“DEAR GOD, IT’S ME, JONAH HILL…FROM MONEYBALL”
crítica de Juerga hasta el fin | This is the End, Seth Rogen & Evan Goldberg, 2013Así reza Jonah Hill en la mejor comedia americana del año. Es típica, abusa de referencias fáciles, cae en infinidad de tópicos, pero, sin embargo, sabe explotar sus enormes virtudes articuladas bajo un excelente ritmo cómico y dramático. Estamos hablando de la genial Juerga hasta el fin (This is the End), otro producto que nos llega de la mano de Evan Goldberg and Seth Rogen, las más potentes promesas de la comedia juvenil norteamericana del momento –dejando de lado el hecho de que ambos son ciudadanos canadienses–. Aunque Seth Rogen lleva ya varios años triunfando en comedias para clases medias de dudosa calidad, en las que se ha convertido en el treintañero afable y gordito en que todo yankee se quiere convertir, su claro talento como escritor y su valentía a la hora de producir y financiar ideas que se le ocurren a sus amigos en el baño le ha llevado a respaldar varias cintas de diverso impacto en los últimos seis años. Algunas (Supersalidos) con mayor tino que otras (Pineapple Express). Tras colaborar en estos proyectos con los más sobresalientes activos de la comedia yankee, incluyendo a Jonah Hill, Michael Cera, James Franco, o Danny McBride, ese glorioso Torrente americano… ha creado una interesante alternativa a un panorama devastadoramente dominado por puretas como Adam Sandler, Will Ferrell o Steve Carell.
La que nos ocupa es la última de sus creaciones. Una que tiene sabor a clásico y que es difícil decir si se trata del principio de una nueva era o del fin apoteósico de varias tradiciones cómicas muy trabajadas en los últimos años. La comedia fumeta, la buddy movie (nivel salvaje) y los disaster films veraniegos, se suman en este largometraje con otros géneros más clásicos, como son la autoparodia, la comedia de referencias o el cine cormaniano en el que una gran catástrofe es contada a través de las baratas peripecias de unos supervivientes encerrados en una habitación. El resultado podía haber sido un horror infumable, pero, contra pronóstico, resulta en una genial cinta de entretenimiento en el que los personajes, supuestamente los propios actores (tanto protagonistas como cameos se representan a sí mismos), logran atraer la empatía del espectador de una manera mucho más natural que el habitual estereotipo de joven subnormal de las películas apocalípticas. Se consigue así una extraña pero genial mezcla de acción, suspense, drogas y chistes escatológicos.
Juerga hasta el fin comienza con sus dos protagonistas canadienses, Seth Rogen (y su admirable vozarrón) y el menos conocido en España Jay Baruchel, reuniéndose en Los Ángeles, donde el primero ha logrado hacer migas con la élite de Beverly Hills, cosa que no hace nada de gracia al segundo, a través del cual nos será presentada la mayoría de la historia. Tras varias libras de marihuana, ambos acuden a la extraña mansión de un ególatra y absurdo James Franco (no olvidemos que se representa a sí mismo), dónde todos los antes mencionados disfrutan de una fiesta brutal… hasta que comienza el apocalipsis y se va todo al infierno, literalmente. Planteamiento simple ¿verdad? El guion aprovecha la reputación que los actores se han creado en trabajos previos –la seriedad de Jess Franco, la dulzura de Michael Cera, la honestidad de Jonah Hill– para crear grotescas parodias de ellos mismos. Si siempre pensaste que Cera no es el chico alternativo y sensible al que nos tiene acostumbrados, sino un absurdo pelele farlopero que abusa de su fama para que le limpien el sable en cada baño, Juerga hasta el fin te lo ofrece tal cual sin el menor rubor. De este modo los actores demuestran una amable capacidad para la autocrítica y a la vez se hacen un exorcismo (simulado para la mayoría, literal para uno de ellos), que les permite, irónicamente, poner al público de su lado.
Y aunque el metraje, 107 minutos, le pesa un poco y quizás podría haber quedado más redonda cortando algunos minutos, la verdad es que el producto final es la experiencia cinematográfica veraniega ideal. Divertida, con una dosis adecuada de efectos visuales bastante decentes, bien escrita y con unos cameos que, a pesar de ser cada vez más comunes en este tipo de cine, no se hacen pesados. De hecho, Juerga hasta el fin cuenta, en sus últimos minutos, con uno de los más impactantes de la historia reciente del cine. Si coronamos todo esto con uno de los epílogos “deus ex machina” más sorprendentes y agradables para cualquier miembro de la audiencia que se moceara durante los años 90, el resultado es una película fresca en la que una idea original, y a la vez familiar, se combina con un excelente libreto cómico para ofrecernos entretenimiento de calidad. Poco más se le puede pedir al verano. Id a verla y además de pasar un buen rato os llevaréis de propina el poder ver el pene más grande jamás mostrado en un filme convencional. ★★★★★
Jon Alonso.
profesor en Chattanooga State Community College (Tennessee)
Estados Unidos, 2013, This is the End. Dirección: Seth Rogen, Evan Goldberg. Guión: Seth Rogen, Evan Goldberg. Productora: Sony Pictures International, Mandate Pictures. Fotografía: Brandon Trost. Música: Henry Jackman. Reparto: Jonah Hill, James Franco, Rihanna, Emma Watson, Jason Segel, Seth Rogen, Jay Baruchel, Aziz Ansari, David Krumholtz, Martin Starr.