Una de las mejores películas de la pasada edición de Cannes representará a su país en la próxima edición de los Oscar. Hablamos de La gran belleza (La grande bellezza), para muchos, el gran filme del festival galo. Una buena oportunidad para que la nación mediterránea vuelva a los nominados de la academia. Algo que no ocurre desde 2005 cuando coló La bestia nel cuore, de Cristina Comencini. Ignacio Navarro pudo verla en Karlovy Vary y estas fueron sus impresiones|
“Existe por tanto otra cara de esa belleza tan ansiada, que no es otra que la cinematográfica. El contenido de la película adquiere así un inevitable metalingüismo, reforzada por la ocasional voz en off de Jep hablándonos directamente a nosotros, con su mirada dirigida hacia la cámara. Sorrentino pretende pues dialogar en cierta forma con el espectador, para que éste rellene los huecos de su fragmentada y heterodoxa narración, aun con el riesgo de que parte de su público se sienta desorientado o abrumado. Pues lo cierto es que La gran belleza busca sobre todo fascinarnos, y aunque no lo consigue siempre con la misma intensidad, el esfuerzo sigue siendo impresionante y hasta cierto punto unificado por esos distintos elementos integrantes de la belleza. Se dota así de sentido a una cinta sin márgenes ni previsiones, frecuentemente orquestada por impulsos, configurando en definitiva una sinfonía necesariamente ramificada, cuyos créditos finales nos confirman que al menos nosotros sí hemos asistido a una belleza trascendental.” ★★★★★ Extracto de la crítica de La gran belleza, Karlovy Vary 2013.