DE RISAS Y ORGASMOS
crítica de Para pasar un buen rato, llama… | For a Good Time, Call… , Jamie Travis, 2012En los últimos años, la comedia norteamericana ha obtenido generosos beneficios económicos gracias a una serie de títulos que rompían las normas de lo políticamente correcto, con diálogos soeces, situaciones subiditas de tono y mucha testosterona. El nombre más representativo de esta corriente es, sin duda, Judd Apatow, director, guionista y productor que se ha hecho de oro con éxitos del calibre de Virgen a los 40 (2005), Lío embarazoso (2007) o Si fuera fácil (2012). La saga de Resacón en las Vegas de Todd Phillips se venía a unir a este tipo de comedia grosera y desfasada, destinada a un público mayoritariamente masculino. Pero estamos en el siglo XXI y las chicas –como demostraron las protagonistas de la serie Sexo en Nueva York– también son capaces de hablar de sexo sin tapujos, desmadrarse y meterse en tantos problemas como los tíos. La respuesta femenina al cine de Apatow la encontramos en títulos como la espléndida La boda de mi mejor amiga (2011), de Paul Feig, Dando la nota (2012), de Jason Moore, o Despedida de soltera (2012), de Leslye Headland. A este grupo de comedias protagonizadas por mujeres de carácter podría sumarse esta Para pasar un buen rato, llama… (EE.UU. 2012) que fue presentada en Sundance con irregular acogida por parte de la crítica.
El filme nos presenta a dos mujeres de personalidades bien distintas. La tímida Lauren y la provocadora Katie tuvieron un escatológico percance en su etapa de instituto que hizo que surgiera entre ellas una antipatía mutua. El destino hace que años después se vuelvan a encontrar, viéndose obligadas a compartir piso para recortar gastos. Pero lo que se presenta como una tensa convivencia a lo Mujer blanca soltera busca (1992), de Barbet Schroeder, pronto deriva en una bonita y sincera amistad. Cuando Lauren descubre que Katie se dedica a excitar a hombres a través de una línea erótica –del mismo modo que lo hiciera Jennifer Jason Leigh en la memorable Vidas cruzadas (1993), de Robert Altman–, se convierte en su socia, logrando que el negocio comience a resultar tremendamente rentable. El guión, firmado por Katie Anne Naylon y Lauren Miller –que da vida a Lauren en la película–, no depara grandes sorpresas. Estamos ante una comedieta previsible de principio a fin, que basa casi todo su encanto en el gracejo de las dos actrices protagonistas. Lauren Miller y, especialmente, Ari Graynor, desprenden química y simpatía en sus trabajos. La segunda ya había demostrado una capacidad innata para acaparar la atención del espectador, eclipsando a los protagonistas con papeles secundarios en El canguro (2011), de David Gordon Green o en la independiente Celeste and Jesse Forever (2012), de Lee Toland Krieger. En Para pasar un buen rato llama… logra por fin un rol protagonista que nos descubre a una cómica con el potencial de la Bette Midler de los 80, pero con un físico explosivo que puede abrirle puertas a una variedad de registros más amplia. Sin duda, esta actriz es lo más salvable de una película entretenida, que innegablemente despierta la sonrisa del espectador en todo momento, pero que deja la incómoda sensación de sitcom televisiva. Rodada prácticamente en interiores, con las imprescindibles cancioncitas –el Call Me de Blondie, por ejemplo– para rellenar metraje y un humor que se apoya exclusivamente en los diálogos –con numerosas y bienvenidas citas cinéfilas– y en las rarezas de sus personajes, a ratos parece que estemos asistiendo a un capítulo de Friends alargado.
Para colmo de males, lo que comienza siendo descarado y divertidamente soez, se va volviendo light y convencional conforme avanzan los minutos. Toda la mala leche que Travis prometía en la primera mitad de la película –hilarantemente cruel el momento en que el novio de Lauren rompe con ella–, se termina tirando por la borda desde el momento en que las dos chicas liman asperezas y se convierten en amigas. Si no fuera por esos diálogos cargados de sexo, estaríamos ante una comedia para todos los públicos. Esta domesticación del tema sexual es muy similar a la que hizo de ¿Hacemos una porno? (2008), de Kevin Smith un filme fallido. Uno de los pocos atractivos destacables del filme es la aparición en plan cameo de nombres de la talla de Seth Rogen –protagonista de los mayores éxitos de Apatow, como Lío embarazoso o Hazme reír (2009)– o el director Kevin Smith como algunos de los impresentables clientes de la línea caliente de Lauren y Katie. Es precisamente en estas llamadas “eróticas” donde la película encuentra sus momentos de máxima efectividad para arrancar la carcajada. También ayudan bastante a que el desastre no sea total, algunos personajes secundarios como el de Krissy –genial Sugar Lyn Beard–, la activista cristiana que se infiltra en el negocio erótico para sabotearlo o Jesse, el amigo gay que con cierta gracia interpreta Justin Long. En cambio, Nia Vardalos, la que fuera todo un descubrimiento cómico en la taquillera Mi gran boda griega (2002), de Joel Zwick, está absolutamente desaprovechada. No hay que pedirle peras al olmo. Para pasar un buen rato, llama… ofrece ni más ni menos que lo que promete. 83 minutos que se pasan en un suspiro, donde el sexo solo hace acto de presencia mediante la palabra y donde el mensaje final viene a ser aquello de que “quien tiene un amigo, tiene un tesoro”. Se le podía exigir una mayor carga de mala leche, con una mayor presencia de los conflictos generados por el choque de caracteres entre Lauren y Kristie, pero lamentablemente, el buen rollo hace acto de presencia demasiado pronto. Lo que nos queda es un entretenimiento ligero y sin demasiada inteligencia que, sin duda, demuestra que no todo lo que viene de Sundance tiene que ser necesariamente bueno. ★★★★★
José Antonio Martín.
crítico de cine.
Estados Unidos. 2012. Director: Jamie Travis. Guión: Lauren Miller, Katie Anne Naylon. Productora: AdScott Pictures. Presupuesto: 1.300.000 dólares. Recaudación: 1.251.749 dólares. Localización: Los Ángeles. Fotografía: James Laxton. Música: John Swihart. Montaje: Evan Henke. Intérpretes: Lauren Miller, Ari Graynor, Justin Long, Sugar Lyn Beard, Mimi Rogers, Nia Vardalos, Mark Webber, James Wolk, Seth Rogen, Kevin Smith.