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    Cine Alemán Siglo XXI

    Entrevista | Miguel Ferrari, director de Azul y no tan rosa

    Miguel Ferrari, director de la ganadora del Goya «Azul y no tan rosa»

    «Quería escribir una historia que tratara sobre el derecho de cualquier persona a ser y pensar diferente».

    entrevista| Felicia Tavárez Suárez
    imágenes| Agencia EFE [1]; Miguel Ferrari [2 y 3]

    El cine venezolano, en los premios Goya (2014), hizo historia al ganar su primera estatuilla en la categoría de mejor película iberoamericana con Azul y no tan rosa del director Miguel Ferrari. Desde su estreno en Venezuela la narrativa y la amalgama de emociones de los personajes han cautivado al público venezolano y ha traspasado fronteras. Una nueva generación de cineastas ha logrado que en los principales festivales y premios internacionales el nuevo e interesante paradigma cinematográfico de América Latina sea protagonista, en tal sentido, para Miguel Ferrari las ideas desafiantes y la diversidad de historias están marcando la diferencia. El director venezolano trabaja en su próxima película y nos concedió una entrevista para conversar sobre el gran momento del cine en su país y el éxito de su ópera prima.

    En el discurso de la gala, en los premios Goya, agradeció al equipo por “ser valiente y atreverse a interpretar la película” ¿Considera que en el escenario cinematográfico los prejuicios son los responsables de que el tema de la homosexualidad y el respeto a lo diferente no tengan visibilidad y no sean interpretados?

    — En mi país ha existido desde siempre un gran tabú en relación a la homosexualidad y esto se ve reflejado en nuestra cinematografía. No se ha hablado de forma abierta y natural sobre este tema en nuestro cine y las veces que han aparecido personajes homosexuales en las películas, han sido desde una óptica burlesca e irrespetuosa. El cine y sobre todo la televisión han sido responsables en buena medida de que se haya generado una imagen distorsionada de las lesbianas y los homosexuales. Se les ha utilizado de forma humillante y no existe una legislación clara que les ampare ante las constantes descalificaciones y ataques que han sufrido.



    El cineasta David Trueba, declaró respecto a los premios: “Hay que tener cuidado: celebrarlo, divertirse, compartirlo. Pero también quitártelo de encima, porque puede ser un peso” ¿Cuál es su filosofía para después de los reconocimientos y del éxito de la película no perder su esencia, y que la próxima producción no se convierta en un peso por las expectativas que el público tiene?

    — Estoy de acuerdo con esa afirmación de David Trueba. Después que ganamos un reconocimiento tan importante como el Goya, debemos olvidarnos de él, seguir trabajando y dar lo mejor de nosotros mismos. La clave es no creer que nos la sabemos todas. Debemos seguir preparándonos y nunca perder sintonía con el ciudadano de a pie.

    ¿Cuáles aspectos entiende que han sido imprescindibles para que se materializara los reconocimientos internacionales que ha logrado el cine de Venezuela? Agradeció a su país por reconciliarse con el cine ¿Cómo valora ese proceso de reconciliación entre el espectador, directores(as) y actores con el cine venezolano?

    — Existe una nueva generación de cineastas con gran preparación y que vienen con mucha fuerza e ideas frescas. Estamos disfrutando además, de las bondades de una ley de cine por la que lucharon muchos cineastas en el pasado. Los espectadores han vuelto a creer en nuestro cine porque sencillamente les estamos ofreciendo un abanico más amplio de posibilidades. Falta mucho por mejorar, pero vamos por buen camino.

    Se fue de Venezuela en su mejor momento y estudió dirección cinematográfica en España ¿Cuáles enseñanzas han sido esenciales en su etapa de formación?

    — Aprendí a darle rienda suelta a la imaginación y a explorar formas de lenguaje. Si quieres hacer cine debes ver mucho cine. Estar en España me ha dado la oportunidad de ver películas procedentes de los lugares más recónditos y entender que lo que hace universal a una historia es hablar del hombre en su esencia.

    Tiene una trayectoria importante en la actuación y la formación en el área de la dirección cinematográfica, con su ópera prima ¿De qué manera se enlazó su rol como actor al momento de dirigir? ¿Por ser actor tenía un mejor entendimiento y otro lenguaje con los actores y actrices de la película?

    — La gran ventaja de ser actor es que le das mayor peso a lo que, en mi opinión, es lo más importante en una película, los actores. Ellos son los que dan vida a la historia. ¿De qué sirve tener una película impecable, técnicamente hablando, si los actores no conectan con el espectador? Es allí donde el director debe poner el mayor esfuerzo y para ello debe conocer los mecanismos que utilizan los actores para lograr una emoción auténtica. El ser actor me ha permitido saber lo que sienten y sus temores. Los actores somos seres muy vulnerables. Es por eso que los trato como a mí me gustaría que lo hicieran los directores. Dándoles confianza y haciéndolos sentir cómodos. Sin juzgarlos, ni evaluarlos y mucho menos presionarlos, sino más bien, estimularlos reconociéndoles cada logro. El arte y la fotografía en una película, si bien son fundamentales, no pueden ser protagonistas, más bien deben facilitarle el trabajo al actor y no entorpecerlo.

    Miguel Ferrari, director de la ganadora del Goya «Azul y no tan rosa»

    ¿Cómo fue el encuentro con la idea y el compromiso por hacer esta película?

    — Me encontraba en mi casa de Madrid y me impactó enormemente los debates retrógrados que se abrieron en los sectores más conservadores de la sociedad española en relación a la aprobación de la ley de matrimonios igualitarios. Investigué sobre el tema en Latinoamérica y las historias de discriminación y crímenes por homofobia eran alarmantes. Concebí la historia sin el propósito de hacer algo distinto. Simplemente quería escribir una historia que tratara sobre el derecho de cualquier persona a ser y pensar diferente. El tema central de Azul y no tan rosa gira en torno a la relación de un padre y un hijo que se reencuentran y se ven obligados a solucionar sus diferencias. Es una historia sobre el amor, la amistad, sobre la familia en su sentido más amplio.

    Indicó que no realizó la película con un fin aleccionador, sin embargo, en estos tiempos de intolerancia y discriminación ¿A qué nos convoca Azul y No tan Rosa?

    — Es una historia sobre el reencuentro. Sobre el respeto que merece cualquier persona a tener una opción diferente... Sobre el derecho que tiene cualquier persona a pensar distinto y que no por ello deba ser discriminado.

    ¿Al escribir el guión y crear los personajes de la película de cuáles cliché y estereotipos se alejó?

    — Sobre todo intenté alejarme de los mitos que giran en torno a la homosexualidad. Hombres amanerados o con cuerpos de gimnasio o promiscuos. Quería mostrar seres humanos que sienten y padecen como cualquier otro.

    Además, de ser el personaje principal ¿Por qué Diego experimenta el arco emocional más amplio de la historia?

    — Porque es el personaje que necesariamente debe evolucionar en la historia para convertirse en un mejor ser humano. Su conflicto no es su homosexualidad, sino el miedo que siente de ser rechazado por la persona que más ama, su hijo. Es por eso que debe madurar, dejar atrás esa especie de adolescencia en la que se encuentra atascado y aprender a ser padre. El personaje de Diego es la columna vertebral de la película y mi gran reto fue que el espectador hiciera el mismo viaje emocional que él, para que al final terminara amándolo tal y como es, sin importar las diferencias.

    Habló sobre la importancia de la honestidad en los actores y actrices, en no intelectualizar las actuaciones, pero independientemente de la temática y del guion ¿Qué otros elementos o cualidades le interesan en un actor y en una actriz?

    — Debe ser moldeable. No debe tener ideas rígidas y siempre debe estar dispuesto a explorar sus propias emociones para ponerlas al servicio del personaje. Nunca debe juzgar al personaje. Simplemente debe ser el personaje sin darle muchas vueltas.

    Sergio de la Puente fue el responsable de la música en la película y también escuchamos Tonada de Luna Llena de Simón Díaz ¿Qué quieren sugerir, qué impacto quieren provocar con la música de la película? ¿Qué tipo de conexión?

    — Desde el momento que comencé a escribir el guión, supe que la música y los silencios iban a tener un lugar especial en la película. Arranqué con una danza trepidante y luego me fui pasando por el pop de los 80 hasta llegar a un aria de ópera de Bellini, siempre con el tango como telón de fondo. La escena de la tonada de la luna llena del maestro Simón Díaz es uno de los momentos que más cuidé en la película. Fue sencillamente mágico. Por otro lado, disfruté mucho trabajar la música con Sergio de la Puente. Captó cada instante y pasó de puntillas, poniendo su gran talento al servicio de la historia y dejándoles el protagonismo a los actores. Eso es algo que valoro mucho de un artista... su humildad.

    Simón Díaz, cantante, músico, compositor y poeta venezolano ¿Cuál entiende es su legado como artista y ser humano? ¿Su mayor riqueza?

    — Habló siempre de su pueblo y eso le hizo universal. Representa nuestra esencia y al mismo tiempo nuestra universalidad como venezolanos.

    ¿Considera que la innovación, la creatividad y la inversión cultural necesita tener mayor relevancia en la agenda económica, es decir, que es necesario repensar el modelo y que realmente la “economía creativa” de nuestra región sea una prioridad?

    — La cultura y las artes deben ser un asunto prioritario en las políticas de Estado de cualquier nación del mundo. Todos los esfuerzos que se hagan en esta materia son una inversión a mediano y largo plazo en la calidad de vida de sus ciudadanos. En cada rincón del planeta donde llegue el arte, se estará combatiendo la violencia y la intolerancia. El cine se ha convertido en la tarjeta de presentación de un país ante el mundo. Es por eso que debemos cuidarlo y fortalecerlo, fomentando que se haga cada vez más y mejores películas.

    ¿Qué otros temas o realidades le gustaría explorar y proyectar en una película?

    — Ya estoy trabajando en mi próxima historia. Será diferente en cuanto al tema, pero seguiré profundizando en mi estilo y mi forma de contar historias. No puedo adelantar más. Es muy pronto todavía.

    ¿Cuál es la ruta de Azul y No Tan Rosa por Europa y América Latina?

    — Este 2014 será un año importante para Azul y no tan rosa. Tenemos confirmado hasta el momento el estreno comercial en España, USA, Canadá, Reino Unido, Polonia y los países francófonos de la Unión Europea, entre otros.

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