INFIERNOS PARTICULARES
crítica de Go to Hell (3x12) | American Horror Story: Coven (Temporada 3)
FX | EEUU, 2014. Director: Alfonso Gomez-Rejon. Guión: Jessica Sharzer. Creadores: Ryan Murphy & Brad Falchuk. Reparto: Sarah Paulson, Taissa Farmiga, Frances Conroy, Evan Peters, Lily Rabe, Emma Roberts, Kathy Bates, Jessica Lange, Gabourey Sidibe, Angela Bassett, Danny Huston, Lance Reddick. Música: James S. Levine.
Cordelia comprueba si ha recuperado su poder de visión. Fiona y su amante plantean la matanza de las brujas. Queenie investiga el paradero de Marie y Delphine.
Lo han vuelto a hacer. Fieles a su costumbre, los responsables de American horror story han dado un vuelco de cara al final. Si en la primera temporada mataron a Vivien en el penúltimo episodio; y en la segunda temporada eliminaron a Mary Eunice y Arden a tres capítulos del desenlace, ahora han tomado otra decisión sorprendente: acabar con Fiona. A menos que haya una revelación la próxima semana, que tampoco sería extraño, el personaje de Jessica Lange ha fallecido a manos de su psicótico amante. Pero no solo eso. Jessica Sharzer ha escrito un capítulo donde la trama de Marie y Delphine, su milenaria rivalidad, se resuelve. Delphine es un monstruo que no va a cambiar, de eso no hay duda, pero Marie lleva siglos sacrificando bebés para mantener su inmortalidad. Es solo justo entonces que Papa Legba, con la inestimable ayuda de Queenie, las condene a su particular infierno. Ambas pasarán el resto de sus días en el ático de las torturas de LaLaurie. Así termina el extraordinario trabajo de Angela Bassett y Kathy Bates. El maravilloso sentido del humor de la serie funciona al ver que Delphine se escondía en su propia casa. Como la nueva guía de la mansión LaLaurie, aclaraba a los turistas la leyenda sobre su persona.
Del infierno de las inmortales sanguinarias al de Cordelia, cuyo poder de visión no vuelve tan rápido como ella quisiera. Tras automutilarse, la bruja necesita liberarse de la influencia de su arrolladora madre para ser capaz de conectar con su magia interior. Una conversación con Fiona, donde ésta se despide para siempre, será la clave para recuperar su don. Funciona como aislado momento de genuina tranquilidad entre ambas. Eso le permite mandar a Fiona a su infierno particular, cuando ve que el Hombre del Hacha va a arrasar con las candidatas a Suprema y luego será abandonado, porque no tiene pasaporte. Cordelia orquesta la muerte de su madre (¿sin querer?) y se vale del don para rescatar a Misty, que ha pasado varios días enterrada viva. Otro infierno.
La eliminación de estos personajes viene dada para encarrilar la trama hacia la coronación de la Nueva Suprema. El episodio comienza con una preciosa peliculita en blanco y negro que explica las Siete Maravillas que una bruja debe demostrar para probar que es la sucesora. Varias de esas habilidades las hemos visto en acción a través de varias de las brujas en estos 12 episodios, pero solo una podrá ser la más poderosa. El ansia de poder ha traído a Zoe de vuelta a la ciudad en un giro de guión de dudosa credibilidad. La hechicera y su novio vuelven porque Zoe cree ser la nueva Suprema y quiere hacer las cosas bien. Lo mismo pasa con Queenie, que tras arreglar las cosas con Papa Legba, ayuda a rescatar a Misty. El último segmento del episodio recoge la verdadera razón de ser de la temporada. Coven trata sobre la fortaleza de la mujer. Cuando Misty vuelve a la mansión ataca salvajemente a Madison. Una paliza de la que el resto de brujas (y Kyle) es testigo, y que se verá interrumpida por el Hombre del Hacha, sediento de más sangre.
El talento de Jessica Lange ha quedado fuera de toda duda en las tres temporadas de American horror story. Como Fiona, la actriz ha bordeado el exceso en múltiples ocasiones, pero la honestidad emocional que palpita en su trabajo hace que nunca sobreactúe. De ahí la sorpresa al verla en plena pelea con Danny Huston, desde el grito tras un tirón de pelo hasta los últimos hachazos que recibe el personaje. Aunque les viene bien, las brujas se vengarán de la muerte de su Suprema con una masacre absoluta contra el asesino en serie. Litros de sangre fluyen en este Go to Hell, en una serie que sabe ser violenta sin que duela y a la vez crear una patente turbiedad e inquietud. Es muy poco habitual que una serie tenga un director/productor que cambie el estilo establecido en el piloto. Ryan Murphy dirigió el primer capítulo de American horror story, pero Alfonso Gomez-Rejon lo ha multiplicado por diez, hasta el punto de convertirlo en el estilo de la serie. A su cámara ingrávida y angulares extremos se unen de vez en cuando vistosas soluciones que homenajean al mejor cine. Este penúltimo episodio muestra una premonición con filtros azules y un fundido encadenado que va de Cordelia a Misty. Estímulos que hacen las delicias del personal, y que apelan a la verdadera esencia de una serie que se hace con evidente placer. De todos los implicados. | ★★★★★