San Sebastián 2013

Mariana Rondón, Concha de Oro por Pelo malo

VENEZUELA CONQUISTA SAN SEBASTIÁN. 'PELO MALO', DE MARIANA RONDÓN, CONCHA DE ORO

palmarés del Festival de San Sebastián 2013

Saltó la sorpresa. La venezolana Pelo malo, de Mariana Rondón, se llevó el máximo galardón de esta 61ª edición del Festival de San Sebastián. Una filtración a la prensa ya anunciaba esta polémica decisión. Polémica porque eran otros títulos los favoritos. La cinta de Rondón había convencido en su estreno pero sin demasiados alardes. Ha sido elegida unánimemente por el jurado comandado Todd Haynes. Añadir que Pelo malo era la única cinta que retrataba la homosexualidad en la Sección Oficial, una condición que comparte con el presidente del jurado. Gran espaldarazo para un largometraje modesto que verá multiplicada a la décima potencia su estreno en medio mundo. Otra de las triunfadoras de la noche ha sido La herida, que ha obtenido los laureles a la mejor actriz y el Premio Especial del Jurado, lo esperado para una de las sensaciones del certamen. Del resto de ganadores, pocas sorpresas: Broadbent, Eimbcke, Quai d’Orsay y Caníbal; lógica que únicamente no se ha cumplido en el entorchado más importante. A continuación, el palmarés completo.

Concha de Oro a la mejor película

■ Pelo Malo, de Mariana Rondón | Venezuela.

La opinión de Ignacio Navarro| Una de las competidoras latinoamericanas de esta edición donostiarra es Pelo malo (2013), un sensible drama familiar sobre la relación entre un niño confundido y su autoritaria y desempleada madre. El título hace referencia al revoltoso pelo del primero, elemento a priori insignificante pero que para su madre supone la primera pista de la incipiente homosexualidad de su hijo. Una perturbación inadmisible para ella que se une además a sus penurias económicas y familiares ya existentes. Sin embargo, pese a disponer de estos elementos, Rondón no sabe imprimir ni la suficiente sensibilidad ni la oportuna tensión a la historia, incluyendo algunas escenas luminosas como ese baile entre el niño y su abuela, pero conformando globalmente un relato que se queda a medio camino tanto en el desarrollo de estos personajes como en su relación con un ambiente enrarecido por la enfermedad de Chávez. En otras palabras, la peculiar combinación de delicadeza y dureza del filme conlleva que no estén realmente presentes ni una ni otra. ★★★★★

Premio Especial del Jurado

■ La herida, de Fernando Franco | España.

La opinión de Emilio Luna| Una de las películas más esperadas de la Sección Oficial. Y lo era porque los primeros test screening dejaban grandes opiniones para una cinta que no se encuadraba dentro de los habituales cánones del cine español. Y es así, La herida es un filme muy europeo. Reminiscencias del neorrealismo en una historia sobre el dolor y soledad. El retrato de una joven que nunca llegará a ser feliz. La vida como enfermedad. Y es ahí donde radica la fortaleza del segundo largometraje de Fernando Franco: la empatía que genera su actriz principal, una descomunal Marian Álvarez que se postula como Concha de Plata a la mejor interpretación. Ella es el alma y motivo capital para ver una obra que traspasa un escarnio demasiado vehemente sobre el espectador. Y ese, por otra parte, pudiera ser el lastre. No hay salida, no hay esperanza en esta trama de perdedores sin rumbo. Es algo que se percibe desde el primer minuto de metraje. Para algunos sonará monocorde, para otros una triste realidad. Estamos ante una pieza diferente, de enorme calado y vigor. Debe ser una de las cintas del año en España, así lo ha dictado el Donostia Zinemaldia con una enorme ovación. Paso al nuevo cine español. ★★★★★

Concha de Plata al mejor actor

■ Jim Broadbent, por Le Week-End.

La opinión de Ignacio Navarro| En la mejor tradición del cine inglés de calidad se presenta esta cinta protagonizada por una pareja madura, a cargo de dos actores en plena forma como son la televisiva Lindsay Duncan y ese seguro de vida que es Jim Broadbent. Apoyados por un brillante guion a cargo de Hanif Kureishi, sus personajes interactúan con una rara mezcla de madurez y frescura. De esta forma, como quién no quiere la cosa, la trama va avanzando y aportándonos datos sobre este matrimonio en crisis, que con motivo de la celebración de su trigésimo aniversario deciden pasar el fin de semana en París. La localización aporta pues también su dosis de encanto, aunque inicialmente Michell se muestra algo torpe encuadrándola, dando la sensación frecuente, y para mal en este caso, de que la cinta está dirigida por Tom Hooper. Hablamos concretamente de planos aberrantes y cortes heterodoxos que resultan contraproducentes para narrar esta historia intimista y agridulce. Afortunadamente Michell parece darse cuenta y progresivamente recurre a una planificación más sosegada, dejando respirar a sus magníficos actores mientras entonan esos diálogos ácidos y engañosamente espontáneos. Una cinta en cualquier caso inesperadamente enérgica y vitalista, que probablemente no nos esté contando nada del otro mundo pero con la que uno disfruta y se emociona muy fácilmente. ★★★★★

Concha de Plata a la mejor actriz

■ Marian Álvarez, por La herida.

Opinión de Ignacio Navarro| Fernando Franco, montador con experiencia, debuta tras las cámaras con La herida, última película en competición en la Sección Oficial. En ella realiza un incansable seguimiento de una mujer en horas bajas, con crisis de ansiedad, problemas para socializar e intenciones suicidas. El retrato es coherente, aunque algo repetitivo e inmisericorde, y cuenta con una impresionante interpretación a cargo de Marian Álvarez. Una Concha para ella sería muy merecida. Volviendo a la película, no pretende levantar el ánimo precisamente, ni es visualmente llamativa o memorable, pero cumple su propósito y se queda hasta cierto punto grabada en la mente. Una forma un poco anticlimática de concluir la sección, pero al menos confirma su aceptable nivel. ★★★★★

Concha de Plata al mejor director/a

■ Fernando Eimbcke, por Club Sándwich.

Opinión de Ignacio Navarro| El humor se puede manifestar de muchas maneras, pero cuando va unido a la impaciencia y a la fatiga pierde parte de su sentido, ya que se hace difícil disfrutar del mismo. Antes las películas cómicas se caracterizaban por un ritmo rápido, diálogos ágiles y acciones secas, pero últimamente se extienden los casos contrarios: ritmo pausado, diálogos escasos y básicos y acciones prolongadas en su infinita cotidianeidad. Uno de ellos es Club Sándwich, el nuevo trabajo de Fernando Eimbcke, en el que reúne en un hotel de playa en temporada baja a una madre y su hijo, para después incorporar a otra huésped adolescente que alterará la relación entre aquellos. El cineasta mexicano nos habla de las relaciones materno-filiales y del ligue adolescente, temas poco originales, con un estilo que trata de ser más original al incorporar los elementos recién enumerados, pero que a estas alturas ya tampoco es tan novedoso. En cualquier caso destaca una cámara fija que muestra sin apenas cortes cómo los tres personajes se untan crema en la espalda o cómo se sientan al borde de la piscina para observar el vacío. Hasta que aparece la chica el conflicto es solo latente, y como el mencionado estilo conduce a una tensión inexistente, a la película le cuesta arrancar y aburre un tanto. Luego se va creciendo con situaciones más afortunadamente humorísticas, pero parece que ello ocurre también cuando el montaje se aligera y las elipsis aumentan en número. El resultado final es con todo bastante satisfactorio. ★★★★★

Premio del Jurado a la mejor fotografía

■ Pau Esteve Birba, por Caníbal.

Opinión de Emilio Luna| Gran expectación en el Principal para ver la nueva película de Manuel Martín Cuenca Caníbal. Su proyección venía precedida con la siempre sospechosa buena acogida en el Festival de Toronto –información siempre sesgada y conveniente— El caso es que tras un sólido arranque, este retrato minimalista sobre un psicópata va perdiendo fuerza con el paso del metraje. Al guion de Alejandro Hernández y el propio Manuel Martín Cuenca le falta profundidad y lo acaba pagando en el último tercio del filme, donde el convencionalismo y la frialdad se apodera de un relato interpretado con mucha solvencia por Antonio de la Torre y Olimpia Melinte. Una lástima porque el potencial inicial es enorme. Pese a ello, es una cinta nada desdeñable y que debería ser la representante española en la próxima edición de los Oscar. Ya hay favorita para los Goya. ★★★★★

Premio del jurado al mejor guion

■ Quai d'Orsay, de Bertrand Tavernier | Francia.

Opinión de Ignacio Navarro| La sátira política es un subgénero de moda últimamente, aunque en España curiosamente parece que su tratamiento está prohibido. Al norte de los Pirineos no tienen reparos en adentrarse en el meollo del asunto, en los intríngulis de los políticos y funcionarios mostrando su trabajo diario de una forma tan realista como surrealista. Pues en este tipo de películas inevitablemente surge el lado más grotesco de la profesión, aunque Tavernier consigue en este caso evitar en todo momento la caricatura. Como también hiciera la notable El ejercicio del poder (Pierre Schoeller, 2011) desatando su vena trágica y buñuelesca, Quai d’Orsay recurre a la retórica de los antiguos y a la elocuencia más burda y a la vez rebuscada para pintar un hilarante retrato de un ministro de asuntos exteriores. Lo interpreta el veterano Thierry Lhermite, dando rienda suelta a una serie de tics, gestos y ademanes exagerados que sin embargo, como hemos dicho, no ofrecen una caracterización simplona pues los diálogos que pronuncia tienen siempre un doble significado. Mérito del brillante guion a cargo de Christophe Blain y Abel Lanzac, el cual discurre con fluidez a lo largo de las diversas y retorcidas etapas en que se divide la elaboración de un discurso, a pronunciar por dicho ministro y a trabajar por el coprotagonista de la función, un joven recién llegado a este microcosmos estresante e incendiario. Dinamismo por consiguiente constante en una cinta quizás no redonda debido a su estructuración episódica, pero sí muy recomendable y propicia a risas, reflexiones y aplausos finales. ★★★★★

Premiados 61 edición Donostia Zinemaldia

Premios paralelos

En otras secciones destacar la victoria de la representante islandesa en los próximos Oscar: Of Horses and Men (Hross í oss), una de las película más apreciadas de esta edición. También igual de sugerente la propuesta vasca Asier y yo que cuenta con participación extremeña en su producción. El premio del público, más que merecido, para la mejor película proyectada en el Festival y una de las mejores del año: De tal padre, tal hijo, de Hirokazu Kore-eda.

Con el listado de ganadores ponemos punto y final a la cobertura de San Sebastián 2013. Un festival que, en lo personal, ha sido muy especial por ser el primero y por el gran ambiente vivido. Dar las gracias a la excelente organización y, en especial, a mi compañero de aventuras Ignacio Navarro. Hasta el año que viene. Nuestra próxima cita nos llevará a Sitges, donde Ginebra Bricollé nos informará del certamen de cine fantástico y de terror más importante del mundo. Toda la información de los festivales en EAM.

Emilio Luna.

enviado especial a San Sebastián.