El turno de Dell
crítica a Test of Strengh (4x07) | American Horror Story: Freak Show.
FX | EE.UU, 2014. Director: Anthony Hemingway. Guión: Crystal Liu. Creadores: Ryan Murphy & Brad Falchuk. Reparto: Sarah Paulson, Evan Peters, Michael Chiklis, Frances Conroy, Denis O´Hare, Emma Roberts, Finn Wittrock, Angela Bassett, Kathy Bates, Jessica Lange, Naomi Grossman, Grace Gummer, Lee Tergesen, Celia Weston, Jyoti Amge, Erika Ervin, Mat Fraser, Rose Siggins. Fotografía: Michael Goi. Música: Mac Quayle.
Test of strength supone una mejora respecto al capítulo anterior, pero acaba por no ser un episodio especialmente memorable, y eso que pasan muchas cosas. Siguiendo con la narrativa de centrarse más en un personaje por capítulo, esta séptima entrega de Freak show tiene a Dell, el Forzudo, como personaje prominente, aunque no olvida los tejemanejes de Elsa en su empeño de eliminar a las siamesas Tattler de su camino. Los guionistas están obcecados en marear la perdiz con esta subtrama, así como el ansia de Dot de operarse para ser una persona independiente, por muy demencial que sea esto para la cirugía de 1952. Que se lo digan a la pobre Desiree, cuyo cirujano ha muerto tras el encuentro con Dell. Sin sus manos de médico, ¿por qué seguir viviendo? El gran problema del episodio es que las tramas se demoran deliberadamente, quizá la única forma de sostener la débil coartada de Stanley y anticipar la llegada de Regina en busca de su madre Dora, recordemos asesinada por Dandy.
Casi como un carnaval de la crueldad, este episodio traerá la muerte de un personaje muy querido por todos y la venganza de un padre perturbado. Las apariencias lo son todo, y este lema motiva dos actos de feroz sadismo. A saber, el padre de Penny no va a tolerar que el comportamiento de su hija se asocie a su nombre, así que contrata a un tatuador, droga a la chica y la marca contra su voluntad hasta dejarla irreconocible, además de crearle una lengua bífida. Ahora Penny es un reptil casi literalmente, y puede volver al circo donde tan bien lo pasa. Nadie gana a sádicos a estos guionistas. Y si quedaba duda de ello, está la muerte de Ma Petite, incómoda por la vulnerabilidad de Jyoti Amge y la brutalidad del momento. ¿Quién la mata? Dell, que es descubierto en el bar gay por Stanley, como el espectador podría haber adivinado que iba a pasar tarde o temprano, con el consiguiente chantaje del estafador. Dell trata primero de matar a Eve, pero la gigantesca mujer le da una paliza que el público jalea con emoción. Es un poco absurdo pensar que Eve era la mejor opción para llevarse el cadáver discreta y fácilmente, pero es evidente que los guionistas necesitaban que el primer intento saliera mal para que Ethel y las mujeres del grupo quisieran aplicar su propia ley. Si tratas de matar a uno de nosotros, serás el próximo en morir.
Esto da lugar a una de las partes más interesantes del capítulo: una noche de borrachera entre Dell y Jimmy, que empieza como una estrategema del Forzudo para matar al joven por sus singulares manos y acaba por ser una velada de revelaciones. El joven confiesa saber quién es Dell, ya que parece que sus abuelos y bisabuelos paternos tenían su misma peculiaridad genética. La nueva situación impide a Dell hacer lo que quería, y no solo va a acabar más unido a Jimmy que nunca, sino que va a tener que matar a la mujer más pequeña del mundo para evitar que Stanley cuente su secreto. Le da un abrazo tan fuerte que le parte el espinazo. Terrible. Hablando de secretos, el de Dandy puede estar pronto a desvelarse, ya que un desliz de Bette hace que Jimmy sospeche sobre la historia que el joven Mott cuenta, que él salvó a los secuestrados por Twisty. Dandy y Gloria solo tienen una escena en estos 45 minutos de metraje, retomando el cliffhanger que cerró Bullseye, con la visita de Jimmy en busca de Bette y Dot. Las hermanas se van para poder tener algo para chantajear a Elsa. Resulta de lo más divertido ver el cambio de look de Bette –ahora rubia y hasta arriba de laca– en su nueva personalidad de comediante, aunque su hermana solo piensa en poder operarse.
¿Y dónde encaja Elsa en esto? Pues al compartir sus problemas con su agente, éste sugiere matar a las chicas, y así librarse de la competencia (y tener una monstruosidad que llevar al museo). Ethel lo escucha todo mientras se acerca a servir el postre, sin ser vista con agente y cliente. Este momento es tan vergonzoso, el viejo truco de oír un secreto de esa forma, que mejor ni comentarlo en exceso. Enésimo ejemplo de escritura perezosa, de encaje de un puzle a puñetazos. Por tanto, lo mejor del capítulo es el inquebrantable compromiso del reparto a la causa, ya que nunca ponen el piloto automático aunque el material dado sea tan frágil a veces. Eso, y el nuevo número musical anacrónico. Tras Life on Mars y Gods and monsters, cantados por Jessica Lange; y Criminal, cantada por Sarah Paulson, llega Come as you were, de Nirvana, que Evan Peters canta como imposición para Elsa. Esto es, antes de que Jimmy pierda su ventaja contra la alemana. Casi todos los personajes tienen intenciones ocultas, lo cual acaba siendo un poco agotador como espectador. Y después de este capítulo, más de uno tendrá remordimientos. Paul de la nueva apariencia de Penny; Dell de hacer las cosas terribles que hace; y Maggie porque no destapar la verdad sobre Stanley y ella se está cobrando víctimas. | ★★★★★ |
Adrián González Viña
redacción Sevilla
