¿QUÉ PASÓ CON JEREMY?
crítica de Wish You Were Here | Kieran Darcy-Smith, 2011.Comienza la película con dos parejas disfrutando de unas envidiables vacaciones en las paradisiacas palayas de Camboya. Risas, bailes, algo de drogas y mucho, mucho alcohol. Algo trágico debió suceder, ya que lo siguiente que vemos es que solo tres de los cuatro amigos han regresado a Australia, mientras que el restante ha sido dado por desaparecido en circunstancias extrañas en el estado asiático. Dave y Alice, feliz matrimonio con dos preciosos hijos y un nuevo bebé en camino, intentan evitar a la desolada Steph, hermana de Alice y novia del perdido Jeremy. El espectador ya se empieza a plantear preguntas. ¿Qué sucedió con Jeremy?, ¿por qué se sienten incómodos Dave y Alice por la presencia de Steph? A lo largo de todo el filme, los saltos temporales son constantes, intercalando los presentes momentos de la investigación de dicha desaparición con los hechos que ocurrieron durante tan fatídico viaje.
A veces, los directores tratan de enmascarar la falta de ideas o un guión no del todo sorprendente con un montaje original y tramposo, que despiste al espectador, haciéndole creer que está viendo una película mucho más elaborada de lo que en realidad tiene ante sus ojos. La peculiar estructura narrativa de Memento (2000), por ejemplo, con su historia contada hacia atrás en el tiempo, estaba perfectamente justificada. Christopher Nolan nos tenía reservado uno de los finales más sorprendentes del cine independiente americano. Otro cantar sería esta ópera prima del director australiano Kieran Darcy-Smith, cuyo guión escribió en colaboración con su esposa Felicity Price, que se reserva el papel protagonista femenino. Su estructura de rompecabezas, con constantes saltos en el tiempo y su dosificación de las pistas y claves del “misterio”, otorgan a la propuesta un acabado técnico interesante, pero que pierde muchísimo gas a medida que el director va descubriendo sus cartas y asistimos desencantados a un previsible desenlace en el que la supuesta sorpresa argumental estaba más que cantada. Dicho de otra manera, Wish You Were Here resultaría una obra de lo más convencional y plana si no estuviese tan astutamente planificada desde el montaje. Sin embargo, esto no quiere decir que estemos ante una mala película. Tiene cierta atmósfera atrapante, una buena fotografía que saca gran partido a los escenarios naturales de Camboya y, sobre todo, un cuarteto de actores muy entregados.
Especialmente logrados son los trabajos del cada vez más en alza Joel Edgerton –al que muchos descubrimos en la magnífica Warrior (2011)– y Felicity Price, que se aleja del estereotipo de rubia guapa, dotando de perfecto dramatismo al personaje más indefenso de la función, el de la embarazada Alice. Junto a ella, el espectador comenzará a sospechar de que todos ocultan algo, que conocen más detalles de la ausencia de Jeremy de lo que pueda parecer a simple vista. Las escenas que ambos comparten, centrándose más en la crisis de pareja que se desata por los acontecimientos, tienen la fuerza y eficacia de la que carece la propia intriga. Es por esto que la cinta funciona más como drama familiar que como thriller. Podría decirse que estamos ante una nueva entrega de ese nutrido grupo de películas que indagan sobre los peligros de veranear en lugares exóticos, de la calaña de La playa (2000) o Turistas (2006), si no fuera porque Darcy-Smith se esfuerza en dotar de cierta profundidad moral a su obra, más cercana a los terrenos de la excelente Mystic River (2003). Aún le queda mucho camino por delante al principiante realizador para alcanzar la maestría de Clint Easwood, pero tampoco hay que menospreciar los logros de un debut prometedor, donde introduce temas tan controvertidos como el tráfico de drogas o la prostitución infantil. El problema es que lo hace de una manera tan tímida que parece tener miedo a salirse de los parámetros de lo políticamente correcto, solo arriesgando un mínimo en la ambigüedad moral del personaje de Jeremy. En definitiva, no fue de lo mejor que se pudo ver en Sundance aquel año, lo que podría justificar su retrasado estreno en los cines estadounidenses y su consecuente batacazo en taquilla –menos de 70.000 dólares–. Tan fácil de ver como de olvidar. ★★★★★
José Antonio Martín.
crítico de cine.
Australia. 2011. Título original: Wish You Were Here. Director: Kieran Darcy-Smith. Guión: Kieran Darcy-Smith, Felicity Price. Productora: Aquarius Films/Blue-Tongue Films. Presupuesto: 2.500.000 dólares. Localización principal: Sydney (Australia). Fotografía: Jules O´Loughlin. Música: Rosie Chase. Montaje: Jason Ballantine. Intérpretes: Joel Edgerton, Felicity Price, Teresa Palmer, Anthony Starr, Nicholas Cassim, Otto Page, Isabelle Austin-Boyd, Tina Bursill. Presentación: Sundance 2012.