PONGA UN VAMPIRO EN SU VIDA
crítica de Radioactivo (Radioactive) (6x10), último episodio de la sexta temporada de True Blood.HBO | EEUU, 2013. Director: Scott Winant. Guión: Kate Barnow. Creador: Alan Ball. Reparto: Anna Paquin, Stephen Moyer, Sam Trammell, Ryan Kwanten. Rutina Wesley, Alexander Skarsgård, Chris Bauer, Kristin Bauer Van Straten, Lauren Bowles, Nelsan Ellis, Rob Kazinsky, Joe Manganiello, Carrie Preston, Jurnee Smollett-Bell, Deborah Ann Woll, Tara Buck, Adina Porter, Rutger Hauer, Amelia Rose Blaire, Luke Grimes, Karolyna Wydra. Fotografía: Romeo Tirone. Música: Nathan Barr.
Warlow continúa con los planes de desposar a Sookie. Bill cavila sobre la pérdida de sus poderes. Los vampiros disfrutan de la luz del sol.
Y llega el fin de la 6ª temporada de True blood. Una temporada irregular donde las haya. Mala en algunos momentos y ante todo una temporada que ha remarcado el agotamiento del serial más lúdico de HBO. Quizá por eso los guionistas deciden hacer un salto de seis meses a mitad del episodio. Para escapar de un círculo vicioso de mediocridad, de giros facilones e ideas prometedoras mal desarrolladas (pensándolo en perspectiva, ¿de verdad mereció la pena convertir a Tara en vampiresa?). Así que se ponen manos a la obra y cierran la trama de Warlow con aparatosidad y excesiva rapidez. Porque así lo desean ellos, resulta que Warlow fingía su bondad y en realidad quiere poseer a Sookie para alimento y sexo. Nada de amor inmortal. Pura sumisión. Y la telepática camarera no está por la labor de comprometerse a eso, así que trata de escapar y pide desesperada ayuda. Le sigue una digna sucesión de peleas y escenitas de acción, para rematar con una sorpresa ¿inesperada? Warlow acaba en el baño de Sookie, primer lugar donde hizo aparición, y ¡Niall! usa el portal para atraparlo mientras Jason le remata. El supuestamente todopoderoso vampiro-hada ha fallecido. Todos a salvo. Fin de la historia… o no.
Con la muerte de Warlow, el efecto de su sangre se desvanece. Así que los vampiros ya no pueden seguir andando durante el día. Y eso nos lleva a la escena más impactante del capítulo. Eric está tomando el sol desnudo en la cima helada de una montaña mientras lee un libro. El efecto desaparece y el vikingo estalla en llamas ante nuestros ojos, con frontal incluido. El hecho de que la serie corte a negro con el hombre-antorcha en pantalla hace que enseguida sospechemos. ¿Está Eric muerto de verdad? Un servidor no lo cree ni por asomo. Minutos antes Pam ha tomado la decisión de ir a buscarlo, así que es asumible que su “hija” le salve en el último momento.
Y pasados seis meses, el mundo es completamente distinto. Al menos Bon Temps. Sookie y Alcide están juntos en una sana y sencilla relación. Al igual que Jessica y James. Sam es el alcalde del sitio y se prepara para ser padre con Nicole –que no dice una palabra en los últimos dos capítulos-. Jason y Violet tienen una intensa relación. Tara y Willa son amigas (recordemos que Tara salvó a la joven de la muerte al llevársela del piso de Ginger). Bill es un autor de reconocido prestigio, aunque ya no tiene los poderes de Lilith. Arlene es la dueña del rebautizado Merlotte´s. Ni rastro de Niall o Pam. Ni la antigua manada de Alcide. ¿Por qué es el mundo distinto? La Hepatitis V ha mutado y ya no mata a los vampiros en cuestión de horas. Es un virus muy infeccioso pero no mortal de necesidad. Así que humanos y vampiros deben unir sus fuerzas ante la amenaza vírica. Antes de cerrar el episodio, algunas tramas ya están en funcionamiento. Una de las relaciones más extremas de la serie, anclada en fuertes sentimientos de abandono y locura, es la existente entre Tara y su madre, Lettie Mae. En una retorcida idea para hacer las paces, Lettie Mae se ofrece ante Tara para ser su fuente de sangre fresca. “Déjame alimentarte”, le dice. Y así lo hace la vampiresa. Bill quiere ser la protección de Sookie, pero ésta se niega. Alcide gruñe amenazante.
Un punto a favor de los guionistas es la idea de convertir a los vampiros sanos en una compañía imprescindible. Crea un nuevo abanico de posibilidades narrativas de cara a la séptima temporada y perpetúa en cierta manera la capacidad metafórica de la serie. Amén de ayudar a establecer un clásico cliffhanger de fin de temporada. La última toma es la de un grupo creciente de vampiros infectados acercándose a la fiesta organizada por Sam y el reverendo Daniels. Un evento social para que humanos y vampiros decidan si quieres unirse en simbiótica relación: protección para el humano y alimento para el vampiro, ya que la sangre sintética está contaminada. Avanzan como zombies en busca de alimento. ¿Qué pasará? La respuesta dentro de unos meses. ★★★★★
Adrián González Viña.
crítico de cine & series de televisión.