La presentación del caso
crítica de Murder in ther First (2014-) | Episodio piloto
TNT | EE.UU, 2014. Director: Thomas Schlamme. Guión: Eric Lodal, basado en una historia de Steven Bochco & Eric Lodal. Reparto: Taye Diggs, Kathleen Robertson, Tom Felton, Richard Schiff, Ian Anthony Dale, Raphael Sbarge, Lombardo Boyar, Bess Rous, Mimi Kirkland, Steven Webber, William Lucking, Jamie McShane. Fotografía: Michael Mayers.
Steven Bochco revolucionó el policiaco televisivo junto a David Milch con Policías de Nueva York (1993-2005). Introdujeron cambios en la manera de abordar el subgénero y sus normas. Los policías de Bochco y Milch eran violentos y rudos (especialmente su protagonista Andy Sipowicz, alcohólico y racista), y el lenguaje y límites de los desnudos fueron bordeados en esta serie ya mítica, que se mantuvo durante 12 temporadas en antena y con la que Bochco estuvo involucrado hasta el final. El problema del creador es que es un guionista de la vieja escuela para un mundo que no aprecia lo clásico. Su suerte no ha sido especialmente buena en la última década, con varias series canceladas en poco tiempo. Su último proyecto, también para TNT, fue Ganando el juicio (2008-2009), serie de abogados que duró dos temporadas. Su mérito también se extiende a la idea de la serie que abarca un caso por temporada, cosa que puso en práctica con Murder one (1995-1997) y de la que beben en mayor o menor grado series tan dispares como 24 (2001-2010), The wire (2002-2008) o Daños y perjuicios (2007-2012). La serie que nos ocupa va a dedicar su primera temporada, de diez episodios, al caso del asesinato de Kevin Neyers. Un caso que de momento involucra drogas, veinteañeros multimillonarios, policías de complicada vida privada, una demanda por robo de códigos informáticos y gente con motivos. De hecho, este episodio se cierra con una segunda muerte que empieza a complicar las cosas.
No es difícil adivinar lo que va a ir pasando en estos 42 minutos de presentación de la serie, pero en general no es algo malo. Murder in the First sigue un patrón clásico y limpio con la investigación del caso, pero se guarda alguna que otra sorpresa (la conexión entre el muerto y Erich, el cierre de la trama de Emily English) y mantiene el interés del espectador en todo momento, planteando preguntas que pueden dar jugosas subtramas. El arranque viene dirigido por Thomas Schlamme en el que es su 14º piloto, algunos con mayor fortuna que otros, y que además le reúne en esta ocasión con el sólido Richard Schiff tras la magnífica El ala oeste de la Casa Blanca (1999-2006). Con las calles de San Francisco como vistoso telón de fondo, las raíces del caso empiezan a enredarse y se establece cómo los personajes posiblemente implicados en la muerte tendrían sus motivos, además de perfilar un poco a los compañeros de comisaría de la pareja protagonista. El punto más interesante de esta historia, al menos de entrada, es la historia personal de Terry English, que pierde a su mujer por un cáncer al final del episodio. El personaje ha demostrado una ira mal gestionada en varios momentos del capítulo (aunque su jefe se asegure de que no quede rastro documentado de ello), y la desesperación que de seguro experimentará el resto de la temporada promete dar algunos momentos novedosos, o quizá sea lo contrario y la subtrama lo lance a la unidimensionalidad. Esperemos que sea la primera opción. El metraje se pasa volando, lo cual es siempre buena señal, y el grupo de personajes es lo suficientemente variado como para esperar que se profundice en ellos y se obtengan unos resultados sugestivos, que inviten a volver cada semana a seguir los avances del caso. | 70/100 |
Adrián González Viña
redacción Sevilla