Cine a ritmo de jazz
Crónica de la segunda jornada de la 59ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid
Inmersión completa en el festival, primeras ojeras que empiezan a vislumbrarse entre los peatones que madrugadores se acercan venciendo a Morfeo hasta el Teatro Calderón. Por lo menos no hace frío, dice uno, y tiene razón. Gracias cambio climático. Este verano que está durando más de la cuenta deja opción de manga corta y terracita. Porque solo así se luce bien el perfil intelectual que todos tenemos oculto y algunos parecen llevar tatuado, ya saben: tabaco de liar, cañita recién puesta (susceptible de cambio por un cortado dependiendo de la hora) y la guía de programación del festival apropiadamente subrayada. La magia que hace que durante una semana todo el mundo haga cola y hable de una película que el resto del año permanecería invisible. Y ahora tiremos de tópicos, porque los señores programadores no son tontos, y digamos que para empezar el primer domingo sin que nadie se duerma en la butaca con la resaca del día anterior es mejor una cinta americana que un drama kazajo. Objetivo cumplido por la primera proyección del día, la excelente Whiplash. ¿El resto? La croata Kauboji, las francesas Marie Heurtin y Diplomatie, y la australiana Galore. Vamos con las reseñas.
Whiplash (Damien Chazelle, 2014)
Si uno observa las distintas programaciones que un festival como Seminci tiene a lo largo de los años, puede deducir con facilidad los patrones que se repiten edición a edición: la película asiática de director consagrado, los debuts cinematográficos de Europa del este, la obra de gran calidad que estuvo en Cannes pero no ganó nada y viene a ver si pesca algo (ejem… Dardenne…) y, cómo no, la favorita, ya saben, esa cinta americana independiente que reventó Sundance y que aparece para ganar un premio del público fácil y sencillo. Pronóstico claro, una vez más, al que este año apunta Whiplash, la historia de un joven batería de jazz cuyo único sueño es triunfar y pasar a la historia como uno de los grandes, como Charlie Parker, Miles Davis o Louis Armstrong. La narrativa está estructurada desde el punto de vista del joven y de tensa relación que mantiene con su profesor, un J. K. Simmons que nunca había estado tan bien (porque nunca había tenido un papel tan bueno) y que es todo un reflejo musical de aquel Sargento Mayor Hartman de La chaqueta metálica. Una fuerza dictatorial que siente el deber de llevar a sus alumnos hasta el límite (incluso físico) para sacar de ellos el máximo potencial. Así, la obra indaga en la búsqueda del éxito y del alto precio de éste, en la frustración y en la soledad, en la renuncia a una felicidad instantánea por una incierta felicidad futura, motivos que hacen que sea fácil la conexión con el cine de obsesiones de Aronofsky (Cisne negro o El luchador como mejores ejemplos), al cual, además, recuerdan los primerísimos planos de detalles de los músicos y sus instrumentos.
Whiplash, hay que decirlo, es una gran película que ningún amante del jazz se debería perder. Sin embargo, a pesar de sus enormes virtudes, basadas en una técnica impecable y en un profundo conocimiento del montaje, que es impresionante, la cinta carece de esos pequeños aportes que la acercarían a la perfección. Errores que la propuesta arrastra desde el guión, mostrándonos un enfoque ya visto entre la relación profesor duro y exigente y alumnado bueno y soñador; o no desarrollando lo suficiente la relación de pareja, la cual pierde la importancia que tiene al comienzo del filme con una elipsis que obviando todas las tensiones ofrece una solución que no acaba de satisfacer y que da la sensación de que la subtrama existe para rellenar metraje. Detalles que son obviados gracias a su magnetismo. Con una escena final inmejorable, inolvidable. | ★★★★★ |
Estados Unidos, 2014, Whiplash. Dirección y guión: Damien Chazelle. Productoras: Bold Films, Blumhouse Productions, Exile Entertainment, Right of Way Film. Intérpretes: Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair, Kavita Patil, Michael D. Cohen. Fotografía: Sharone Meir. Montaje: Tom Cross. Música Justin Hurwitz. Duración 105’. SECCIÓN OFICIAL.
Kauboji (Tomislav Mršić, 2013)
Vaya por delante que la sección Punto de Encuentro, centrada en directores que estrenan su primera o segunda película, es como una pequeña caja de la que uno nunca sabe muy bien qué es lo que va a sacar. La lástima es la previsibilidad que, a menudo, caracterizan a este tipo de filmes, que se pierden en convencionalidades antes que intentar romper lo establecido con el atrevimiento el novato. Pues bien, la croata Kauboji es en este sentido una película ciertamente rara, una comedia imperfecta pero con un tremendo encanto. Narra la humilde historia de Sasa, un conocido director teatral que regresa a su localidad natal para reabrir un teatro en el que montará un western con actores aficionados. Es la construcción de estos personajes tan extravagantes y coenianos la que sostiene una trama fina, ligera, casi inexistente, pues a medida que avanza el metraje vemos como la historia queda prácticamente reducida a un conjunto de ensayos, preparaciones y discusiones, que a golpe de gag, alguno físico, pero la mayoría de un ingenioso humor, mantiene una firme conexión con el público. Espíritu gamberro que es apartado en su último tercio, quizás de manera poco coherente, por un twist dramático que involucra a su protagonista. Una línea argumental que más allá de proporcionar un par de buenas ocurrencias entorpece la construcción del relato. Un trabajo interesante, pese a todo. Veremos que piensa el académico americano ya que Kauboji representará a Croacia en la próxima edición de los Óscar. | ★★★★★ |
Croacia, 2013, Kauboji. Dirección y Guión: Tomislav Mršić. Productora: Kabinet, HRT. Intérpretes: Sasa Anočić, Zivko Anočić, Matija Antolić, Hrvoje Barišić, Ana Begic, Niksa Butijer, Nina Erak-Svrtan, Kruno Klabučar. Fotografía: Predrag Dubravcic, en color. Montaje: Hrvoje Mrsic. Música: Damir Martinovic, Ivanka Mazurkijevic. Duración 104’. PUNTO DE ENCUENTRO.
La historia de Marie Heurtin (Jean-Pierre Améris, 2014)
Quizás, los habituales de la Seminci recordarán hace un par de ediciones, dentro del ciclo de cine Indio, la película Black, obra bollywoodiense centrada en la historia de una joven ciega y sorda y su proceso de aprendizaje gracias a un sabio e irónico maestro. Pues bien, está Marie Heurtin cuenta una historia parecida, al parecer basada en hechos reales ocurridos a finales del siglo XIX en Francia. Seguimos aquí a una joven adolescente que es ingresada por sus padres en un instituto regentado por monjas que se ocupan de mujeres sordas. Allí conocerá a Marguerite, quién sintiendo una enorme responsabilidad y un llamamiento divino, dejará de lado su propia enfermedad para encargarse de iluminar la oscuridad en la que la joven habita, transformando al animalillo asustado que le entrega su padre en una joven inteligente y curiosa.
La cinta es pretendidamente sensible, tal vez demasiado en algunos tramos que no esconden una manipulación emocional en el espectador. Pero si hay algo que no se le puede reprochar es que no sea coherente en centrarse en el sujeto que padece el sufrimiento del otro. Primero, con la joven monja que desespera intentando encauzar a la joven ciega; segundo, en el tramo final, cuando la chica, ya consciente de todo el sacrificio anterior, toma cuidado de su tutora debilitada por la enfermedad. Una buen largometraje que tiene como partes fuertes un guión sólido, una elegante fotografía y unas interpretaciones, especialmente la de la joven protagonista, dignas de elogio. Y a la que, quizás, sólo se le pueda reprochar falta de personalidad, dando la sensación de producto manufacturado sin firma autoral definida. | ★★★★★ |
Francia, 2014, Marie Heurtin. Dirección: Jean-Pierre Améris. Guion: Jean-Pierre Améris, Philippe Blasband. Productoras: Escazal Films, France 3 Cinéma, Rhône-Alpes Cinéma. Intérpretes: Isabelle Carré, Ariana Rivoire, Brigitte Catillon, Noémie Churlet, Laure Duthilleul, Gilles Treton, Martine Gautier, Patricia Legran. Fotografía: Virginie Saint-Martin, en color: Montaje: Anne Souriau. Música: Sonia Wieder-Atherton. Duración: 95'. SECCIÓN OFICIAL.
Diplomacia (Diplomatie, Volker Schlöndorff, 2014)
La propuesta fuerte del día llegaba de la mano del simpático director Volker Schlöndorff, ganador de la Palma de Oro y del Óscar a mejor película extranjera por su adaptación de la novela de Günter Grass El tambor de hojalata, quien presentó la cinta enfundado en la camiseta del festival y agradeciendo a “Javier Angilo” entre risas del público asistente, su presencia en el certamen. Diplomatie rescata la historia de la última noche de la ocupación de París por parte de las fuerzas alemanas en agosto del 44, momento en el que, por órdenes de Hitler, la capital gala fue envuelta en explosivos que debían acabar con sus cimientos. El texto, con fuerte influjo teatral, relata esas fatídicas horas previas al amanecer dentro del despacho del general Von Choltitz, encargado de ejecutar el plan, y la incómoda visita por parte de Raoul Nordling, cónsul general sueco de Paris, quién se presenta con la intención de detener la catástrofe.
Resulta interesante comprobar el resultado de un juego interpretativo perfectamente llevado a cabo por la pareja protagonista, los estupendos André Dussollier y Niels Arestrup, quienes se encargan de darle una energía tremenda al libreto sin caer en los peligros de la sobreactuación. Es, sobre todo, la dirección de Schlöndorff la única que impone límites a sus talentos, realizando cortes de plano en algunos puntos donde quizás una toma más larga hubiera conseguido un mayor efecto. Por otra parte, el guión se encarga de articular una evolución perfecta, desvelando de forma gradual los motivos del general nazi para seguir la orden de Hitler. El único problema reside en que, en momentos puntuales, cae en redundancias que pueden llegar a hacer pesados sus escasos 88 minutos de duración. Duelo actoral de nivel, un Schlöndorff muy lejos del vigor directoral de antaño. | ★★★★★ |
Francia, 2014, Diplomatie. Dirección y Guión: Volker Schlöndorff. Productora: Film Oblige, Gaumont, Blueprint Film. Intérpretes: André Dussollier, Niels Arestrup, Burghart Klaußner, Robert Stadlober, Charlie Nelson, Jean-Marc Roulot, Stefan Wilkening, Thomas Arnold. Fotografía: Michel Amathieu, en color. Montaje: Virginie Bruant Música Jörg Lemberg. Duración: 88’. SECCIÓN OFICIAL.
Galore (Rhys Graham. 2013)
Para cerrar el día, tocaba volver a ese bonito teatro que es el Zorrilla para disfrutar de la última proyección de la sección Punto de Encuentro, la australiana Galore, primera película de ficción del malayo, criado en Canberra, Rhys Graham. La trama sigue la relación de Billie y Laura, dos amigas que comparten todos sus secretos excepto uno, el romance que mantiene Billie con el novio de Laura. Para añadir más ingredientes a la salsa, la madre de Billie, que trabaja como asistente social, acogerá en casa a Isaac un joven inadaptado de ascendencia polinesa. La película discurre con sensibilidad y buen sentido del tempo cinematográfico, caracterizada por la ternura de ciertas escenas de pareja y un más que apropiado desarrollo de las relaciones de amistad. Sin embargo, a medida que avanza la historia todo eso se va perdiendo para ser sustituido por un vacío de acciones que, a pesar de ciertas sorpresas, no provocan ninguna reacción duradera por violentas que estas sean. Es únicamente en el tramo final, en dónde a pesar de sobrar ciertas escenas, se recupera el interés de la conflictividad inicial que desapareció durante gran parte del filme, aunque por desgracia este venga de la mano de una metáfora que por repetitiva parece de libro de primaria. En definitiva, hay talento y buenas intenciones, pero también precipitación en un guión que debió de ser reescrito (más veces). | ★★★★★ |
Australia, 2013, Galore. Dirección y Guión: Rhys Graham. Productora: Galore Productions. Intérpretes: Ashleigh Cummings, Aliki Matangi, Maya Stange, Lily Sullivan, Toby Wallace, Oscar Redding, Daniel Webber, Natasha Novak. Fotografía: Stefan Duscio, en color. Montaje: Andy Canny. Música: Christopher O’Young, Flynn Wheeler. Duración: 103’. PUNTO DE ENCUENTRO.
Álvaro Martín
Enviado especial a la 59ª edición de la Seminci