UNA ESCALERA DE CARACOL INTERMINABLE
crítica de La culpa | cortometraje dirigido por David Victori, España, 2010David Victori se cuela en la lista de directores con futuro tras ganar el Your Film Festival apadrinado por Ridley Scott y Michael Fassbender con su cortometraje "La culpa".
notas| David Victori, asistente de Bigas Luna durante cinco años, pasó de ser uno de muchos jóvenes que sueñan con dedicarse profesionalmente al cine a encontrar la primera llave que abre la puerta de ese arduo (y maravilloso) camino. Con "La culpa", su segunda creación -tras "Reacción" (2008)-, el director de Manresa logró ese anhelado salto cualitativo. Y lo consigue gracias a ser elegido como ganador del Your Film Festival (Primer Festival de Youtube); evento apadrinado por Ridley Scott de competencia mundial, dotado con un suculento premio de 500.000 dólares y con la poderosa presencia de Michael Fassbender como protagonista para el siguiente cortometraje. Un logro para este joven y prometedor director que, además, demuestra el gran potencial de los nuevos realizadores de nuestro país. Una generación que la maltrecha industria española debe cuidar y mimar. El futuro es suyo como demuestra esta pieza de doce minutos que nos cuenta una hipnótica historia de venganza. Añadir que el propio Victori será esta semana protagonista ya que firma el guión -junto a Sergio Barrejón- de "Hijo de Caín", estreno este próximo viernes y presentado con exíto en el pasado festival de Málaga.
crítica| En cualquier asignatura de cine, guión y realización, lo primero que te dicen es que hay que empezar poco a poco, y que no intentemos hacer una película de acción a lo Michael Bay, o la nueva superproducción spielbergiana. Más que nada porqué no tenemos presupuesto ni medios. Tras ver La culpa no hay duda que David Victori ha sabido sacar todo el provecho de las pocas localizaciones, solo tres, para contar una historia mucho más compleja de lo que parece. Dos localizaciones que se convierten en fundamentales en el significado y el simbolismo global de la historia. El cortometraje nos habla de la culpa. ¿Qué es la culpa? ¿Cómo nos afecta? ¿A qué nos impulsa? La culpa es una escalera de caracol interminable y el ser humano es incapaz de escapar de ella hasta que no se redime. De manera muy inteligente, David Victori nos plantea estas preguntas y muchas más con el lenguaje cinematográfico, y con la historia. Apuesta por una gran puesta en escena visual, una notable fotografía de Sergi Vilanova y un sonido potente de Albert Gay para transmitirnos esa sensación que todos hemos experimentado más de una vez. El agobio, la creencia de no poder encontrar ninguna salida, de andar en círculos, el ser incapaces de aceptar esa culpa. Una extrapolación de la qué Victori y su cámara te hacen partícipes haciendo gala de una visión subjetiva para hacernos partícipe de forma magistral de esa tensión que respira cada fotograma del cortometraje. Quizás, por poner un pero, el punto más débil del guión son sus diálogos. Éstos adolecen de poco vigor y, por momentos, entorpecen una narración con ritmo in crescendo y endiablado que acerca al espectador a una redención final necesaria e inevitable. Además de contar con una lograda factura técnica, con un gran trabajo a nivel de sonido, banda sonora y fotografía, el gran mérito de David Victori es la capacidad de transmitir un concepto tan complejo como es la culpa de una manera tan clara y sencilla. ★★★★★
