Blu-ray review de Lincoln | Steven Spielberg, 2012.
11 nominaciones al Oscar.
Hace apenas escasos meses el anhelado retrato que Steven Spielberg había acariciado durante tantos años sobre la figura de Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los EE.UU. (recordado por capitalizar el proceso por el cual se ponía fin a la esclavitud en los convulsos últimos años de la Guerra Civil norteamericana) se materializaba en la gran pantalla. No resulta difícil imaginar al pequeño y futuro director boquiabierto y acongojado ante el monumento de Lincoln en Washington D.C. y el gran impacto que aquella visita parecería marcarle para el resto de su vida, tal como el propio Spielberg recalca en uno de los contenidos extras presentes en la edición Blu-ray que 20th Century Fox acaba de poner a la venta en España. Lincoln iba a suponer la culminación de una obsesión. Sin embargo, entre las imágenes de un biopic centrado en los años de madurez y en las triquiñuelas, la política de pasillo y las coacciones que permitieron a Lincoln sacar adelante su proyecto abolicionista con la aprobación de la 13ª Enmienda, sigue reverberando aquel Spielberg niño, ingenuo, fascinado y enamorado por la figura de aquel presidente. Algo que, sin duda, juega en contra cuando uno de los objetivos reconocidos por el propio director, es acercarse a una realidad de manera equidistante. Y más aún cuando se percibe cierta idea de forzado intento de separación entre el mito y el hombre ante una gravedad tonal que parece engullir cualquier atisbo de incomodidad. Porque en Lincoln no hay distancia. Ni entre director y figura histórica, ni entre película y espectador. Y mientras Janusz Kaminski juega con un aspecto visual marcado por el contraste y la sobriedad, Spielberg, devorado por un personaje que lo subyuga, acaba cargando el relato de un aire de religiosa solemnidad y escrupuloso respeto que echa por tierra cualquier visión del personaje que se distancie de lo preconcebido y lo, finalmente, hagiográfico. Una idea de la búsqueda de la verdad traicionada, en parte, en vistas a un retrato que, por desconocimiento o por cierta (y maliciosa) intencionalidad en el miedo a salirse de aquellos márgenes que pudieran perturbar a su público potencial, enarbola una pretenciosa búsqueda de una profundidad que puede ser puesta en duda. Lo que evidencia una vez más las dudas, ambigüedades y contradicciones presentes en (casi) toda obra de Spielberg que aspire al retrato de una realidad histórica.
Los contenidos extras (todos presentados en HD) que acompañan la edición en Blu-ray (empaquetada junto al DVD de la película en su formato combo) pecan de demasiada formalidad y condescendencia. Y pese a algunos apuntes interesantes en aquellos extras más extensos de la edición (destacando las intervenciones de Kaminski y su trabajo en la fotografía, Ben Burtt y el trabajo en el diseño de sonido y las justificaciones de Michael Khan y Spielberg en el aspecto visual y el montaje de la película) quizás no dejan de resultar algo insuficientes dada la envergadura y naturaleza del proyecto. Sin embargo, si hay algo en lo que destaca la edición en formato Blu-ray de Lincoln es en una transferencia irreprochable a nivel técnico. Desde unos negros profundos en una imagen de contrastes hasta la apreciable fina capa de grano que certifica que no se ha adulterado la imagen en su paso al formato doméstico. En definitiva, una escrupulosamente fiel representación de lo que pudo verse en la gran pantalla y al trabajo fotográfico de Kaminski. Ni más ni menos lo que debería ser toda transferencia a soportes domésticos.
imagen| ★★★★★
sonido| ★★★★★
contenidos| ★★★★★
Número de discos| 1. Imagen| 2.40:1 1080p 24fps. Audio| DTS-HD Master Audio 7.1: Inglés; DTS 5.1: Castellano, Francés, Ruso. Subtítulos| Castellano, Inglés para sordos, Francés, Danés, Holandés, Finés, Noruego, Ruso, Sueco, Árabe, Estonio, Letón, Lituano, Chino, Turco, Ucraniano.
Extras|
El viaje a Lincoln|
Pequeña featurette en la cual los artífices de la película narran su acercamiento a la figura de Lincoln, su gran impronta en el propio director y las fuentes de inspiración que sirvieron a Rick Carter para levantar el proyecto (en concreto se destaca el libro “Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln”, en el cual se inspira parcialmente la película). La elección del guionista y la génesis del proyecto, así como la justificación en centrarse en los últimos meses de vida del personaje.
En compañía del personaje|
Los actores explican muy brevemente la metodología para preparar sus personajes.
Un tapiz histórico: Richmond, Virginia|
Cortísimo extra meramente promocional en el que se intenta justificar la elección del rodaje en la ciudad de Richmond, Virginia. Resulta interesante, sin embargo, el aprovechamiento de espacios que se conservan de aquella época y la recreación de la Casa Blanca.
Creando el pasado|
Maquilladores, diseñadora de vestuario (Joanna Johnston), decoradores y diseñador de producción hablan de la reconstrucción de la película, la obsesión por la fidelidad histórica y la atención al detalle en los espacios en los que transcurre, con interesantes revelaciones como la manera tradicional en la que está confeccionado el papel pintado que recubre las paredes, y las justificaciones en las decisiones de vestuario y maquillaje en el rechazo al trabajo con prótesis.
Viviendo con Lincoln|
El extra más extenso. Centrado en el proceso creativo, la figura de su director, la metodología y su relación con los actores ocupan un espacio central. Demasiado condescendiente con Spielberg, también se hace un repaso al trabajo del Day Lewis y su caracterización de Lincoln y la relación con el resto del reparto. Más interesante resulta el espacio dedicado a la fotografía de la película, donde Kaminski expone la intencionalidad deseada en el aspecto visual de la película, buscando cierto naturalismo y destacando la secuencia del Congreso como las más complicada de iluminar de toda la película.
En la piel de Lincoln|
Spielberg y Kahn hablan de la intencionada contención visual que hay en la película. También en la partitura y el trabajo de John Williams y su presencia como complemento que no permitiera restar presencia a las imágenes y los diálogos. El mítico Ben Burtt hace también un repaso a su labor como diseñador de sonido en la película. Reivindicación final de la figura de Lincoln.