UN PEDAZO DE HISTORIA
crítica de Hyde Park on Hudson | Roger Michell, 2012Roger Michell pertenece a una ola de cineastas británicos que ponen en práctica un enfoque líquido en cuanto a su filmografía se refiere. Directores, también, como Danny Boyle o Michael Winterbottom que se distinguen porque cada nueva película que ofrecen es distinta a la anterior. Son autores cuyo discurso está en la mutabilidad, en la capacidad de pasar de un género a otro, de una mirada a otra, demostrando, ante todo, que puede ser un efectivo multiusos en el seno de la industria. Alguien capaz de sobrevivir a modas y tendencias. Michell dirige en Estados Unidos y en Reino Unido con facilidad, encadena proyectos distintos y adapta su mirada a las demandas de cada película. En Hyde Park on Hudson demuestra un mimo por la composición del encuadre -a destacar un par de travellings circulares estupendos- y la elección de planos inéditos hasta ahora en sus trabajos previos. Desde Persuasión (1995) hasta la cinta que nos ocupa, Michell ha puesto siempre su cámara al servicio de la historia, sin alardes ni pirotecnias. En esta ocasión centra su mirada en la especial relación entre el presidente Roosevelt y su prima lejana Margaret "Daisy" Suckley. O al menos así lo hace durante la primera parte de la película, antes de traicionar su punto de vista para narrar el decisivo fin de semana de 1939 en el que los Reyes de Inglaterra visitaron el pequeño paraíso terrenal que Roosevelt tenía -el Hyde Park en Hudson que da título al filme- para discutir el apoyo o no de EE.UU. en la 2º Guerra Mundial. El principal problema de la película es que empieza como una comedia ligera y simpática para tornarse en una reconstrucción histórica de tan importante momento, sin abandonar la ligereza. Narrar con levedad algo tan fundamental es una operación complicada que no todo el mundo puede sacar adelante. Se necesita tenerlo todo muy claro dentro y fuera de pantalla, y Hyde Park on Hudson transmite esa indecisión.
En los primeros minutos de la cinta tiene lugar el encuentro entre Daisy y Franklin Delano Roosevelt. Un encuentro muy interesante porque los actores elegidos para interpretarlos no podrían ser más distintos. Laura Linney pertenece a esa estirpe de intérpretes camaleónicas que puede ponerse en la piel de cualquier personaje y personificar su interior. Un nuevo color de pelo, lentillas, acentos, complexión física... en sus veinte años de carrera ha demostrado una versatilidad considerable. Amén de en los 40 capítulos de la notable serie Con C mayúscula (2010-2013). Frente a ella Bill Murray, excelente cómico de mirada triste que pertenece a esa estirpe de intérpretes de tan marcados rasgos y personalidad que cuesta ver más allá. Murray es un actor con mucho talento, pero las circunstancias y sus elecciones le han construido una figura pública tan poderosa que levanta sospechas cuando acomete empresas como ésta. Aún así, emprende una complicada tarea y cumple con creces. ¿El resultado de la unión? Un duelo de altura, con ambos perdiéndose en las personas reales que interpretan y desprendiendo una química nada desdeñable. Aunque el trabajo del actor no es tan bueno como para colarse en la temporada de premios. Por lo que uno intuye que su nominación a los Globos de Oro tiene que ver más con dar vida a un presidente tan importante que con puro talento. El resto del reparto interpreta con eficacia sus roles, con la alegría de ver a una Olivia Williams alejada de su recurrente papel de estirada que le dieron un nombre en roles como los de El escritor o la serie Dollhouse (2009-2010).
Resulta curioso que tres películas consecutivas hayan reflejado desde distintas perspectivas la figura del Rey Jorge VI. Empezó la sobrevalorada El discurso del rey (2010), de Tom Hooper , luego W.E. (2011), de Madonna y ahora Hyde Park on Hudson. Con mayor o menor profundización en su psique, la visión que ofrecen el actor Samuel West, Roger Michell y el guionista Richard Nelson del rey tartamudo es ante todo tierna. La conversación a solas entre Bertie y Roosevelt es de lo mejor de la cinta, aun con las dudas históricas que puede provocar. Michell aprovecha la visita de los Reyes para hacer hincapié en las diferencias EE.UU./Reino Unido, y lo hace con divertida atención por el detalle -la tapa del inodoro o los dibujos antibritánicos- e intenciones metacinematográficas. Mérito añadido al considerar que comerse un perrito caliente logre ser una escena climática, una declaración de intenciones que trae a todos de cabeza durante buena parte del metraje. El punto de entrada en la película, Daisy, es descuidado durante media hora para centrar la atención en la visita de los Reyes. Esto da lugar a una comedia desentonada que retoma a su narradora omnisciente a capricho, un error imperdonable que el talento de los implicados no puede enmendar. Tras el desamparo narrativo, el director vuelve a coger el timón y rescata a Daisy para que siga narrando los hechos. El problema es que en este momento el espectador está ya más interesado en ver cómo se forja la historia que en los avatares sentimentales. Incluso cuando llega el giro dramático y Daisy descubre que Roosevelt tenía varias amantes, lo que desemboca en finalizar la relación con el presidente, la parte sentimental de esta trama ya no resulta de interés. Cuando llegan los créditos finales aprendemos que Daisy escribió en cartas todo lo sucedido en esos meses, pero sin importar lo que la voz en off nos diga, el personaje no sobrepasa la bidimensionalidad. Uno no puede confiar en la oportuna narradora omnisciente y el talento de una actriz para sostener una propuesta tan contradictoria. Una comedia, una película biográfica, una cinta histórica... una indefinición que termina por posicionar esta propuesta en la tierra de nadie cinematográfica, donde sólo hay lugar para la aburrida corrección. ★★★★★
Adrián González Viña.
crítico de cine.
Reino Unido, 2012, Director: Roger Michell. Guión: Richard Nelson. Productora: Focus Features / Daybreak Pictures / Film Four / Free Range Films. Presentación: Telluride 2012. Música: Jeremy Sams. Fotografía: Lol Crawley. Reparto: Bill Murray, Laura Linney, Olivia Willams, Samuel West, Olivia Colman, Elizabeth Marvel, Elizabeth Wilson, Eleanor Bron.