Cormac McCarthy lleva pasos de convertirse en el escritor con mayor número de incursiones cinematográficas por obra publicada. Con la adaptación de su novela Hijo de Dios, ya son siete las obras que se han visto reflejadas en la gran pantalla, lo que sumado al reciente guion escrito para la película El consejero, es una cifra récord tratándose de un autor que no destaca por prolífico. El problema de la mayoría de sus adaptaciones, es que pierden ese vanguardismo que caracteriza sus escritos, la detallada descripción narrativa, lo poético de sus textos, la fluidez de sus diálogos; todo queda reducido a una simpleza que no le hace justicia y que, a excepción de No es país para viejos, no nos permite conocer el verdadero estilo del autor.
James Franco (The Broken Tower), que empieza a encontrarse tan cómodo tras la cámara como frente a ella, será el encargado de dirigir la cinta. Un director que ya se había atrevido en anteriores ocasiones con pesos pesados de la literatura, como su versión de As I Lay Dying, de William Faulkner. En esta ocasión, la trama gira en torno a Lester Ballard, un hombre extremadamente violento, un sociópata incapaz de relacionarse con el mundo cuyo comportamiento lo llevará a la completa marginación, la delincuencia, y un estilo de vida degenerado y perverso. El propio Franco aparece entre el elenco en el que también encontramos a sus colaboradores en la mencionada As I Lay Dying: Scott Haze, Tim Blake Nelson y Jim Parrack; y a Fallon Goodson (Lofe Happens) y Jeremy Ambler. Presentada sin despertar muchos halagos en el festival de Venecia, la cinta sigue sin fecha de estreno confirmada.
Texto| Alberto Sáez
Fuente| The Film Stage