CONDENANDO AL ESPECTADOR
Ayer por la tarde se proyectaba para la prensa la última película de Atom Egoyan, conocido sobre todo por la memorable El dulce porvenir (1997). El caso es que en Condenados la premisa es hasta cierto punto similar, anticipando por tanto un trabajo valioso, pero la pésima recepción que tuvo este filme en Toronto presagiaba más bien lo contrario. Y así ha sido, pues salvo alguna excepción la platea lo ha vapuleado. La investigación de tres infanticidios conduce a la supuesta culpabilidad de tres jóvenes por su igualmente supuesta familiaridad con los ritos satánicos, una trama que asegura por lo menos un mínimo de intriga y turbación. Pero estos elementos prácticamente se echan a perder en una narración embarrada, que tras haber padecido un tijeretazo inclemente se queda en una torpe sucesión de momentos entre sensibles, anecdóticos o prescindibles. Si aparece en el palmarés, puede levantar muchas ampollas.
Photocall de 'Condenados'|
Rueda de prensa de 'Condenados'|
Photocall de 'Condenados'|
Rueda de prensa de 'Condenados'|