La incursión de Tommy Lee Jones como director supuso toda una revolución en la industria americana, que veía cómo uno de sus actores más consagrados comenzaba una prometedora carrera tras las cámaras, que se saldó con una nominación (con sabor a triunfo) de su cinta Los tres entierros de Melquíades Estrada (The Three Burials of Melquíades Estrada, 2005), con la que el realizador se alzó con el galardón al mejor actor en el certamen galo. Casi diez años más tarde, Jones vuelve a ponerse a los mandos de las cámaras (en la gran pantalla) para presentarnos The Homesman, con la que se planta por segunda vez en la alfombra roja, aunque en esta ocasión, como uno de los favoritos a la prestigiosa palma dorada del festival de la costa azul. No hay duda de que el realizador se ha revelado como un gran autor con un punto de vista muy personal dispuesto a devolver al western crepuscular el esplendor que se merece.
La trama nos sitúa en 1855. En la rural y sucia Nebraska de tipos rudos, conflictos raciales y asépticas tabernas conocemos a George Briggs, un hombre que a primera vista podemos decir que se ha visto en situaciones mejores, dado que cuelga de una soga atada al cuello, y conserva todavía la vida gracias a la paciencia del caballo en el que reposa con la ciega esperanza de que pase alguien a rescatarlo o, al menos, arañar unos segundos más de vida antes de morir asfixiado. Afortunadamente se interpone entre él y su fatal destino una mujer (de armas tomar) que lo salva, no sin antes hacerle prometer que lo ayudará en un negocio un tanto delicado. Obviamente el bueno de George no se encuentra en posición de discutir las condiciones de la empresa, por lo que, sin esperarlo, se ve escoltando una caravana con tres mujeres dementes hasta Iowa en una travesía llena de peligros. Jones, que vuelve a utilizarse a sí mismo como protagonista (como ya hiciera en la antes mencionada Los tres entierros de Melquíades Estrada), se asegura de estar rodeado de un elenco impresionante: Hilary Swank (Diarios de la calle), Meryl Streep (Agosto), James Spader (Crash) y Grace Gummer (Frances Ha) se pondrán a las órdenes del texano, que tiene pensado un “tour” de festivales antes de hacer llegar el esperado western al público.
Tierra y cobijo
El prolífico actor tendrá como competidora a Alice Rohrwacher, que se estrena en la competición de Cannes con Le meraviglie, cinta que supone un golpe de autoridad y representa al sector femenino cuya participación ha quedado (no sin una comprensible polémica) marcada por su ausencia. Tras un excelente debut en 2011 con Corpo celeste —que se presentó en la Quincena de los Realizadores en 2011—, en el que la directora mostraba un estilo muy delicado y controvertido al mismo tiempo, enfrentándose directamente con la iglesia católica y sus obsoletos procederes desde el punto de vista de una pre adolescente. Rohrwacher da ahora el salto a la primera fila con esta historia que nos presenta a Gelsomina (¿primer guiño a Fellini?), una madura niña de doce años que dirige con gran temperamento a sus tres hermanas que trabajan bajo su tutela. Enfoque de la vida rural italiana en la que el cabeza de familia ha tenido que delegar gran parte de las responsabilidades domésticas a su primogénita (ante la ausencia de varones en la descendencia). La película, escrita por la propia realizadora, está protagonizada por la gran Mónica Bellucci (La verdad oculta), la hermana de la directora, Alba Rohrwacher (El comandante y la cigüeña), Margarete Tiesel (Paraíso: Amor), André Hennicke (Reported Missing), Sabine Timoteo (El color del océano) y Sam Louwyck (La quinta estación). Tras su estreno en Cannes, la cinta se proyectará en salas italianas el 22 de mayo. Una apuesta original que seguro se gana el favor de la crítica, y que hará de compañera perfecta a ese gran drama que presenta Tommy Lee Jones. Mañana conoceremos las primeras impresiones de nuestro compañero Gonzalo Hernández, enviado especial a Cannes de EAM.
Alberto Sáez Villarino
Dublín (Irlanda)