El 98% restante
crítica de The Leftovers (2014-) | Episodio piloto
HBO | EE.UU, 2014. Director: Peter Berg. Guión: Damon Lindelof & Tom Perrotta. Reparto: Justin Theroux, Liv Tyler, Amy Brenneman, Christopher Eccleston, Ann Dowd, Michael Gaston, Charlie Carver, Max Carver, Chris Zylka, Emily Meade, Amanda Warren, Carrie Coon, Margaret Qualley, Annie Q. Fotografía: Michael Slovis. Música: Max Richter.
La primera secuencia de The leftovers es toda una astuta invitación a quedarse a ver el resto: una madre en situación límite está haciendo la colada mientras su bebé berrea durante un buen rato y ésta debe tratar con mil cosas por teléfono. Una vez en el aparcamiento, el llanto del bebé para de repente y ya está, ha desaparecido. Los gritos de alarma de mucha gente de esa zona revelan que les acaba de pasar lo mismo. Sin ellos saberlo, han asistido a la desaparición súbita del 2% de la población terrestre, unas 140.000 personas que se fueron sin un halo de luz ni una distorsión temporal, que no dejaron nada por detrás. La primera novedad de este estupendo piloto, de 72 minutos de duración, es que no vamos a ver qué pasó justo después de la Desaparición. La acción avanza tres años, y nos lleva al 14 de octubre y la fecha donde se honra el recuerdo de los ausentes, los mal llamados “héroes”. ¿Héroes por qué? Será una de varias preguntas incómodas que Damon Lindelof y Tom Perrotta (autor de la novela en la que se basa la serie) se harán a lo largo del metraje.
Es fácil entender qué atrajo a Lindelof de la novela de Perrotta y su potencial para ser una serie de televisión, como mínimo, interesante. A la idea central de la historia -una misteriosa Desaparición- se une la posibilidad de hurgar en el alma de unos personajes llenos de contradicciones, que como vemos siguen arrastrando conflictos tres años más tarde. Es evidente que ante un hecho así habría una división en un pueblo, así que ahora toca ver cuánto de interesantes son los diferentes núcleos de personajes, desde los ciudadanos que lidian en el día a día como los GR (de icónica blanca vestimenta y pose fumadora), los seguidores del enigmático Wayne o aquellos que parecen ir por libre, como el personaje de Michael Gaston que cruza sus caminos con Kevin al principio y final del episodio. Lindelof no es ajeno a los Misterios como elementos narrativos centrales (tanto en Perdidos (2004-2010) como en Prometheus (Ridley Scott, 2012), pero tiene una buena capacidad para plantear problemas personales de peso y hondura, sin regodeos en lo lastimero.
Una vez estemos en el presente, las tramas se desplegan con facilidad y empiezan a establecerse lo que prometen ser los puntos problemáticos claros de esta decena de capítulos: la destruida unidad familiar de Kevin, la sorprendente entrada de Meg en los GR, la relación prohibida Tom/Christine, los problemas del orden en el pueblo o la melancolía por aquellos que se perdieron en el camino. Y todo recubierto por un halo casi etéreo, misterioso, a veces elegante y suave, a lo que ayuda la cámara en mano y fotografía de Michael Slovis (que viene de Breaking bad (2008-2013) y la música de Max Richter, que da otro nivel de sentido, más trágico, a lo contado en pantalla. Uno empieza a hacerse sus cábalas, apuestas, a separar a malos y buenos, a estudiar los cruces de personajes e imaginar el pasado de los protagonistas, ya apuntado en algunos casos con fugaces vistazos a sus vidas antes del fatídico 14 de octubre. Lo mejor que se puede decir de este arranque, que ha sido recibido de manera bastante divisoria, el ya sobado “o te encanta o lo odias” que viene con todo lo que lleva la firma de Lindelof, es que no parece que lo importante vaya a ser la razón de la Desaparición, sino la reacción ante la pérdida y ante un hecho tan inesperado, un hecho que cambia las lealtades y hace que uno se replantee las cosas. Es un capítulo recorrido por la rabia (en manifestaciones más o menos evidentes), y aunque empieza de forma tranquila, acaba con disparos y una canción de rock. Eso es saber enviarnos a los créditos con el cuerpo sacudido. 80/100
Adrián González Viña
redacción Sevilla