas. El 31 de diciembre llegó a las salas francesas.
Francia, 2014, Une heure de tranquilité. Dirección: Patrice Leconte. Guion: Patrice Leconte. Productora: Fidélité Films. Música: Éric Neveux. Fotografía: Jean-Marie Dreujou. Reparto: Christian Clavier, Carole Bouquet, Rossy de Palma, Valérie Bonneton, Stéphane De Groodt, Sébastien Castro. Duración: 79 minutos.
Juan Roures
Redacción Madrid