Éxito con mayúsculas
Crónica de la tercera jornada del Americana Film Fest 2014
Tras tres días intensos, donde se proyectaron 11 películas, ayer finalizó la I edición del Festival Americana de Barcelona. Una muestra que empezó con cierta incertidumbre y ha finalizado con un éxito de público, demostrado con sonoros aplausos por el trabajo bien hecho y la gran dedicación de todo su equipo. Para cerrar, se apostó, una vez más, por la heterogeneidad. Durante la tarde se pudieron ver obras tan dispares como The Kings of Summer, Upstream Color y Ain’t Them Bodies Saints. La primera, The Kings of Summer, fue la cinta escogida por la organización para la presentación del festival en su jornada inaugural, y repitió pase en su último día. El filme, dirigido por el novel Jordan Vogt-Roberts, es una mirada nostálgica a la adolescencia rebelde. Una historia sobre tres jóvenes que deciden irse a vivir al bosque donde construirán su propia casa y vivirán bajo sus propias reglas. Clara deudora de las películas de aventuras de los 80 como Cuenta conmigo o Los Goonies, nos muestra esa ingenua libertad que persigue la determinación de los tres protagonistas. Un trabajo fresco, divertido, que en algún momento pierde su horizonte pero que logra que llegue al espectador al más puro estilo “feel good movie”. Una bonita metáfora de lo que también ha conseguido el Americana Film Fest en su primera entrega.
La tarde siguió con la apuesta más difícil del certamen: Upstream Color. El segundo trabajo de Shane Carruth, que no sólo dirige, sino que también produce, escribe, fotografía, diseña el sonido y monta, resulta una experiencia visual y sensitiva única. Con una trama más sencilla de lo que el empaque y la enredada narrativa nos pretende dar a entender, habla de manera metafórica, o no tanto, de una sociedad sin ideas, dominada por alguien o algo superior. Una cinta que parece tener como único objetivo la polémica y la división, y cuya arrolladora puesta en escena choca con un ritmo pesado y un contenido vacío. Por último, Americana cerró el telón con la proyección de Ain’t Them Bodies Saints, de David Lowery. Debut con claras influencias malickianas en su bella fotografía y en su ritmo pausado que nos cuenta la historia de dos amantes que son separados, debido a problemas con la ley, y su lucha para volverse a reunir. Con un tono crepuscular, Lowery nos cuenta la odisea de él, interpretado por Casey Affleck, y la paciencia de ella (Rooney Mara), que espera en silencio la llegada de su amante. Una trama que hubiera agradecido un punto de garra y un guión al que le falta cerrar varios flecos que quedan sueltos; pero que, sin embargo, funcionan para contar una historia bella, evocadora y envolvente. Un más que digno colofón. Esperemos que el Americana haya llegado para quedarse. Los grandes números en taquilla, con 8 de las 11 proyecciones con la sala completamente llena, demuestran que hay mucho interés en descubrir el panorama independiente del cine norteamericano. Contamos las horas para la segunda edición.
Ginebra Bricollé Nadal
Barcelona.