crítica de Tatsumi | Eric Khoo, Singapur, 2011.
premio a la mejor película de animación en Festival de Sitges 2011
Selección Oficial a concurso en el Festival de Cannes 2011 en la sección “Un certain regard”
Con el regusto aun reciente de la edición del Festival de Cannes 2013, quería nutrir esta sección de Animatic, dedicada al cine de animación de autor, con algún filme protagonista en la Croisette. Los primeros títulos que se me vinieron a la cabeza fueron grandes candidatas a la Palma de Oro en ediciones de la pasada década como “Vals con Bashir” (2008), de Ari Folman, —que compitió en la edición 2013 con “The Congress” en la Quincena de Realizadores— y, por supuesto, la inolvidable “Persépolis”, que consiguió el Premio del Jurado en 2007. Pero fue buscando en entregas recientes donde tropecé un título que despertó enormemente mi interés. En la magnífica programación de Cannes 2011, en la sección de “Una Cierta Mirada”, se presentó un largometraje de animación dirigido por Eric Khoo, un director de Singapur que inició su carrera desde muy joven haciendo cortometrajes y que, posteriormente, rodaría trabajos para la televisión y videos musicales en su país, lo que le iría abriendo camino poco a poco a la pantalla grande. Con aproximadamente cinco largometrajes hasta la fecha Khoo se ha caracterizado por manejar en sus historias temas comunes, como la esquizofrenia urbana (que trataría en su segundo largometraje “Twelve Storeys”), la crítica, la nostalgia, el dolor, las heridas del pasado, todas ellas ambientadas en su misma vida en su país natal. Muestra de ello son las luminosas y dolorosas “Be with me” (2005) y “My Magic”, una obra inspirada en la novela “The Road”, del conocido escritor norteamericano Cormac McCarthy, que le brindó al cineasta asiático la oportunidad de luchar por la Palma de Oro en 2008.
Un deleite visual, asombroso, triste, duro y oscuro — así como la misma vida del autor— que relata esa travesía personal del padre del Gekiga.
Tras este estupendo debut en la riviera francesa, Khoo retornó a Cannes en el 2011, como les comentaba al inicio, con la animación para adultos “Tatsumi (Una vida errante)". Una película basada en un cómic autobiográfico, escrito por el famoso mangaka y dibujante Yoshihiro Tatsumi, fundador y padre del “Gekiga”, un término que empezó a utilizar e implementar el artista en el año de 1957 y que, en su momento, fue una revolución en las forma de hacer historietas en Japón; una alternativa del famoso manga que en esos momentos tenían un mercado exclusivo infantil. Una evolución comprensible por la coincidencia temporal con la época de depresión tras la II Guerra Mundial donde el realismo era la principal expresión de la obra artística nipona. La misma vida de Tatsumi y los temas que empezó a tratar en sus historietas inspiraron a Khoo, que sintió afinidad en el tratamiento de las sensaciones de una nación, lo que le ayudó a crear este increíble homenaje a la obra de Tatsumi. “Una vida errante”, es un relato autobiográfico en primera persona narrado por el mismo Tatsumi, quien a través de su alter ego Hiroshi Katsumi comienza a narrar su historia personal que vaga paralelamente junto a la evolución del manga y el desarrollo de Japón. Al mismo tiempo, estas vivencias se combinan con algunas de las historietas revolucionarias del dibujante, en donde claramente se pueden ver los temas profundos y complejos que trataba, y que empezaron a definir ese nuevo mercado de la historieta dirigida a un público adulto.
La película de Khoo, es una completa y absoluta maravilla. Un deleite visual, asombroso, triste, duro y oscuro —así como la misma vida del autor— que relata esa travesía personal del padre del Gekiga. Durante todo el metraje la historia personal del artista se encuentra intercalada por algunos de sus cómics, que a la vez portan sensaciones comunes de la posguerra como el pesimismo, el reconocimiento o descubrimiento de la alienación, lo que influiría la mayor tendencia hacía el realismo, el horror, los escombros del pasado, el anhelo de libertad y el paseo por algunos de los rincones más oscuros de la naturaleza humana. Pese a que la técnica del trazado de los dibujos tiene una apariencia infantil, el filme impacta, emociona y aterra. La trama está narrada de forma magistral, articulada bajo excelentes tomas, enmarcada en ese paisajismo de la misma historieta, con una atmósfera que al tiempo se vuelve más densa, compleja y oscura. Personalmente no conocía el personaje de Yoshihiro Tatsumi, pero una vez terminado el filme las primeras sensaciones te invitan a bucear en su obra desde el arraigado convencimiento de que estamos ante un artista excepcional. Y la cinta de Khoo captura sobremanera la esencia de este dibujante gracias a personajes taciturnos y desolados, que por un lado comprendemos y, por otro nos conmueven. "Una vida errante" es un cuento sobre el dolor vital, pero también sobre sueños, esperanzas, el espíritu de lucha y la convicción de la búsqueda de todos los anhelos que circundan cada mente inquieta. Todo un contraste de emociones que abruma y deja una enorme huella. Una película brillante. Una mejores muestras de animación de la última década. ★★★★★
Alejandro Salgado Baldovino.
animatic.
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Singapur, 2011, Tatsumi. Director: Eric Khoo. Guión: Cómic: Yoshihiro Tatsumi. Fotografía: Animation. Música: Christopher Khoo, Christine Sham.