Más de lo mismo
crítica de Paranormal Activity: Los señalados | Paranormal Activity: The Marked Ones, de Christopher Landon, 2013
Hace poco más de un lustro se estrenaba Paranormal Activity (2007), una de las películas más rentables de la historia. Costó unos 15.000 dólares y su recaudación superó los 100 millones. Tras el éxito cosechado en su paso por distintos festivales (Sundance incluido) se distribuyó por todo Estados Unidos y poco después allende sus fronteras –bajo la tutela de dos grandes como DreamWorks y Paramount Pictures–. Un filme de miedo de bajo presupuesto, con pocos recursos pero muy bien utilizados, que obtuvo el beneplácito de público y crítica, amén de una campaña brillante de marketing. Una gallinita de huevos de oro llamada a convertirse en franquicia. Lo dicho, seis años después y vamos por la quinta entrega, un spin-off dirigido a audiencias hispano hablantes, con el que se busca oxigenar una idea asfixiada a base de secuelas. A pesar del cambio de escenario y de romper con la historia original la esencia es la misma. Paranormal Activity: Los señalados (2013) es continuista en su idiosincrasia, siguen vigentes las premisas que fueron su seña de identidad. La apariencia cutre y el hiperrealismo de la cámara de video de alta definición están detrás de cada escena. Siguiendo la estela marcada en su día por El proyecto de la Bruja de Blair (1999).
La acción de esta suerte de found footage transcurre en una zona predominantemente latina de Estados Unidos. Cambian los sujetos y el espacio se amplia, la acción ya no se desarrolla entre cuatro paredes. No hay casa encantada como tal, pero sí un "ejército de señalados" por ahí fuera. Ojito con ellos. El trío protagonista se irá enfrentando a la angustiosa realidad de que uno de ellos –Jesse– empiece a estar dominado por fuerzas paranormales, una posesión diabólica que pondrá en jaque sus vidas. El inicio rehúye los fregados satánicos, tan sólo pequeñas pinceladas. El primer tercio de película se centra en presentar a los personajes con sentido del humor. Unas cuantas payasadas de video aficionado, coletazos cotidianos que dan pie a que nos familiaricemos con ellos. Todo empieza en un acto de instituto –a falta de boda o bautizo–, diplomita en mano y fiesta post-coital en familia. Una leve incursión en la cultura chicana. Preludio un tanto extenso que provoca una precipitación de los acontecimientos a posteriori y una leve confusión ¿no era una peli de miedo? Pregunta que me haré, también, al remate de la cinta, después de la secuencia final. Una bacanal desconcertante que dividirá a la platea –intuyo– entre los que se ríen y los que se asustan. Nadie llorará, la agonía no se prolonga en exceso. Son noventa minutos de metraje digeribles con un vasito de agua al lado –como el mazapán–. A pesar del intento por revitalizar y poder extender, hasta la extenuación, este sinsentido de saga, el concepto ha perdido la frescura de la cinta inicial. La coherencia del bajo presupuesto y la escasa calidad visual como principales atractivos se diluye en la clonación de la célula madre. La copia de la copia suele ser mala. Paranormal Activity: Los señalados no es una excepción, por mucho que quieran ampliar el público potencial y cambien de espacio y protagonistas. Que nadie se lleve a engaño, el lavado de cara tiene su razón de ser. El fiasco de la cuarta entrega profetizaba el fracaso de la quinta –que se estrena en octubre de este año que empieza–. Hay que ganar nuevos adeptos, o al menos recuperar a los desencantados para la causa. | ★★★★★
Andrés Tallón Castro
redacción Madrid
Estados Unidos, 2013, Paranormal Activity: The Marked Ones. Director: Christopher Landon. Guion: Christopher Landon. Productora: Paramount Pictures. Fotografía: Gonzalo Amat.. Reparto: Richard Cabral, Carlos Pratts, Eddie J. Fernandez, Jorge Diaz, David Fernandez Jr.,Kimberly Ables Jindra, Tonja Kahlens, Frank Salinas.