EN EL ESPACIO NADIE PUEDE OÍR TUS GRITOS
crítica de Europa Report | Sebastián Cordero, 2013En 1980, la muy controvertida Holocausto caníbal arrasó en las taquillas de medio mundo, inaugurando el subgénero de “metraje encontrado”. Estas películas, rodadas por los personajes principales en primera persona, buscando el realismo mediante unos movimientos de cámara nerviosos, volvieron a vivir una segunda juventud desde el estreno de El proyecto de la Bruja de Blair (1999), cinta de terror que generó importantes beneficios, gracias a su exiguo presupuesto. Desde entonces, no ha quedado género sin ser reinventado por la susodicha fórmula. El cine catastrófico –Monstruoso (2008)–, la comedia adolescente –Project X (2012)–, los superhéroes –Chronicle (2012)–, las casas encantadas –la serie Paranormal Activity– o la oleada zombie –Rec (2007)– han pasado con éxito por esta rentable moda. Incluso desde Noruega nos llegó una curiosísima cinta de aventuras en este formato, The Troll Hunter (2010). En 2011, el español Gonzalo López-Gallego dio el salto a Hollywood con una pequeña película de ciencia ficción titulada Apollo 18, que mostraba, a modo de falso documental, las terroríficas grabaciones tomadas durante una misión secreta de la NASA a la Luna. En esta liga jugaría también la cinta que nos ocupa, Europa Report (2013), primer trabajo en Estados Unidos del ecuatoriano Sebastián Cordero, director que había cosechado excelentes críticas en Cannes, Sundance y Toronto con Crónicas (2004), candidata por Ecuador al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Enmarcada, al igual que la citada Apollo 18, en una misión espacial, la cinta muestra la odisea de un grupo formado por seis astronautas a través de las imágenes que han llegado a la Tierra desde las cámaras de la nave. Este grupo de personas han sido enviadas al espacio exterior, más lejos de lo que jamás antes nadie había estado, con el afán de investigar la posible existencia de vida extraterrestre en una luna de Júpiter. Los indicios de hielo en el lugar hacen albergar serias esperanzas al respecto, pero lo que encontrarán sobrepasa todos sus pronósticos. Europa Report, a pesar de su gran verismo en la puesta en escena –gracias a una dirección artística muy imaginativa que en nada tiene que desmerecer a la de una gran producción–, viene a ser un nuevo exponente de la corriente de títulos de terror espacial que se viene dando durante décadas tras el éxito del Alien (1979), de Ridley Scott. Sebastián Cordero aprueba con nota su salto al cine comercial, aprovechando cada dólar de su ajustado presupuesto para ofrecer un producto impecable a nivel técnico. La táctica del material encontrado no resulta en esta ocasión tan molesta como otras veces. No se abusa de movimientos de cámara mareantes y los efectos especiales destacan por su realismo.
En el apartado interpretativo, Sharlto Copley –que ya había cargado con el protagonismo en otra cinta de ciencia ficción de bajo presupuesto, la irrepetible Distrito 9 (2009)– y Anamaria Marinca –inolvidable protagonista del laureado drama rumano 4 meses, 3 semanas, 2 días (2007)– son los rostros más reconocibles del reparto. Todos y cada uno de los actores ofrecen un trabajo muy natural y bastante por encima de lo exigido en este tipo de películas, hallando momentos de lucimiento en las escenas que muestran el primer plano de sus rostros (gracias a las cámaras de sus cascos), así como sus reacciones ante los distintos conflictos que se les va presentando. Europa Report, al contrario que otros títulos más efectistas como Horizonte final (1997) o Supernova (2000), no hace tanto hincapié en los aspectos terroríficos de la historia. En su lugar, aboga por construir una claustrofóbica atmósfera y poner a sus personajes en situaciones límite, sin recurrir a demasiados tópicos del género. En este aspecto, el filme de Cordero está más cercano a la magnífica Moon (2009) de Duncan Jones o, incluso, Abyss (1989) de James Cameron, con la que comparte angustiosos momentos de supervivencia a contrarreloj ante la inminente falta de oxígeno.
No cae tampoco el director en desvelar el misterio que oculta la enigmática luna Europa antes de la cuenta. Tampoco vamos a encontrar la sangrienta matanza que habitualmente sufrimos en este tipo de películas, donde una criatura alienígena va aniquilando a toda la tripulación miembro tras miembro. Europa Report es más inteligente que todo esto y prefiere centrarse en los avatares de un grupo de heroicas personas que son capaces de arriesgar sus vidas por defender un descubrimiento, el de la vida fuera de nuestro planeta, que terminaría con tantos interrogantes que se ha planteado el hombre a lo largo de la historia. La rutina de estos astronautas, su día a día en el espacio con esa sensación constante de estar más solos que nunca a tantos kilómetros de la Tierra, son aspectos que adquieren mayor relevancia en el guión de Gelatt que el típico juego del gato y el ratón. Algo que no resta un ápice de valor a la obra como puro entretenimiento puro y duro, pese a que quienes esperen encontrase con un nuevo Alien puedan sentirse seriamente estafados. Precisamente por su excelente trabajo de contención y dosificación de los conflictos, la cinta puede presumir de ser uno de los ejemplos más inteligentes de utilización del “mockumentary” en beneficio de una historia y no como simple artificio de última moda. ★★★★★
José Antonio Martín.
crítico de cine.
Estados Unidos. 2013. Título original: Europa Report. Director: Sebastián Cordero. Guión: Philip Gelatt. Productora: Wayfare Entertainment/ Misher Films. Fotografía: Enrique Chediak. Música: Bear McCreary. Montaje: Alex Kopit, Craig McKay, Livio Sanchez, Aaron Yanes. Intérpretes: Sharlto Copley, Anamaria Marinca, Daniel Wu, Michael Nyqvist, Karolina Wydra, Christian Camargo, Dan Fogler, Embeth Davidtz, Isiah Whitlock Jr.
