UNA SUCESIÓN DE SORPRESAS
crítica de Y ahora su guardia ha terminado (And Now his Watch is Ended) (3X04) | cuarto capítulo de la tercera temporada de Juego de tronos
HBO | EEUU, 2013. Director: Alex Graves. Guión: David Benioff & D.B. Weiss. Creadores: David Benioff & D.B. Weiss. Reparto: Peter Dinklage, Nicolaj Coster-Waldau, Lena Headey, Emilia Clarke, Iain Glen, Natalie Dormer, Charles Dance, Isaac Hempsted Wright, Sophie Turner, Jack Gleeson, Conleth Hill, Maisie Williams, Alfie Allen, Joe Dempsie, Rory McCann, Michelle Fairley, John Bradley, James Cosmo, Diana Rigg, Gwendoline Christie. Esmé Bianco, Ian McElhinney Fotografía: Anette Haellmigk. Música: Ramin Djawadi.
El maltrato de Jaime continúa. Lord Varys confiesa cómo se convirtió en eunuco. Cersei comparte sus sospechas sobre las Tyrell. El destino de Sansa interesa a varios personajes. Theon recibe un duro golpe. Daenerys revela su plan secreto. Bran y Jojen comparten sueños. La situación en la casa de Craster se desmadra. Arya asiste a un improvisado juicio.
Siguiendo con la sintonía del último capítulo, David Benioff & D.B. Weiss vuelven a facturar un episodio estupendo, de final impactante y sabiamente trazado que funciona además con fuerza metafórica. Khaleesi libera a los Inmaculados y mata a su captor para marchar con su gigantesco ejército de hombres libres fuera de Astapor. Benioff y Weiss se guardaban bajo la manga una carta que juegan para estupefacción de todos y así Daenerys cambia las tornas. La perdurable estampa que cierra Y ahora su guardia ha terminado es genuinamente emocionante. Pero este no es el único momento que funciona como metáfora de la actualidad. La Hermandad sin Estandartes, con quien recordemos se encuentran Arya y Gendry, decide juzgar al Perro Clegane por sus crímenes fuera del campo de batalla. Por sus asesinatos sin la excusa de una guerra. La joven Stark vuelve a demostrar su valía cuando se encara al Perro y le recrimina el crimen del joven Mycah en la primera temporada. Ante esto, Clegane no tiene excusa. Deberá pelear por su vida con una legendaria figura. Tras 24 capítulos y con la curiosidad siempre presente, por fin se ha revelado cómo Lord Varys se convirtió en un eunuco. Tyrion escucha esta revelación, un discurso inteligente -y oportuno, ¿por qué no decirlo?- que culmina con otra sorpresa en el interior de una caja. Perfectamente modulado desde el punto de vista del guión e interpretado con eficacia por Conleth Hill y Peter Dinklage. La magia debe tomarse muy en serio en este mundo. Y magia de otro tipo es la que las mujeres Tyrell están poniendo en práctica en Desembarco del Rey. Joffrey está cada vez más subyugado ante los innegables encantos de Margaery, que en esta ocasión le ofrece hasta un pueblo obediente, que corea su nombre. Todo esto ante la sospecha de Cersei, que ve como el control sobre el Rey adolescente se le está escapando de las manos. Intenta hablarlo con su padre, pero éste como siempre repudia a todo hijo que no sea Jaime y demuestra estar dos pasos por delante de cada personaje. Tywin es un patriarca complejo, un gobernante de la vieja escuela curtido en mil batallas y que sabe esperar su turno. ¿Podrá lidiar con Joffrey como Cersei le pide? Sin duda esa posible trama sería muy interesante de ver.
Las intrigas palaciegas continúan con las sucesivas reuniones Ros/Varys, Varys/Olenna Tyrell, Olenna/Margaery -ésta sucede fuera de campo y no la vemos para demostrar la velocidad de un cotilleo-, Margaery/Sansa. La joven Stark de repente es codiciada por todos para evitar posibles artimañas de Meñique. Está por verse si los poderes de Margaery surten efecto también en Sansa o si la promesa de Lord Baelish de reunirla con su madre pesará más en su decisión. Sea como fuere, esta sucesión de escenas deja para el recuerdo una reflexión tan divertida como certera sobre los lemas de las Casas y sus símbolos por parte de la abuela Tyrell (personaje maravilloso al que Diana Rigg da espléndida vida), un posible fantasma de las Navidades Futuras para Cersei. Para fantasmas, los que deja la rebelión de varios miembros de la Guardia de la Noche. El hambre saca lo peor del ser humano, y en este caso lleva a los soldados a desafiar y matar al incestuoso Craster. La triste noticia es que Jeor Mormont muere también tratando de parar el ataque; una de esas muertes sentidas por la honorabilidad del personaje. Su guardia también ha terminado. Sam aprovecha el tumulto para escapar con Gilly y su varón recién nacido y juntos se adentran en la noche nevada. Jaime está devastado. Ha perdido la mano con la que manejaba la espada y ya no es nadie. El resentimiento ante los niños de papá está bien enraizado en Locke y sus hombres porque el maltrato no cesa. Ante la mirada de impotencia y compasión de Brienne, Jaime es golpeado y humillado. Luego el espectador sabrá que ha empezado una huelga de hambre para morir, porque un ser mutilado no tiene esperanza en su mundo. Brienne ataca su orgullo para darle una razón por la que vivir. Definitivamente este dúo proporciona siempre algunos de los mejores momentos de cada capítulo. Respecto al heredero de las Islas de Hierro, el misterio sigue presente en su trama. Como si de un buen psicópata se tratase, Ramsay da falsas esperanzas a Theon de que la tortura ha terminado. Greyjoy se sincera profundamente ante el que cree su salvador para momentos más tarde volver al punto de partida, la X de madera. La desolación de Theon contagia al público porque toda posibilidad de escape se ha esfumado. ★★★★★
Adrián González Viña.
crítico de cine & series de televisión.
crítico de cine & series de televisión.