EL EXCELENTE DEBUT COMO DIRECTOR DE DAVID BENIOFF
crítica de El camino del castigo (Walk of Punishment) (3X03) | tercer capítulo de la tercera temporada de Juego de tronosHBO | EEUU, 2013. Director: David Benioff. Guión: David Benioff & D.B. Weiss. Creadores: David Benioff & D.B. Weiss. Reparto: Peter Dinklage, Nicolaj Coster-Waldau, Lena Headey, Emilia Clarke, Iain Glen, Aidan Gillen, Charles Dance, Stephen Dillane, Carice van Houten, Conlech Hill, Maisie Williams, Alfie Allen, Joe Dempsie, Rory McCann, Michelle Fairley, Kit Harington, John Bradley, Richard Madden, Oona Chaplin, Rose Leslie, James Cosmo, Ciarán Hinds, Gwendoline Christie. Esmé Bianco, Ian McElhinney Fotografía: Matthew Jensen. Música: Ramin Djawadi.
El calvario de Theon continúa en su intento de escapar. Khaleesi hace un trato sorprendente en Astapor. Tyrion y Baelish obtienen nuevos trabajos. Arya prosigue su camino con la Hermandad. Stannis se hace a la mar sin Melisandre. Lady Stark asiste al entierro de su padre. La Guardia de la Noche vuelve a los terrenos de Craster. La impaciencia de un Stark fastidia los planes de Robb. Jaime y Brienne negocian por su integridad física.
Uno está acostumbrado a ver los nombres de los creadores David Benioff & D.B. Weiss como guionistas de la mayor parte de los episodios de la serie, pero no el apartado de dirección. Así que cuando efectivamente el nombre de Benioff aparece tras el “Directed by” de este El camino del castigo, transmite la sospecha de estar ante un capítulo importante. Una sospecha parcialmente corroborada cuando el episodio termina como termina. Benioff cierra -por partida doble- su melodía con una nota aguda, una brutal decisión que engancha legítimamente a la audiencia. Hasta llegar a ese momento cumbre, el espectador asiste a una entrega estupenda, la mejor de la 3º temporada y de capital importancia para el futuro de las tramas. A saber, Daenerys (gran Emilia Clarke) desliza sutilmente una posible pista cuando charla con su recién adquirida esclava, la traductora de Kraznys mo Nakloz. Las dos mujeres hablan del lema “Valar morghulis” y se excluyen porque “nosotras somos mujeres”. ¿Será esta la clave de la victoria de Khalessi? Es evidente que tiene un plan, ya que ofrece uno de sus dragones para pagar por 8000 soldados-esclavos en Astapor.
La autoridad que Charles Dance le confiere a Tywin Lannister vuelve a hacer aparición cuando la nueva Mano del Rey cambia las tornas y otorga el puesto de Meñique a Tyrion. La habitual sorna del hijo díscolo (“Soy muy bueno en gastar dinero, pero no tengo ni idea de administrarlo”) es palpable mientras asume su nuevo cargo y lidia con las sospechas de Baelish. Ahora es Tyrion el tesorero del reino, una posición que promete. Destacar de esa reunión del consejo del Rey el espléndido juego de poder establecido por el vaivén de sillas y posiciones respecto al patriarca Lannister. O cómo contar algo sobre los personajes sin decir una palabra. El silencio predomina también en la solitaria trama de Theon Greyjoy, mientras escapa de sus todavía misteriosos captores y está a punto de ser violado por uno de ellos. El embrollo culmina con una elegante escena en la que su salvador ensarta con flechas a los perseguidores de Theon. Si Benioff demuestra algo en ese capítulo como director es que sabe dónde poner la cámara para crear momentos climáticos. Otro ejemplo de su habilidad es la manera en que rueda la despedida temporal entre un Stannis loco de ira y la enigmática Melisandre. El suave movimiento del mar contrasta con la lujuriosa brusquedad del autoproclamado Rey.
La última vez que vimos a Arya y sus compañeros de ruta, la joven acababa de ser descubierta por El Perro, desertor de la Batalla de Aguasnegras. Parecía que la tapadera de Arya había sido expuesta y que estaba perdida, pero Benioff y Weiss dislocan las expectativas y revierten los roles. Es el pobre Clegane quien es arrestado y la joven Stark puede continuar su viaje con Gendry, pero sólo con Gendry. Pastel Caliente se queda a trabajar en la taberna. Acostumbrados a la oscuridad del mundo de los Siete Reinos, es de una inusual y bienvenida ternura ver la despedida de un personaje sin que esto signifique su muerte. Pastel concluye por ahora su trama logrando un lugar donde quedarse y hacer lo que le gusta: cocinar. Un rito de paso para Arya el despedirse de un amigo y aprender que la lucha no siempre es la respuesta. Aunque sí que lo sea para Mance Rayder, que ordena el ataque sobre el Muro aprovechando que la Guardia de la Noche está de capa caída. Los supervivientes vuelven a la enfermiza casa de Craster, donde Sam observa el nacimiento de un varón. ¿Protegerá el torpe caballero al bebé de ser entregado a los Caminantes Blancos?
La medida de un gran general viene dada, entre otras cosas, por su paciencia y capacidad de mantener la compostura en cada momento. Robb Stark es ese gran general, y prueba de ello es cómo desmonta con la cabeza fría los impulsivos y torpes movimientos de uno de sus soldados -tío del joven Stark, para más inri- y cómo su esposa cuida con humanidad a unos adolescentes Lannister capturados en ese irreflexivo ataque. Una afligida Catelyn discute las bondades y defectos de su difunto padre y encuentra consuelo en su propio tío ante la sospecha de que Bran y Rickon están muertos. El palpable dolor de una madre sirve el factor humano para que el espectador no desconecte ante tanta batalla y conversación maliciosa. Lo que Lady Stark no sabe todavía es que Brienne ha fracasado en su misión. Ella y Jaime están cautivos por una de las tropas de Robb. Para sorpresa de todos, y como si el Síndrome de Estocolmo le invadiera (o simple bondad humana), Jaime logra evitar que Brienne sea violada por los soldados pero recibe una cruda lección por tratar de extender sus encantos demasiado. Ni que decir tiene que la sentencia con la que Benioff y Weiss cierran este excelente episodio tendrá consecuencias gigantescas. El conflicto está servido. ★★★★★
Adrián González Viña.
crítico de cine & series de televisión.
