No es una maravilla. Tampoco pasará a la Historia del Western europeo. Pero The Dark Valley (Das finstere tal) es de esos filmes que pudieran ser denominados placeres culpables. Lo son por su cuidada ambientación, en este caso en los alpes austro-germanos, por una serie de personajes unidimensionales y tópicos pero bien caracterizados, y por, sobre todo, por un amplio sentido del ritmo y la diversión. Este Western, que pudo ver un servidor en la pasada edición de Karlovy Vary, será la representante austríaca en la edición 87ª de los Óscar. Desconocemos si el académico disfrutará tanto de esta producción protagonizada por un desubicado, y también efectivo, Sam Riley pero al menos romperá la clásica tónica de la categoría, donde imperan los dramas socio-emocionales. Andreas Prochaska dirige este circo de sangre y nieve que, un principio, no debería ir más allá del segundo corte. Será la 37ª participación del país centroeuropeo. Ha ganado dos Óscar y ha sido nominado en otras dos ocasiones.
Nominaciones de Austria
■ ’38 (38 – Auch das war Wien), de Wolfgang Glück. 1986.
■ Los falsificadores (Die Fälscher), de Stefan Ruzowitzky. 2007.
■ Revanche, de Götz Spielmann. 2008.
■ Amour, de Michael Haneke, 2013.