La mitología del mundo del Marshall Givens
crítica de Justified: la ley de Raylan (2010-) | Temporada 5
FX / 5ª temporada: 13 capítulos | EEUU, 2014. Creador: Graham Yost. Directores: Michael Dinner, Bill Johnson, Dean Parisot, Gwyneth Horder-Payton, Adam Arkin, Don Kurt, Peter Werner, John Dahl, Jon Avnet, Michael Pressman. Guionistas: Graham Yost, Fred Golan, Dave Andron, Benjamin Cavell, Taylor Elmore, Chris Provenzano, Ingrid Escajeda, VJ Boyd, Leonard Chang, Keith Schreier. Reparto: Timothy Olyphant, Walton Goggins, Joelle Carter, Nick Searcy, Erica Tazel, Jacob Pitts, Jere Burns, Michael Rapaport, Alicia Witt, Jacob Lofland, A.J. Buckley, Damon Herriman, Amy Smart, Jesse Lunken, Jonathan Kowalsky, David Meunier, Justin Welborn, John Kapelos, Sam Anderson, Karolyna Widra, Mickey Jones, Danielle Panabaker, Don McManus, Dale Dickey, Steve Harris, Wood Harris, Jocelyn Ayanna, Casey McCarthy, Mary Steenburgen, Natalie Zea. Fotografía: Francis Kenny, Richard Crudo, Stefan Von Bjorn. Música: Steve Porcaro.
Toda serie tiene una mitología. Un conjunto de tramas, personajes, hechos, patrones y costumbres que conforman poco a poco el mundo de dicho producto. En las comedias se suele crear una mitología arraigada en los chistes, en los running gags y lo que su uso supone de cara al espectador. En los dramas suele ser más el cúmulo de experiencias que los personajes viven en cada capítulo. Una de las ventajas de hacer una serie por cable es que el público es más selecto, de manera que los creativos no deben estar tan pendientes de complacer a la audiencia cada semana con cosas nuevas, tratando de convencerles de que no cambien de canal. Justified: la ley de Raylan es una serie “mitológica”, que combina una estructura episódica –debido a su naturaleza de policiaco– con tramas generales que abarcan toda, o hasta varias, temporadas. Pero esta temporada ha sido distinta, porque el creador Graham Yost y sus guionistas saben que la sexta será la última, así que estamos ante un caso claro de penúltima temporada que prepara el camino para el final. Solo un vistazo a la larga lista de intérpretes invitados de cada uno de estos 13 episodios da una pista sobre la cantidad de tramas e historias que los personajes protagonistas tienen a su alrededor. Algunas de ellas se han resuelto en la temporada que nos ocupa, otras se han introducido. Cuando acaba Compensación (5.13), uno tiene claro cuál va a ser la última gran historia de la serie, y tiene todo el sentido del mundo. Pero antes de llegar a ese punto hemos visto un despliegue de historias entrecruzadas que requerían más atención que nunca. Los personajes del fallecido Elmore Leonard han cobrado una vida tan distintiva que los guionistas desoyen un poco por primera vez la potente voz del escritor, y el acostumbrado sentido del humor de la serie, uno de sus fuertes, se ha gestionado con mano más dura. La poesía de los diálogos y la sorna de los personajes han dejado paso a una conseguida sensación de gravedad y peligro (la trama de Ava en la segunda cárcel así lo ha logrado). Se han echado de menos estos rasgos, pero se entiende que los guionistas se hayan preocupado más de armar bien los conflictos dramáticos. Afortunadamente, sigue presente su buena mano para la elipsis y la creación de personajes memorables, estén de paso o sean presencias periódicas.
Los tres grandes protagonistas de la serie (Raylan, Boyd y Ava) han tenido mucho que resolver en los episodios, y todo debía hacerse de manera irreprochable para que su inesperada conexión final a tres tenga sentido. Esta apuesta ha sido en detrimento de Tim y Rachel, que tienen menos que hacer que lo habitual, lo que ya es decir. Justified: la ley de Raylan es una serie con grandes malvados de temporada, y en esta ocasión se ha decidido volver a usar la estrategia que mejor resultados les dio en su momento: una familia de criminales, los Crowe. Conectados al mundo de la serie por su relación con Dewey Crowe, que reaparece para proporcionar la parte más abiertamente cómica, sus primos se mudan a Harlan para prosperar económicamente a costa de Dewey, pero las cosas cambiarán rápido cuando sean la nueva obsesión de Raylan. Los cuatro nuevos Crowe han sido magníficamente interpretados por Michael Rapaport, Alicia Witt, Jacob Lofland y A.J. Buckley, pero el trabajo de Witt y Rapaport es de una calidad superior, sobre todo en sus últimos y dolorosos encuentros. Esta trama se ha cruzado tanto con Raylan, por lo ya dicho, como con Boyd cuando éste contrate a dos de los Crowe para su operación de tráfico de heroína desde México. A su vez, Ava cumple condena en la cárcel, y cuando Boyd logra aclarar sus cargos y dejarla en libertad, un revés la llevará a otra prisión por un crimen del que es inocente.
Todas las historias de la temporada han hecho que los personajes descubran cosas de sí mismos, de manera que la audiencia tiene claro de lo que son capaces. Lo que podía ser una sospecha se confirma, como la atracción de Raylan por el peligro, la debilidad de la relación entre Ava y Boyd (magníficos Joelle Carter y Walton Goggins) y lo lejos que éste último está dispuesto a llegar. La muerte de un personaje que lleva en la serie desde la primera temporada a sus manos es uno de los momentos clave de su historia, y ayuda mucho a entender el tono general de la temporada. Hay demasiado que contar como para pararse punto por punto en todo, así que basta decir que Justified: la ley de Raylan se ha vuelto oscura. Algunas muertes de esta temporada han dolido. El mundo criminal de la serie se nos hace cada vez más claro, con la recurrente presencia de Wynn Duffy como enlace con los diferentes brazos del crimen organizado del universo de Harlan, y dando pie a varios cruces de las historias y la noción de que los agentes de la ley pueden preferir la imagen completa antes que una detención precoz. Para Raylan en particular, que es al fin y al cabo el alma de la serie, ha sido una temporada difícil. Es evidente que no confía en su capacidad de padre, por lo que retrasa las visitas a su hija recién nacida; su interés amoroso de la temporada no ha funcionado por segunda vez consecutiva; y su jefe le ha dado la espalda por primera vez, de manera que la libertad con la que hacía su trabajo está limitada. Timothy Olyphant, en el que parece cada vez más el papel de su vida, está muy bien en su misión de darle color y carisma a todos los aspectos de un personaje siempre al borde de la chulería. La mentira con la que cierra la temporada (“Todo saldrá bien”) es un ejemplo perfecto de cómo funciona su mente, y más cuando minutos antes hemos visto a la nueva villana de turno contratar a Boyd para hacer lo que mejor se le da. La sexta temporada promete ser muy buena. Empieza la espera. | ★★★★★ |
Adrián González Viña
redacción Sevilla
