Cuando se anunció que Guillermo del Toro dirigiría la adaptación cinematográfica de El Hobbit, los innumerables fans de la obra de Tolkien no supimos qué pensar. Sin embargo, cuando Peter Jackson se puso al mando del proyecto y volvió a contar con Philippa Boyens y Fran Walsh como coguionistas, Andrew Lesnie como director de fotografía, Howard Shore como compositor —todos ellos culpables del éxito de El Señor de los Anillos (2001-2003)— respiramos aliviados. Además, los efectos especiales estarían de nuevo a cargo de Weta Digital y el reparto de la trilogía original retomaría su papel (entre ellos, Ian McKellen, Cate Blanchett, Orlando Bloom y Christopher Lee, acompañando a Martin Freeman —el fiel Watson de la serie Sherlock— como el personaje del título). ¿Qué podía ir mal? Pues, lamentablemente, casi todo. Porque durante la década transcurrida entre sus dos adaptaciones de la obra de Tolkien, el cineasta neozelandés ha resbalado, tanto con King Kong (2005), como con The Lovely Bones (2009). Porque Jackson ya no es el creador independiente que luchó por levantar lo que parecía imposible. Los tiempos de Criaturas celestiales (1994) y Agárrame esos fantasmas (1996) han quedado atrás. Ahora él sabe lo que es el éxito y es un experto en superproducciones. Y eso se nota.
Y es que, por desgracia, en este caso la experiencia no ha sido la madre de la ciencia. El Señor de los Anillos era un proyecto colosal creado con cariño independiente. Ahí residía la magia. El Hobbit: un viaje inesperado (2012) y El Hobbit: la desolación de Smaug (2013) no se han acercado siquiera a tal magnífico proyecto. Porque ambas caen en los mismos errores cometidos por la mayoría de producciones megalómanas; donde El Señor de los Anillos ofrecía efectos especiales impresionantes pero increíblemente humanos, El Hobbit crea una estética cercana al videojuego; donde El Señor de los Anillos nos regalaba una historia que nos hacía olvidar que se trataba de fantasía, El Hobbit contiene los típicos fallos de guion que nos hacen preguntarnos cómo es posible que nadie los corrigiera antes del estreno. Mucho se ha criticado la prolongación de este pequeño libro en tres films, pero el problema no reside ahí, ya que la obra de Tolkien contiene material de sobra para hacer tantas películas como se desee. Y todas ellas serían obras maestras si mantuvieran la esencia de El Señor de los Anillos, la cual no aparece en los dos films estrenados de El Hobbit.
Dicho esto, El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos (The Hobbit: The Battle of the Five Armies) promete, al menos viendo el tráiler, concluir la trilogía con la misma dignidad que lo hizo El retorno del rey (2003) con El Señor de los Anillos. Esta vez no lloverán los Oscars (aunque sí caerá alguna nominación en apartados técnicos), pero este avance al menos garantiza mayor profundidad de personajes y tramas. Afortunadamente, no hay en él un solo chiste, pues el foco se ha puesto en el emotivo dramatismo del final del viaje. De hecho, esta película no es solo la cumbre de una cuestionable trilogía, sino la conclusión cinematográfica de la obra de Tolkien (ya que, a menos que Terrence Malick esté interesado, es improbable que El Silmarillion dé el salto al cine por ahora). No conviene olvidar que, pese a la lluvia de críticas que esta trilogía está levantando, sigue tratándose de un gran ejemplo de cine fantástico, cargado de acción bien desarrollada, diálogos bien interpretados y una ambientación de lujo. Está a años luz de El señor de los anillos, sí, pero muy por encima de la mayoría de muescas del género. Por eso, pese a todo, El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos sigue siendo una de las películas más esperadas del año. Hay que confiar ciegamente en que superará a sus predecesoras. El 17 de diciembre pondremos fin a las incógnitas.
Tráileres en castellano y en versión original subtitulada
Estados Unidos, 2014, The Hobbit: The Battle of the Five Armies. Dirección: Peter Jackson. Guion: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh, Guillermo del Toro. Productoras: Metro-Goldwyn-Mayer, New Line Cinema, WingNut Films. Música: Howard Shore. Fotografía: Andrew Lesnie. Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Luke Evans, James Nesbitt, Aidan Turner, Orlando Bloom, Evangeline Lilly, Ken Stott, Graham McTavish, Jed Brophy, Cate Blanchett, Stephen Hunter, Hugo Weaving, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Lee Pace, Billy Connolly, Christopher Lee, Stephen Fry, Ryan Gage, Ian Holm, Sylvester McCoy, Manu Bennett. Duración: 205 minutos.
Juan Roures
Redacción Madrid