Oppenheimer golpea dos veces
Crónica de la segunda jornada de la 71ª edición de la Mostra de Venecia
Ha comenzado bien la 71ª edición de la Mostra. Con el regusto agradable que dejó Alejandro González Iñárritu –hoy se habla de Óscar para Michael Keaton— ayer comenzaba la competición en el Lido. Y lo hizo de forma notable. Dentro de un panorama bastante ecléctico donde tenían cabida un documental, una comedia costumbrista y un drama persa, el resultado fue más satisfactorio. Primer punto para un Alberto Barbera en el entredicho. El primer golpetazo, y menudo, lo pegó Joshua Oppenheimer, realizador estadounidense afincado en Dinamarca, que el año pasado despuntó con el sensacional documental The Act of Killing y que este curso presenta su continuación: The Look of Silence. Le siguió la película que más dividió a lo largo del día: La rançon de la gloire, el debut en la comedia de Xavier Beauvois. Y, para finalizar, ración de cine iraní con Tales, que dejó las primeras grandes interpretaciones en la capital del Véneto y un par de escenas para el recuerdo. Estas fueron las impresiones de las protagonistas de ayer en la Mostra.
THE LOOK OF SILENCE
Dirigida por Joshua Oppenheimer.
Documental.
Dinamarca, 2014
Competición | Venezia 71
«...Sumergir al espectador en el silencio impuesto a los supervivientes. Sus vidas están destrozadas por el miedo que sigue a toda atrocidad, y sobre todo cuando no se hace justicia». Con esas palabras definía Joshua Oppenheimer el leitmotiv de su nuevo documental, The Look of Silence, la secuela de la impactante The Act of Killing, una de las grandes películas del año pasado. Poco le ha importado al cineasta estadounidense el perder el Óscar en el último segundo en marzo —en favor de A 20 pasos de la fama—, este 2014 vuelve a la carga con los ingredientes de su anterior obra: impacto visual y emocional con un sólo objetivo: remover conciencias. Oppenheimer vuelve a trasladarnos a Indonesia de la mano de los testigos de primera mano del genocidio. Unos testigos que más que clamar venganza piden la no repetición de hechos similares. The Look of Silence ha maravillado a la crítica que la ha recibido con numerosas loas. Muchos subrayan que es incluso superior a su predecesora. Estamos, por tanto, ante un must-see que podría finalizar en los premios americanos lo que la primera parte del díptico no logró.
■ «Oppenheimer tiene el descaro de violar un montón de tabúes hurgando en la verdad de una tragedia y dejando que sus lente y objetivo sirvan como fiel reflejo de ella. Una apabullante creación desemboca en un imprescindible díptico cinematográficamente robusto, socialmente revelador e imprescindiblemente necesario». Joan Sala. Filmin.
■ «Oppenheimer presenta la réplica perfecta a su irenunciable 'The act of killing'. Un inmenso y perfecto monumento al silencio». Luis Martínez. El Mundo.
■ «Es un lamento de dolor ululante e interminable, que suena casi como una canción, aunque sea terrible. Esta película puede parecer la réplica tras el evento sísmico de su precursora, pero es una réplica cuyo poder no disminuye, simplemente se transforma». Jessica Kiang Indiewire.
■ «La franqueza sin remordimientos de su dirección te deja horrorizado, emocionado, cabreado y repelido a la vez». Deborah Young. The Hollywood Reporter.
■ «Otro puñetazo a la conciencia de Indonesia. Oppenheimer retoma ese estilo poético para crear planos bellísimos de los lugares de la masacre». Gregorio Belinchón. El País.
■ «Más personal, más combativa. Una obra maestra. Peter Bradshaw». The Guardian.
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La rançon de la gloire
Dirigida por Xavier Beauvois.
Reparto: Benoît Poelvoorde, Roschdy Zem, Séli Gmach, Chiara Mastroianni.
Francia, 2014
Competición | Venezia 71
Xavier Beauvois vuelve a Venecia tras obtener en 2010 el Gran Premio del Jurado con De dioses y hombres. Lo hace con su primera incursión en terrenos cómicos y basada, aparentemente, en hechos reales. Dos inmigrantes, búlgaro y polaco, robaron la Suiza de 1977 el ataúd de Charles Chaplin para demandar un rescate. Un punto de partida bastante original que ha gustado a la prensa acreditada pero sin demasiado entusiasmo. El filme, que ha contado con el asesoramiento de Eugene Chaplin, quinto hijo del genial director y actor, consigue hacer cómplice a la platea pero no remata al quedarse en la superficie y apostar por los clásicos tópicos de la comedia rocambolesca francesa. Pese a ello, se ha alabado su encanto y la perspectiva otorgada por Beauvois.
■ «El director se limita, con gesto quizá ingenuo, a reconstruir en la aventura desangelada de unos pobres diablos algo así como una forma de ver el mundo. Inocente, cálida, digna». Luis Martínez. El Mundo.
■ «Una hilarante quimera que nunca mejor dicho, está destinada a reflejar oro en el recuerdo de todo gran cinéfilo. Cine dentro del cine, y con mucho amor». Joan Sala. Filmin.
■ «Una película divertida y conmovedora». Boyd van Hoeij. The Hollywood Reporter.
■ «La rançon de la gloire’ despliega un honesto idealismo pero fracasa a la hora de reproducir la urgencia, el vigor y la magia de sus ilustres referentes». Manu Yañez. Fotogramas.
■ «La primera comedia de Beauvois es una seductora mezcla de realismo social y fantasiosas referencias a Chaplin». Guy Lodge. Variety.
■ «La película adolece de un tono desigual. La narración de Beauvois resulta demasiado lineal. Aún, y con todos esos defectos, la película, sin duda, tiene buenas intenciones». Jessica Kiang Indiewire.
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GHESSEKA
Tales. Dirigida por Rakhshan Bani-Etemad.
Reparto: Golab Adineh, Farhad Aslani, Mohammadreza Forootan, Mehdi Hashemi.
Irán, 2014
Competición | Venezia 71
Toda una veterana que puede lograr su gran momento de gloria. Para Rakhshan Bani-Etemad debutar en Venecia vale más que cualquier galardón. Primero, por haber conseguido tanto la distribución nacional como internacional de su filme. Algo harto complicado teniendo en cuenta las restricciones del gobierno iraní. Segundo, porque su trabajo habla de todos los ciudadanos persas, de su situación, de sus miedos y anhelos. Todo articulado en un políptico que desnuda las carencias de su país. Atendiendo a la temática, su alumbramiento fuera de los aranceles del Pérsico debió ser toda una odisea. Bani-Etemad ha criticado a la comunidad internacional por negarse a aflojar las sanciones que pesan sobre el país asiático desde hace más de dos décadas. Factores políticos aparte, Ghesseka (Tales) ha dividido al respetable. Por un lado, una facción entusiasta ya proclama que estamos ante una gran aspirante al León de Oro. Por otro, se habla de un filme tibio de buenos detalles pero poco original en su planteamiento.
■ «Una lección de cine. Interpretaciones cerca de la perfección. El último relato (una simple conversación dentro de un taxi) justifica él solo cualquier premio imaginable. Pocas veces, una declaración de amor dolió tanto». Perfecta». Luis Martínez. El Mundo.
■ «El uso de un director de documentales como protagonista para hacer observaciones puntuales sobre la necesidad del cine comprometido socialmente es algo fácil, sin embargo, el guión destaca en el diálogo». Jay Weissberg. Variety.
■ «La película bascula entre lo didáctico y lo histérico, negándole al espectador ningún margen de reflexión. Sin embargo, cuando todo parece perdido, el film deja a un lado su tendencia al chillido para recrear dos hermosas y serenas piezas de cámara». Manu Yañez. Fotogramas.
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