El humor checo
Crónica de la quinta jornada de la 49ª edición de Karlovy Vary
Críticas|
Paris of the North, de Hafsteinn Gunnar Sigurðsson ■
Nowhere in Moravia, de Miroslav Krobot ■
’71, de Yann Demange ■
Corrections Class, de Ivan I. Tverdovsky ■
Justo al llegar al hotel, tras la última película del día, pongo la televisión y me encuentro que Brasil pierde 0-5 al descanso en el Mundial de Fútbol. El silencio y la lluvia que me acompañaron desde el Hotel Thermal hasta mi habitación parecían un indicativo de la hecatombe con la que encabezan todos los rotativos del miércoles. La tranquilidad antes de la tempestad. Solo es deporte, sí, pero todo lo que ha venido después absolutamente no. El mundo estaba deseando ese batacazo. Una animadversión promovida por la prensa y que ha dejado como resultado comentarios homofóbicos de diversa índole. Es el precio de la altivez, del orgullo, del nacionalismo, mal emitido e interpretado, por supuesto. Extrapolándolo al cine, a diferencia de España –solo hay que ver los comentarios tras la gala de los Goya, por citar un ejemplo cercano—, en la República Checa apoyan su cine. Las obras de producción checa son las que más público y prensa atraen, algo lógico, pero también con la que la gente más disfruta. Aunque no tenga ni pizca de gracia. Los pocos aplausos que se otorgan en los pases de prensa van destinados a los trabajos patrios. Un bien entendido chauvinismo, donde pueden disfrutar de la factura foránea sin menospreciar lo propio. No todos los directores pueden ser Jiri Menzel. El país centroeuropeo sigue con su proceso de occidentalización y con la futura entrada de la moneda euro puede llegar el salto definitivo. Por ahora, tienen el apoyo institucional y popular. Solo falta el dinero.
Saco a colación estos detalles a raíz del visionado de Nowhere in Moravia, la primera película del quinto día, una comedieta de enredos que provocó numerosas carcajadas en el respetable. Al lado de todos ellos, el serio rictus de un servidor que con extrañeza se preguntaba qué se estaba perdiendo. El cine como parte del folclore. Antropológicamente, el cine checo se acerca y mucho a la flema británica. Aquí, Richard Curtis se sentiría más que cómodo. La jornada mejoró tras la proyección de ’71, un potente survival en el Belfast de las revueltas que te mantiene en vilo de forma magistral. Por la tarde, la esperanza islandesa, Paris of the North, una comedia con buenos momentos que cumplió todas las expectativas. Para cerrar el día, antes de la debacle en el Mineirao, una propuesta rusa sorprendente: Corrections Class. Sigue la lluvia, mientras Karlovy Vary sigue quemando naves.
NOWHERE IN MORAVIA
Díra u Hanušovic
Dirigida por Miroslav Krobot
Escrita por Miroslav Krobot, Lubomír Smékal
Productora: Evolution Films, s.r.o.
País: República Checa
Reparto: Tatiana Vilhelmová, Lenka Krobotová, Ivan Trojan, Johanna Tesařová, Jaroslav Plesl
Competición
Toda una personalidad en el país, con una fructífera carrera a sus espaldas, aparecía por primera vez como realizador en Karlovy Vary. Miroslav Krobot, actor (The Man from London, de Béla Tarr, 2007) y director artístico (Alois Nebel), debuta como director con Nowhere in Moravia, una comedia coral ambientada en un pequeño pueblo de la región norteña que da nombre al largometraje. Un filme que tiene su punto fuerte en su primer tercio, donde se sucede la presentación de todos los personajes, a cada cual más estrambótico. Aunque el foco está centrado en una solterona (Tatiana Vilhelmová) que regenta el bar de la pequeña población, todos los que rodean tienen una amplia cuota de pantalla. Una vez puestas las cartas sobre el tapete, y teniendo en cuenta el humor blanco que impregna todo el metraje, Krobot se muestra demasiado inoperante con un libreto bastante sencillo que pasa de lo insólito a lo convencional en cuestión de minutos. Pese a los pequeños sucesos que marcan la trama, la narración se mantiene bastante átona, como si al propio realizador le importaran poco esas leves aristas de este ejercicio monocorde. En líneas generales, esta Nowhere in Moravia recuerda a la reciente De caballos y hombres. Un trabajo simple, que subraya con brocha gorda la idiosincrasia rural de la nación centroeuropea. Un telefilme de sobremesa que no hace justicia al talento de un imaginativo, como demuestra su labor en Alois Nebel, director. | ★★★★★ |
‘71
Dirigida por Yann Demange
Escrita por Gregory Buck
Productora: Crab Apple Films, Warp Films
País: Reino Unido
Reparto: Jack O´Connell, Sean Harris, Richard Dormer, Paul Anderson
Horizons
Rumbo al Espacio Dorleans para otra ópera prima, aunque bastante diferente a la del señor Krobot. Yann Demange se estrena a lo grande con ’71, cinta que formó parte de la competición de la pasada Berlinale. Un survival en el conflicto del Ulster que mantiene al espectador pegado a su butaca durante todo el metraje. Demange toma como referente al Paul Greengrass más vigoroso y nos traslada a una larga persecución en las peligrosas calles de Belfast. Como comentaba mi compañero Gonzalo Hernández desde la capital germana, la mirada del director galo y, por ende, la de la platea, no se posiciona en a favor de ningún bando. Solo junto a la vertiente más desfavorecida, lejos de los altos mandos, la que sufre, la que llora. Personificada en un novato soldado británico —interpretado con solvencia por Jack O’Connell— que consigue huir de una emboscada en la calle principal de un belicoso barrio católico-nacionalista. A partir de ahí, comienza un persecución sin descanso tanto de los independentistas como de las autoridades británicas. ’71 es una clara crítica a la gestión de los líderes en las revueltas del Ulster, donde la entente no parece una opción. Prueba de ello, es el dibujo de los agentes dobles y enlaces. Resulta interesante, como Demange retrata a los soldados (militares o no) de esta causa: jóvenes, ingenuos (ese teniente naif) y desubicados. La guerra misma pero en territorio amigo. ’71 resulta ser un entretenimiento de primer nivel encuadrado en festivales de categoría A. Demange posee las aptitudes de un grande. Oiremos mucho su nombre. | ★★★★★ |
PARIS OF THE NORTH
París norðursins
Dirigida por Hafsteinn Gunnar Sigurðsson
Escrita por Huldar Breiðfjörð
Productora: Zik Zak Filmworks, Kjartansson
País: Islandia
Reparto: Björn Thors, Helgi Björns, Nanna Kristín Magnúsdóttir
Competición
Era la gran esperanza del día en la competición y no ha decepcionado. Eso sí, entendiendo las reglas del juego de que propone el excelso cineasta islandés Hafsteinn Gunnar Sigurðsson. Para ello, un vistazo a su anterior trabajo, Either Way (Á annan veg, 2011), comedia negra que tuvo el año pasado su remake americano gracias a David Gordon Green —Prince Avalanche—, sería más que necesario. Con Paris of the North, nos encontramos las bases de su aún corta filmografía: monotonía, realismo mágico y un pequeño vano de esperanza. Así es su segunda película, que narra el desencanto de un maestro cercano a los cuarenta, recién abandonado por su novia, con un pasado bañado en alcohol y que vive desde hace pocos meses en un pequeño paraje de la Islandia más recóndita. Para colmo, su extravagante padre, le hará una visita que le hará cuestionar hacia dónde camina su existencia. Eso sí, con disgustos de por medio. Un filme sobre vencidos y, también, sobre las terceras oportunidades. Todo descrito desde cierta distancia pero con dulzura. Sigurðsson mima a sus personajes, otorgándoles una etiqueta de normalidad bastante acertada. El resto es trabajo de sus intérpretes; destacando la estupenda interpretación del veterano Helgi Björns, un potente aspirante al galardón al Mejor Actor. Un producto ligero, sencillo y directo que no sería de extrañar que encontrará otra rápida conversión hollywoodiense. Cine de Sundance, hecho en Islandia. | ★★★★★ |
CORRECTIONS CLASS
Klass korrektsii
Dirigida por Ivan I. Tverdovsky
Escrita por Ivan I. Tverdovsky, Dmitry Lanchikhin
Productora: New People Film Company
Países: Rusia, Alemania
Reparto: Maria Poezhaeva, Filipp Avdeev, Nikita Kukushkin, Artem Markaryan, Irina Vilkova
East of the West
Sorprendente. Es el principal calificativo que se me ocurre. Y más en este apartado, East of the West, donde todas las representantes mantienen un tono y tratamiento muy similar. Corrections Class es lo que debería haber sido la cacareada Plemya (The Tribe), con la que se abrieron las proyecciones en el KVIFF. Al menos, en cuanto a empatía se refiere. El joven director ruso Ivan Tverdovsky debuta en el largometraje con un inclasificable trabajo que oscila del drama al romántico y de éste al thriller. Nos acerca al día de una de una clase de educación especial, conformada por jóvenes de diversas discapacidades, deficiencias o alteraciones, al que un día llega una joven que una miopatía que la mantiene anclada a una silla ruedas. La particularidad de Lena, además de ser una alumna brillante, es su belleza, que conseguirá destapar lo mejor y lo peor de los compañeros que la rodean. Amor (evocadora química con su partener Filipp Avdeev), despertar sexual, desigualdad, celos, bullying… todo entra en el curioso trabajo de Tverdovsky. Incluso un final tan abierto como confuso. ¿Trampa o genialidad? Habrá que verla una segunda vez para obtener un mejor contraste. Sea como fuere, el cineasta ruso logra enganchar al espectador con una trama en apariencia rutinaria pero con una serie de escenas que logran una sugerente hipnosis. Destacar, además, la labor de Maria Poezhaeva, una particular Eurídice, de subida por los raíles que salen del averno. | ★★★★★ |
Emilio Luna
enviado especial a la 49ª edición de Karlovy Vary
