«En Polonia tienen miedo a todo lo diferente»
Malgorzata Szumowska nos recibía en el céntrico Hotel Petit Savoy Palace frente al Retiro, en la calle Alfonso XII, para presentarnos su última película, Amarás al prójimo (2014), ganadora del Premio Teddy de la pasada edición de Berlín. Filme de corte polémico, a priori, que aborda la historia de amor entre un cura gay de una región campestre y uno de los jóvenes a los que cuida. Esbelta y con una sonrisa, la directora se mostraba segura de sí misma, orgullosa de ser una de las primeras cineastas de su país que trata abiertamente la homosexualidad en la iglesia en un contexto social que todavía lo ve como algo tabú. Su filmografía todavía es joven, pero va pisando con cada vez más fuerza, arropada por actrices como Juliette Binoche, con la que colaboró en su anterior película, Ellas (2011) y con la que tiene planeado regresar en un futuro no muy lejano, en un guión al que ha llamado, por ahora, Sisters. Por otro lado, Berlín parece haberle abierto las puertas, pues su siguiente proyecto será el segundo, tras Amarás al prójimo, en estrenarse en el certamen alemán. De eso y más os hablamos en esta entrevista a una de las directoras que seguramente dará que hablar los próximos años.
■ En primer lugar, enhorabuena por tu película y por el Premio Teddy conseguido en Berlín. A mí me gustaría empezar preguntándote como te surgió la idea de Amarás al prójimo (2014), y que te llevó a pasar de tu anterior trabajo, Ellas (2011) con Juliette Binoche y Anaïs Demoustier a ésta, que toca un tema más delicado.
Vino de los medios, de los periódicos. Porque es un tema de discusión muy fuerte sobre la iglesia católica y la homosexualidad dentro de ella. Nunca habíamos visto este tipo de película en Polonia. Nunca. Y me dije, “yo voy a ser la primera en hacerla”.
■ ¿Cómo se percibe la homosexualidad en tu país?
No demasiado bien, porque la gente es muy homofóbica. Sólo en las grandes ciudades puedes mostrar tu homosexualidad, y no en todos lados. Pero en las provincias o incluso en los suburbios de las grandes ciudades, la gente realmente no lo acepta. También viene por la historia de Polonia, toda la historia hemos estado ocupados por gente de fuera. Son muy nacionalistas. No es algo que se acepte. Tienen miedo a todo lo diferente.
■ ¿Notaste alguna diferencia o te llamo la atención alguna reacción concreta respecto a la recepción de la película en los países en los que se ha estrenado?
No tuvimos una recepción agresiva, ni siquiera en Polonia. Tal vez en algunas webs radicales cristianes, en las que es ridículo lo que escriben. Es como “Satán”. Creo que la película es delicada, a propósito y en ciertos niveles, de tal forma que la gente no ha reaccionado agresivamente. También muestra que la gente esta cambiando ligeramente en el buen sentido.
■ Aunque unes dos temas delicados como son la homosexualidad y la religión, creo que lo haces con cierta sutilidad, y en el tema de la iglesia con una ambigüedad añadida.
Lo hicimos a propósito. No queríamos juzgar la situación ni generalizar. Ni hacer una película política que fuera a favor o en contra. Sería muy fácil hacer una película que prejuzgara la iglesia y contra el cura. Nosotros, como grupo de artistas estábamos en otro sitio. Queríamos hacer una película sobre el amor, puesto en un aspecto social en relación con la iglesia. No en plan, boom (haciendo un ademan de explosión con las manos). Todo el mundo sabe cómo está la situación, y nosotros lo sabemos. Hubiera sido una película muy diferente si lo hubiéramos tratado de esa forma.
■ Me ha llamado la atención que tu director de fotografía, Michal Englert, ha trabajado contigo en todas tus películas, y esta es la primera vez que trabaja contigo en el libreto. ¿Cómo empezasteis a colaborar y qué aportó él a la historia?
Con Englert he hecho todas mis películas. Y de alguna manera él siempre tiene un papel a nivel de puesta en escena, pero es la primera vez que lo hemos anunciado al mundo. En nuestra última película, que esta en montaje ahora, también hemos escrito juntos. Siempre lo hemos hecho. Sus aportaciones no son sólo visuales, sino también de personajes, narración, de toda la historia.
■ Es de alabar la interpretación de tu actor principal, Anzdrej Chyra. ¿Cómo fue trabajar con él?
Andrzej es uno de los mejores actores polacos. De cine y de teatro. A mí me encanta, es muy bueno. Somos amigos y él ya tuvo un pequeño papel en Ellas, con Juliette Binoche, y en mis películas anteriores. Siempre está muy involucrado en mis películas. Y siempre me dice, “de acuerdo, te haré este pequeño trabajo, Malgorzata, pero tienes que prometerme que me escribirás un rol protagónico.” Yo le dije que sí. Entonces empecé a escribir específicamente para Andrzej y también para Mateusz, porque ellos dos solían trabajar juntos, como padre e hijo, en teatro. Ambos son muy experimentados. Para mi estaba claro que no sería un problema entre ellos interpretar un amor homosexual. Son profesionales, se conocen el uno al otro. Es increíble trabajar con buenos actores. Lo prefiero a alguien que no sea profesional, como los chicos. Me gusta, pero es duro pelear con gente que no tiene experiencia, pero debe actuar. Es una pesadilla.
■ Respecto a la selección de actores secundarios, me gustaría que me contaras cómo fue trabajar con ellas y si te costó que se centraran en el rodaje.
Suelo trabajar muy a menudo con actores no profesionales. Realmente me gusta. En mi última película hay también un grupo de chicas muy bueno. Encontré a los chicos en los pueblos de los alrededores e hicimos un casting. El objetivo era simplemente estar con ellos como una amiga, no actuar como la dama directora llegada de la gran ciudad. Tuve que jugar al futbol con ellos, beber cerveza con ellos y hablar con ellos sobre sus novias, sus problemas, etc. Me involucré en su vida durante una semana y fue entonces cuando empezaron a confiar en mi. Y entonces pusimos la cámara.
■ De hecho, esas escenas son muy naturales. Consigues captar la naturalidad de los chavales.
Porque lo están haciendo. Lo estamos documentando prácticamente. Los observo, ponemos la cámara. Les sugiero repetir alguna cosa. Es captar momentos.
■ También la naturaleza cobra importancia en el retrato de la relación del cura con su alumno. Es donde tienen lugar las escenas más íntimas. Imagino que es algo buscado.
Sí, por supuesto. El lugar donde rodábamos es un sitio precioso de Polonia pero también muy pobre y muy salvaje. Solía pasar allí mis vacaciones cuando era joven y también ahora. Conozco muy bien la región. De hecho hice ahí dos películas documentales. En la naturaleza hay cierto erotismo y sensualidad que quería mostrar y que influye a los personajes.
■ La relación entre Adam y Lucas es incluso paterna a veces, sobre todo al comienzo.
Claro, era una de las ideas, porque Lucas no tiene padre y Adam no tiene casi familia excepto su hermana. Ambos están muy solos. Siempre hay ese tipo de relación cuando hay diferencia de edad. Es una relación de amor pero también padre e hijo.
■ La hermana de Adam parece ser el único contacto con el exterior. El único anclaje. Parece una escena crucial para el personaje.
Es muy importante, es el salvoconducto de Adam. Normalmente los sacerdotes no suelen tener ningún contacto fuera que no sea su familia. Es algo típico La hermana no quiere saber que ella es homosexual. Incluso aunque vive en Toronto. Yo creo que es típico de la gente.
■ Durante el desarrollo de la historia, ¿tuviste algún referente?
Siempre suelo tener referentes. Cine de arte y ensayo sobre todo. Pero es difícil citar una película. Tal vez directores como Gus van Sant y, por supuesto, Brokeback Mountain en la manera de retratar esta clase de amor. Pero no una referencia particular.
■ Buena elección con Band of Horses.
A mí también me encanta (sonríe). Simplemente cogimos la canción, la pusimos en el material durante la procesión y nos gustó como quedó.
■ Respecto al final, ¿lo tenías claro desde el principio?
No. Lo descubrí durante el proceso. De hecho filmamos material adicional y probamos diferentes cosas. Pero no, no lo sabía.
■ Por último, ¿puedes contarnos algo de tu próximo proyecto?
Tengo una película terminada. Una película pequeña polaca. El título es The Body y estamos planeando ir al Festival Internacional de Cine de Berlín del próximo año. También he escrito un guión llamado Sisters (Hermanas), para Juliette Binoche. Ya está listo. Y también tengo otro en mente. Creo que para los próximos años tengo bastantes cosas que hacer.
■ ¿Te ha llegado ya algún proyecto americano? Ahora que están optando por muchos autores europeos.
He recibido proyectos, no de Estados Unidos, pero si de otros países, aunque los he rechazado. Quiero hacer mis películas de autor. Creo que si recibiera un proyecto americano también lo rechazaría (risas). De otra manera, no puedes tener libertad.
texto y entrevista| Gonzalo Hernández.
lugar| Hotel Petit Savoy Palace, Madrid