Que el sur cicatrice mi herida
crítica de All that Remains | de Pierre-Adrian Irle & Valentin Rotelli, 2012Dicen que una vez has tocado fondo, lo único que puedes hacer es levantarte, y volver a encontrarte a ti mismo. El viaje físico pero también simbólico es el leitmotiv común de All that remains, un bello filme suizo estrenado el año pasado y presente en las Secciones Oficiales de festivales como Raindance, Munich o Nueva York, que Streams rescata con la premisa de sumergirnos en la pérdida y revolución personal de sus cuatro protagonistas. Ellen, una joven que debe someterse a tratamiento para curar su cáncer sube al coche de Nakata, un hombre japonés que regresa a Tokio, y que inmortaliza momentos a través del objetivo de su Nikon, mientras el autostop que Sara hace para visitar a su marido condenado a una década de cárcel, encuentra auxilio en el automóvil del misterioso y reservado Ben. Todos ellos parecen enseñarnos que no hay nadie que camine sin cargar con su lastre.
All that remains es una historia hermosa, delicada y bien contada, una fábula sobre el viaje y la superación, la redención que hallamos en los lugares mágicos, y la gestión humana del propio dolor, que nos mete de lleno en un momento clave de estos cuatro personajes asfixiados por el pasado, la infancia o el desamor. Mediante el hilo conductor de la carretera como vía de huida y recuperación, el tratamiento documental que hace que la película asemeje un de diario audiovisual de sus vivencias. Guiados por una exquisita y banda sonora de pop, rock y folk, Ben, Sara, Ellen y Nakata emprenden su odisea personal, no exenta de traumas, furia y tristezas arraigadas en el alma de cada uno. Una canción de la radio, bailes y lugares que resucitan las ganas de vivir o el popular libro de un escritor maldito estadounidense son elementos que nos ayudarán a llegar al fondo de los integrantes y cuestionarnos a nosotros mismos el verdadero valor de las cosas. En definitiva, una obra que personifica la pena, el amor y la catarsis. No dejen de verla. ★★★★★
Andrea Núñez-Torrón Stock
redacción Santiago de Compostela
Suiza, 2012, All that Remains. Director: Pierre-Adrian Irle, Valentin Rotelli. Guión: Pierre-Adrian Irle, Valentin Rotelli. Productora: Reparto: Isabelle Caillat, Travis Shakespeare, Toshi Toda, Olga Rosin. Presentación oficial: 2012, Sección oficial Festival de Raindance. Sección oficial Festival de Munich, Sección oficial New York Film Festival
Noches irreversibles
crítica de Mary & Johnny | de Samuel Schwarz y Julian M. Grünthal, 2011Remontándonos al ecuador del Züri Fäscht de 2010 y al final de la Copa Mundial de fútbol de ese año, nos trasladamos al marco de Mary & Johnny, un filme suizo de 2011 que aborda la pérdida de control y los problemas de una joven pareja. Esta obra de Samuel Schwarz nos presenta a Mary, impulsiva, arrebatada y ambivalente y a su novio Johnny, más sosegado y lacónico que ella. Johnny es despedido de su empleo, y frustrado y de mal humor, rehúsa los planes festivos que Mary propone para la velada nocturna, una noche de presunta fiesta, alcohol, y jolgorio futbolístico. Tras la discusión, cada uno se va por su lado, dando lugar a estrambóticas situaciones con peculiares personajes, en las que no faltan drogas, violencia y nostalgia del otro. Los momentos surrealistas preludian la salida a la luz de la faceta más primitiva de ambos.
Mary & Johnny tiene una manufactura claramente indie, con ciertos toques experimentales y filtros de color que convierten a la película en una propuesta visualmente atractiva. A través de la voz en off en segunda persona de un misterioso conocido dirigiéndose a Johnny la narración va fluyendo y despertando incógnitas, y realizando una autopsia emocional de sus dos protagonistas, guiados por el instinto, la culpa, el hedonismo y la rabia en su noche por libre. A pesar de contar con un enfoque interesante, el filme se queda corto, prometiendo más que demostrando, sin profundizar en la complejidad y psicología de unos personajes que adolecen de diversas inconsecuencias, y cuyas interpretaciones, sobre todo la de Nadine Vinzens, no acaban de resultar del todo satisfactorias. El ritmo es decente, puesto que el formato temporal es veloz al abarcar únicamente una noche completa, los puntos álgidos enganchan y sostienen la mirada del espectador en la pantalla, pero la sensación final, lejos de acercarnos a las diatribas, malentendidos y románticas tiranteces de la pareja, es más rayana al desencanto que otra cosa. ★★★★★
Andrea Núñez-Torrón Stock
redacción Santiago de Compostela
Suiza, 2011, Mary & Johnny. Director: Samuel Schwarz, Julian M. Grünthal. Guión: Samuel Schwarz. Productora: Kamm(m)Acher. Reparto: Nadine Vinzens, Philippe Graber, Ranja Kamal, Nils Althaus. Presentación oficial: 2011, Sección Oficial del Festival de Zurich.
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