El hasta ahora mediocre Rick Famuyiwa, director de Colegas (1999), Brown Sugar (2002) y La boda de mi familia (2010), llega a la Sección Oficial del Festival de Sundance con una película refrescantemente distinta e inusualmente prometedora. La producción de Dope corre a cargo del oscarizado actor Forest Whitaker, cuya Fruitvale Station (Ryan Coogler, 2013) triunfó en el mismo certamen hace dos años, al alzarse, tanto con el galardón a mejor película, como con el premio del público. Ambientada en la ciudad natal del realizador (la californiana Inglewood, donde ya rodó su primera obra hace quince años), Dope muestra a tres jóvenes que, mientras preparan sus solicitudes de universidad, se ven involucrados en el comercio de drogas, transformando su ‘frikismo’ en absurda popularidad. El prometedor Shameik Moore encabeza el joven reparto acompañado de Tony Revolori (nominado al Critics Choice a ‘mejor intérprete joven’ por El gran hotel Budapest, 2014) y Kiersey Clemons (lo mejor de la denostada Transparent, 2014-). Sus alocadas andanzas son filmadas con enérgico ritmo por la cámara de Rachel Morrison, quien también trabajó en la mencionada Fruitvale Station, así como en la reciente Cake (2014). Bien acompañada de las vibrantes canciones de Pharrell Williams (nominado al Óscar por la canción más popular del año pasado, “Happy”), Dope supone una divertida e inteligente revisión de la clásica historia de la juventud necesitada de una situación extraordinaria para encontrarse a sí misma. A su paso por Sundance, ya ha despertado unas cuantas carcajadas.
Juan Roures
Redacción Madrid