Histórico de saldo
crítica a A Little Chaos | dirigida por Alan Rickman, 2014. | ★ |
La mayor decepción hasta ahora del TIFF la ha dado Alan Rickman con A Little Chaos, uno de los filmes más esperados. Una ambiciosa propuesta, a priori, ambientada durante la concepción de los jardines de Versalles y en torno a la atracción que surge entre una jardinera paisajista y el arquitecto contratante. Ambición que ha dado como resultado un folletín, al más puro estilo británico, sobre un romance forzadamente melodramático y una linealidad narrativa demasiado predecible. Tampoco juega a su favor el escaso presupuesto de su producción que destroza sus posibilidades casi desde inicio, remarcado en un sorprendente mal gusto y cierto halo hortera en cuanto a vestuario y dirección. Todo esto, unido a afectación impostada y las numerosas licencias, tanto históricas como de tono, convierten a A Little Chaos en un trabajo con algún que otro buen detalle pero fallido al fin al cabo.
El problema principal reside en la falta de equilibrio del guion que firma Alison Deegan. Un libreto estructurado bajo instantes de humor puramente británico y otros de gran carga dramática a los que Rickman les añade un toque desacertado. En ningún momento queda claro qué estamos viendo. Si una comedia romántica de época, un melodrama descarnado, un manifiesto feminista —como ese corrillo poco creíble de damas de las corte haciendo terapia grupal—, o un enfrentamiento metafórico entre el orden y el caos —al que hace mención el título—, entre la racionalidad del arquitecto y la aparente falta de sentido de la jardinera. Esta última, una idea que podría haber dado para un filme complejo y bastante más interesante que éste, y que el guion desecha por completo en pro de unas intenciones amables pero poco autoexigentes. Se conforma con ocurrencias bastante insulsas en torno a la ridiculez de los miembros de la Corte, y una historia de amor que carece de cualquier atisbo de profundidad, por mucho sus intérpretes se esfuercen sobremanera en darle otro giro. Entre ellos, como era de esperar, destaca una Kate Winslet que dignifica al máximo un personaje prototípico y poco matizado. Le acompaña un hierático Matthias Schoenaerts, como el arquitecto en cuestión, y un Rickman, como monarca, bastante gracioso e inspirado.
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El reparto es la única razón de ser una obra lastrada por una pobre planificación. En defensa de A Little Chaos hay que añadir que es inevitable acordarse de la María Antonieta de Sofía Coppola, como principal ejemplo de este subgénero, filme contemplativo y de una vacuidad hipnótica que, sin embargo, aprovechó como pocos la localización de la que pudo gozar la directora. Pero claro, Rickman no tuvo a su disposición los mismos privilegios y la modestia condena parte del apartado artístico, que es muy competente, pero lejos del perfeccionismo de las clásicas adaptaciones de Hollywood como pueden ser la ya vista en el TIFF Madame Bovary. Una serie B de producción de época con todos los errores recientes de películas similares. Otra fábula más sobre una mujer que ha sufrido una pérdida y encuentra la redención de la forma más inesperada. Una catarsis personal que se acaba resolviendo por el manido flashback al ritmo de una banda sonora de Peter Gregson convencional y nada llamativa. Moralina y sentimientos firmados por una aprendiz de Jane Austen adolescente y la triste sensación de desaprovechamiento de unos ingredientes de primer nivel. Penuria técnica y direccional. Las sobremesas televisivas ya tienen otra opción más. Si lo que Alan Rickman pretendía era crear un pequeño caos, lo ha conseguido con letras mayúsculas. | ★★★★★ |
Gonzalo Hernández
Enviado especial al Festival de Toronto 2014
Reino Unido, 2014, A Little Chaos. Dirección: Alan Rickman. Guion: Alison Deegan, Alan Rickman, Jeremy Brock. Productora: Potboiler Productions, The Bureau. Distribuidora: Lionsgate. Fotografía: Ellen Kuras, ASC. Música: Peter Gregson. Intérpretes: Kate Winslet, Matthias Schoenaerts, Alan Rickman, Stanley Tucci, Danny Webb. Presentación oficial: Toronto 2014.