VÍCTIMAS INOCENTES
crítica de What Maisie Knew | Scott McGehee, David Siegel, 2012En 1979 la Academia de Hollywood premió con 5 Oscar –mejores película, director (Robert Benton), actor (Dustin Hoffman), actriz secundaria (Meryl Streep) y guión adaptado– a Kramer contra Kramer, un pequeño drama que removió conciencias sobre las consecuencias que tenía en un pequeño niño el divorcio de sus padres, enzarzados en una feroz guerra judicial por conseguir su custodia, sin parar a preguntarse qué es lo mejor para el menor. Más de 100 millones de recaudación terminaron de redondear su status de hito del cine moderno, aunque el paso del tiempo no le esté sentando precisamente bien y vista hoy, no se diferencia demasiado de los típicos telefilmes de sobremesa. Su calidad cinematográfica vuelve a ponerse de nuevo en duda si la comparamos con esta What Maisie Knew (2012) que aborda de nuevo el mismo tema, desde la óptica de una niña pequeña, relegando a los adultos a meras presencias secundarias. Si en 2013, la joven protagonista de Bestias del sur salvaje Quvenzhané Wallis sorprendió a propios y extraños colándose, con solo 9 años, entre las cinco nominadas al Oscar a la mejor actriz, en 2014 no resultaría extraño que Onata Aprile repitiera esa hazaña por su excelente trabajo en esta película.
Scott McGehee y David Siegel, cuyo título más destacado hasta la fecha era En lo más profundo (2001), un thriller dramático que le valió a Tilda Swinton sendas candidaturas como mejor actriz en los Globos de Oro y el Círculo de Críticos de Nueva York, demuestran una gran sensibilidad y sutileza al trasladar (convenientemente actualizada, por supuesto) al cine una magnífica novela de James Henry –autor también de Otra vuelta de tuerca o Retrato de una dama– publicada en 1897, demostrando una vez más que las grandes obras siguen manteniendo intacta su vigencia por su carácter atemporal. What Maisie Knew cuenta la historia de Susanna (estupenda como acostumbra, Julianne Moore, posiblemente la mujer que mejor llora ante las cámaras), una cantante de rock de éxito y Beale (correcto Steve Coogan, alejado de sus habituales papeles cómicos), un marchante de arte, que inician los trámites de un turbulento divorcio en el que utilizarán a la pequeña Maisie (enorme, Onata Aprile) como arma arrojadiza para hacerse daño mutuamente. La niña, tras acostumbrarse a presenciar las continuas broncas y faltas de respeto entre sus padres, deberá aprender a vivir pasando continuamente de mano en mano, adaptándose a las nuevas parejas de sus progenitores (notables Joanna Vanderham y Alexander Skarsgard) y estableciendo con éstos últimos unos vínculos afectivos más estrechos cuando los auténticos padres se desentiendan de ella por sus continuos viajes y compromisos laborales. Lo que podría parecer a simple vista un sensiblero dramón típico de la televisión, se revela como un delicado retrato del lado menos feliz de la niñez. El mundo de la infancia y sus fantasmas interiores está maravillosamente plasmado en la pantalla al centrar el protagonismo en la omnipresente Onata que, armada con una dulzura y naturalidad aplastantes, logra transmitir toda la confusión que el personaje de Maisie siente a lo largo de todo el filme. Resulta increíble como en su alegre e inocente mirada se va dibujando, conforme avanzan los minutos (y los desengaños), un halo de tristeza y de forzada madurez. Ella es el motor del largometraje y aguanta estoicamente las réplicas de los actores adultos, robando cada escena.
Como solo el cine indie sabe hacerlo, la historia de What Maisie Knew traspasa la pantalla para hacer reflexionar al espectador sobre un tema tan serio (y casi siempre tocado a la ligera) como es el egoísmo de los adultos en las situaciones de ruptura sentimental. En este tipo de conflictos, a veces adquieren más importancia el rencor y las ansias por dañar a la otra persona que el amor y el bienestar de los hijos. Nadie se detiene a preguntarse qué sienten unos niños de corta edad al ver a sus padres pelear, descalificarse en los juzgados y, lo que es peor, al ser manipulados psicológicamente, utilizando el chantaje emocional con la intención de llevárselos a su territorio. En este aspecto, la cinta de McGehee y Siegel consigue plenamente el objetivo de incomodar, indignar y, finalmente, emocionar al espectador hasta las lágrimas, por la contundencia de su mensaje. El filme, de manera inteligente y sutil, plantea valiosos debates sobre hasta qué punto debe considerarse padres a unas personas que dan prioridad a sus carreras profesionales por encima de cualquier otra cosa. Obviando la anécdota biológica, Maisie encuentra en sus padrastros a unos adultos que le cuidan y le dan el cariño necesario para formar esa familia idílica y perfecta que siempre había soñado. Es una lástima que esta cinta independiente haya pasado con más pena que gloria por las pantallas norteamericanas, pese a haber sido candidata al Premio del Público en Toronto. Esto le restaría posibilidades de entrar en la carrera de premios que está por venir. Independientemente de los galardones o reconocimientos materiales que pudiera recibir o no, para el que esto escribe What Maisie Knew es una de las mejores películas de lo que llevamos de año, un emotivo y poderoso drama que transmite verdad gracias al entregado trabajo de todos sus actores y al primoroso cuidado por los pequeños detalles que le ha otorgado sus creadores. Un pequeño milagro, ni más ni menos. ★★★★★
José Antonio Martín.
crítico de cine.
Estados Unidos. 2012. Título original: What Maisie Knew. Directores: Scott McGehee, David Siegel. Guión: Carroll Cartwright (Novela: Henry James). Productora: Red Crown Productions/ Weinstock Productions/ 10th Hole Productions. Presupuesto: 6.000.000 dólares. Recaudación en USA: 1.065.000 dólares. Localización principal: New York. Fotografía: Giles Nuttgens. Música: Nick Urata. Montaje: Madeleine Gavin. Intérpretes: Onata Aprile, Julianne Moore, Steve Coogan, Joanna Vanderham, Alexander Skarsgard.