Desconexiones en vida
Crítica de Men, Women and Children | dirigida por Jason Reitman, 2014
Lo último de Jason Reitman se esperaba con ciertas expectativas. A pesar del tibio recibimiento crítico de Labor Day (2013), Men, Women and Children (2014) era la cita con mayúsculas del segundo día en el TIFF, acrecentada por buenos comentarios en su primer screening privado. La prensa estaba ansiosa por comprobar si el director había recuperado el toque que, paulatinamente, en cada muesca de su filmografía iba perdiendo. Por más que algunos queramos a Reitman no hay que negar que Hollywood le ha mimado más de la cuenta, pero también es cierto que uno de sus filmes más ácidos, divertidos y crueles, curiosamente es uno de los más denostados. Young Adult (2011) llegaba a un nivel de amargura que remitía al Todd Solondz de Happiness, ése que no temía exponer las vergüenzas de sus personajes, ridiculizándoles sin dejar de mostrar cierto cariño hacia su miseria. Reitman parece querer solventar la indiferencia que han despertado sus últimos trabajos optando por un discurso más populista e inmediato. Algo que hoy día esta en boca de varios cineastas jóvenes: las redes sociales y el deterioro de la comunicación, la ironía de que, tras esta hiperconectividad de la gozamos en la actualidad, el contacto humano se ha perdido casi por completo y los silencios y la soledad parecen ser mayores.
Men, Women and Children aborda ese tema, a partir de los esbozos de David Fincher, y continuando los juegos visuales de mostrar el ordenador en la pantalla, algo ya convertido en canon en el nuevo cine digital. Un grupo de padres y adolescentes de una zona residencial, las uniones y choques entre unos y otros, sus secretos ocultos en un perfil de facebook, o el estricto control paterno a través de las herramientas que la gente de hoy usa para relacionarse, el ordenador o el móvil. Por un lado, una madre que mantiene una estricta vigilancia en todos los dispositivos de su hija; por otro, un joven introvertido que desahoga sus frustraciones en un videojuego de rol masivo online; entre ellos, una animadora con un book online de fotos de corte sensual; y, por último, un chico con gustos sexuales fuera de la tangente. En los dormitorios, los padres aburridos de su propia rutina recurren a una agencia de amantes para buscar fuera lo que han perdido en su matrimonio. La estructura de historias corales domina toda la cinta. Ya desde el mismo título hay una conciencia de colectividad que Reitman remarca con insistencia a través de la metáfora, muy poco sutil, de una sonda espacial enviada a los confines del universo.
La fotografía de “ese pequeño punto azul”, que diría Carl Sagan, se convierte en leitmotiv, conciencia y mensaje, en un desesperado intento de universalizar el filme lo máximo posible como para que el público se sienta partícipe de él. En la primera mitad, se remarca un cinismo marca de la casa. En eso Reitman no ha perdido la chispa, y sabe cómo enfocar a la juventud para sacar algunas de sus taras. Es más adelante, cuando la trama gana peso, todo se vuelve más dramático, con esa tendencia a remarcar los valores humanos que tanto gustan en el cine americano y que suena a una extraña sensación de paramnesia. Y es que existe un fuerte paralelismo con otro largometraje estrenado hace apenas dos años, precisamente, aquí en Toronto, y que trataba el mismo tema, también a través de historias corales, y con los mismos métodos formales. En defensa de Reitman, hay que decir que Men, Women and Children está basada en una novela escrita por Chad Kultgen y publicada un año antes del estreno de la cinta de marras: Disconnect (Henry Alex Rubin, 2012). Ya sea por que es un discurso que cada vez se recalca con más intensidad entre trabajos que tratan la juventud, ya sea por coincidencia o pura cara dura, a Reitman el resultado le ha salido moderadamente bien.
Un servidor reconoce haber estado en un dilema a la hora de valorarla en su justa medida, pues antes de conocer parecido alguno, mi opinión era, ante todo, favorable, aunque no exenta de ciertas críticas (como esa tendencia a un final catártico). Pero una vez comprobado que, evidentemente, existen muchas similitudes entre ambos trabajos, lo cierto es que es inevitable sentir cierta desconfianza hacia la abierta emotividad que vende Men, Women and Children. Parece que Reitman quisiera atajar la desilusión que, ya se escucha en boca de sus primeros aduladores, cuando un cineasta que ha estado entre almohadones se cae del Olimpo y no hay comentario que no remita a “aquella primera película con la que tanto prometió” —por si no la ubican, esa es Juno—. Con lo que yo me quedo es con el humor cínico, pues eso siempre ha sido un estilema semántico fijo, con mayor o menor acierto. En este caso, con bastante intensidad, al menos, en su primera hora, el resto es ya cuestión de perspectiva y empatía. Si condenáramos un filme por el parecido con otro me parece que Los juegos del hambre tendría un serio problema. Men, Women and Children puede sonar a timo pero es clarividente y tiene estilo. Eso sí, seguimos esperando al mejor Reitman. Si es que éste existe. | ★★★★★ |
Gonzalo Hernández
Enviado especial al Festival de Toronto 2014
Estados Unidos, 2014, Men, Women & Children. Dirección: Jason Reitman. Guion: Jason Reitman, Erin Cressida Wilson (Novela: Chad Kultgen). Productoras: Paramount Pictures / Right of Way Films. Presentación Oficial: Festival de Toronto 2014. Fotografía: Eric Steelberg. Montaje: Dana E. Glauberman. Reparto: Adam Sandler, Jennifer Garner, Rosemarie DeWitt, Emma Thompson, Judy Greer, Katherine Hughes, Ansel Elgort, Dean Norris, J.K. Simmons, Kaitlyn Dever, Dennis Haysbert, David Denman , Olivia Crocicchia, Timothée Chalamet, William Peltz, Elena Kampouris.