De grietas y miradas rotas
crítica de Återträffen (The Reunion) | dirigida por Anna Odell, 2013
Basta un rápido vistazo al currículum de Anna Odell para comprobar que la deriva por la que transita su primera película no es ajena a su trayectoria artística fuera del cine. Más aún, The Reunion, la traducción anglosajona del título que nos ocupa, casi no podría entenderse sin la propia idea de la performance que la artista sueca ha cultivado a lo largo de toda su carrera. De hecho, no resulta descabellado ver la película como una extensión audiovisual a sus controvertidas acciones artísticas. Controvertidas porque, al fin y al cabo, eso es lo que busca una performance: provocar, perturbar, explorar la reacción del otro (el espectador) a partir de la mirada como idea instalada, también, en el epicentro discursivo de su nueva experiencia cinematográfica. Por esa misma razón, Odell plantea el trabajo con la imagen fílmica del mismo modo a como afrontaría una performance. En The Reunion todo pasa, precisamente, por la mirada. Entre el espectador y aquello que ve pero también la de los propios personajes, enfrentados a las mismas imágenes consumidas por el espectador en un rocambolesco juego de muñecas rusas que acerca la propuesta de Odell a la obra autoreferencial de cineastas como Abbas Kiarostami.
El experimento parte de una experiencia personal: el acoso escolar de la que fue víctima la propia directora y la celebración de todos sus excompañeros, muchos años después, de una reunión a la que jamás fue invitada. Odell, sin embargo, anula la carga dramática que podría desprenderse del relato a través del distanciamiento y la observación. No sólo rechaza cualquier representación gráfica de un pasado traumático sino que desplaza la reflexión sobre las causas que llevan al acoso del individuo por parte del colectivo a un presente adulto, en el que el tiempo suele amenazar con reducir los hechos a un simple juego de críos. El trauma de quien padece en silencio, vendría a decir Odell, no tiene fecha de caducidad. En ese sentido, la presencia de la directora, también como personaje central, no viene tanto a reforzar el carácter autobiográfico de la película como servir a una doble función. Por una parte ser la generadora del caos, y por la otra actuar de artífice y ser testigo presencial en el modo en cómo la ficción se relaciona con la realidad.
Porque, como ya se puede deducir, The Reunion es también una película levantada sobre la fractura. Un planteamiento nada extraño si entendemos el trauma infantil como insalvable fractura existencial. Odell reflexiona sobre el poder de la imagen como vehículo perturbador de la mirada partiendo la película en dos mitades que se nutren mutuamente. Mientras la primera parte ficcionaliza el devenir de la reunión, en el supuesto caso de haber asistido la propia directora, la segunda revela la tramoya de la representación en un intento de desnudar las identidades, empezando por la máxima responsable de la propuesta y acabando por los integrantes reales de aquel reencuentro al que Odell nunca acudió. Es decir, la ficción planteada como una gran performance para incomodar la mirada de una realidad que, paradójicamente, aparece materializada en pantalla lejos de los cánones estilísticos de lo documental, adoptando soluciones formales más propias de la ficción, como bien podría ejemplificar el constante uso del plano contraplano.
En el ojo del huracán, la figura de Anna Odell como ente demiúrgico que sobrevuela los acontecimientos, les da forma y manipula a los personajes (y al espectador) para enfrentarlos con unos fantasmas del pasado resucitados por obra y gracia del arte como herramienta exorcizante. El resultado, algo basculante entre la incomodidad de un Michael Haneke, el Thomas Vinterberg de Celebración (Festen, 1998) y el Miguel Gomes de Aquel querido mes de agosto (Aquele Querido Mês de Agosto, 2008); acaba descubriéndose como un brillante artefacto que va mucho más allá de cualquier atadura genérica a la hora de plantear un discurso sobre el bullying, a la vez que reflexiona sobre las posibilidades de la imagen fílmica para terminar inundando de luz las grietas abiertas por la fractura sobre la que se erige una propuesta tan inclasificable como profundamente estimulante. | ★★★★★ |
Daniel Jiménez Pulido
redacción Barcelona
Suecia, 2013, Återträffen. Directora: Anna Odell. Guion: Anna Odell. Productora: French Quarter Film. Fotografía: Ragna Jorming. Intérpretes: Anna Odell, Sandra Andreis, Kamila Benhamza, Anders Berg, Erik Ehn, Niklas Engdahl, Per Fenger-Krog, Robert Fransson, Sara Karlsdotter, Henrik Norlén, Cilla Thorell, Malin Vulcano.