Entrada a un nuevo mundo
crítica de Penny Dreadful (2014-) | Night Work (Episodio piloto)
Showtime | EEUU, 2014. Director: J.A. Bayona. Guión: John Logan. Reparto: Josh Harnett, Eva Green, Timothy Dalton, Harry Treadaway, Simon Russell Beale, Danny Sapani, Alex Price, Olivia Llewellyn. Fotografía: Xavi Giménez. Música: Abel Korzeniowski.
Es natural que las expectativas se despierten cuando cadenas como HBO, Showtime, AMC, y ahora también Netflix, dan luz verde a una serie o TV-Movie. Llevan tantos años ofreciendo las mejores cosas de la pequeña pantalla que se han ganado el derecho a que nos excitemos ante los nuevos proyectos. Cuando Penny Dreadful se anunció como simple idea, ya apetecía. Sam Mendes y John Logan (que venían del gran éxito de la magnífica Skyfall (2012) en una serie sobre varios monstruos de la literatura y el cine unidos en el Londres gótico de finales del siglo XIX. Logan, guionista con una carrera de lo más heterodoxa y varias nominaciones al Oscar encima, firmaría cada episodio, y la serie prometía dar verdadero miedo. Meses más tarde, otro punto de interés: Juan Antonio Bayona era contratado para dirigir los dos primeros episodios. El cineasta español como encargado de establecer el tono visual de la serie y engrosar así la galería de “prestigiosos directores de pilotos”, que contiene nombres como Martin Scorsese o David Fincher. El anuncio del reparto y la promesa de un tono oscuro, sexual y peligroso terminó de redondear la oferta, de manera que la serie era muy esperada por muchos, un servidor incluido. Showtime quiso recompensar la paciencia por la espera y hacer que el bullicio creciera alrededor del estreno el 11 de mayo colgando online este capítulo piloto, Night work, unas semanas antes de la premiere. Vistos estos primeros 53 minutos, la ilusión creada se ha deshinchado un poco.
La estructura del piloto es básica y la hemos visto mil veces: el elemento externo es nuestro punto de partida en el mundo en el que se va a desarrollar la serie. En este caso, Ethan Chandler, americano en gira por Europa con su espectáculo de pistolero, es contratado por la misteriosa Vanessa Ives para una tarea peligrosa. En tal misión, conoceremos al superior de Vanessa, Sir Malcolm, y Chandler, que es nuestros ojos, se enfrentará a un par de horripilantes vampiros. Cuando pide explicaciones, sus nuevos contactos le hablarán del inframundo y sus criaturas. Paralelamente, Sir Malcolm trata de contratar para su empresa a un joven doctor interesado en la búsqueda de la Verdad, en forma del tejido que separa Vida y Muerte. Para cuando termine el episodio, sabremos que todos tienen secretos y estaremos algo intrigados por las conexiones con la cultura popular que Logan ha prometido mezclar (la identidad del estudiante, la hija de Sir Malcolm). Bayona, al que le honra mucho haber usado a los montadores Bernat Vilaplana y Jaume Martí y al estupendo Xavi Giménez como cinematógrafo, crea un palpable ambiente lúgubre e inquietante, aunque no se llega a dar legítimo miedo en casi ningún momento. Quizá no era la intención todavía.
A lo largo del episodio veremos como las tramas comienzan a desplegarse sin perder el tiempo, que al fin y al cabo la temporada tiene solo ocho capítulos. Con un maravilloso guiño a Extraños en un tren (Strangers on a train, Alfred Hitchcock, 1951), la acción del capítulo salta de trama a trama con solvencia, regulando el interés de las historias y dejando espacio para que el reparto (del que destaca sin problemas la siempre fascinante Eva Green) dé vida a los personajes y la música de Abel Korzeniowski nos envuelva. Una visión retorcida de la religión y un clima de pesadilla conforman la propuesta, que como la reciente Masters of sex (2013-), parece haberse creado un bombo previo demasiado grande como para poder satisfacer plenamente. Será interesante, eso sí, ver cómo (o si) supera el recuerdo de una de las últimas reuniones de monstruos, la entretenida y demencial Van Helsing (Stephen Sommers, 2004). | 65/100 |
Adrián González Viña
redacción Sevilla