SANGRE, SUDOR Y ARTES MARCIALES
crítica de Redada asesina (The Raid) | Serbuan maut, Gareth Evans, 2011"Tenemos visita en nuestro edificio, pero yo no les he invitado.
Así que acabad con esa plaga, que no quede ni una de esas cucarachas viva”.
Así que acabad con esa plaga, que no quede ni una de esas cucarachas viva”.
Hay veces en que el cine se aleja de florituras de guión, de maravillas actorales, de esa sustancia gracias a la cual reconocemos si la película que estamos viendo merece un hueco en nuestra memoria o no. Porque no olvidemos que el cine, aunque reconocido como arte, tiene, en última instancia –o primera para algunos– el objetivo de entretener, de agarrar al público durante un par de horas, no soltarle y a veces, no permitirle ni pestañear. Y este dinamismo se traduce en continuo movimiento. De ahí que la acción en el cine sea siempre un valor en alza. Por el celuloide han pasado cintas de acción de toda índole, pero quizás cabría distinguir entre aquellas cuya trepidante puesta en escena es un personaje más y donde entendemos por la psique de los personajes el por qué de esa obsesión, de esa rivalidad, y aquellas en las que la acción es el personaje, y sobre la que recae el peso de todo el metraje. Este último es el caso de The Raid (Serbuan maut, 2011), adrenalínico trabajo sin concesiones del galés Gareth Evans (ya experimentado en este tipo de filmes), que bebe de toda una retahíla de cintas de escaso interés artístico –exceptuando como mucho la labor de los coreógrafos que harán las delicias de los amantes de las artes marciales muy al estilo Ong Bak (Prachya Pinkaew, 2003)– pero de pura y mera diversión donde la presencia de la hemoglobina y el plomo a borbotones se hacen obligadas y constantes. No sería absurdo pensar que estamos ante un híbrido de La Noche es nuestra de James Gray (sin profundizar en absoluto, pero sí haciendo mención al lazo de sangre que une a dos personajes que han decidido vivir vidas muy diferentes), Asalto al Distrito 13 de Jean-François Richet (o a la original de Carpenter), a la primera Jungla de cristal de John McTiernan (este edificio en el que se ve atrapada la brigada de policía no tiene nada que envidiar al Nakatome de Los Ángeles), y todo esto bien sazonado por el cine de John Woo o Johnnie To.
La trama gira en torno a una unidad SWAT de policía que intenta acabar de una vez por todas con el reinado de Jata, uno de los hombres más peligrosos del crimen organizado en Jakarta. Para ello tendrán que adentrarse en un edificio donde los secuaces del capo Jata campan a sus anchas, no siendo conscientes de que les espera un verdadero infierno. Por si esto no fuese suficiente, se incita a los inquilinos del citado edificio a eliminar a estos intrusos. Sin embargo, en este largometraje ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos, aunque, como ya dije antes, no estemos ante un filme donde lo maniqueo importe lo más mínimo. Dejando a un lado esta trama manida (con alguna que otra sub-trama que quizá pretenda añadir un poco más de complejidad al conjunto), no podemos destacar nada relativo a la labor actoral (interpretativa, quiero decir, pues en el plano físico, estos se dejan la piel en cada una de las escenas), compuesta por un plantel de desconocidos, al menos, por estos lares. Lo único que realmente llama la atención es la pericia técnica de la cinta, con un uso frenético de la cámara (perfectamente sincronizada con la también desenfrenada música electrónica) que en alguno de sus pasajes recuerda a la saga Bourne (atentos a ese genial plano en el que la cámara sigue a un agente del SWAT en su caída desde una de las plantas del edificio, que recuerda de alguna forma a aquel magnifico en 1'14” de la citada saga). The Raid es, sin lugar a dudas, una película que busca satisfacer al espectador, agasajarle con regalos en forma de escenas delirantes de violencia gratuita, muy bien rodadas, eso si. Apúntense. La diversión está garantizada. ★★★★★
Julio Mogollón.
crítico de cine.
Indonesia-Estados Unidos, 2011, Serbuan maut. Director: Gareth Evans. Guión: Gareth Evans. Productora: Sony Pictures Classics / XYZ Films / Pt. Merantau Films. Música: Aria Prayogi, Fajar Yuskemal. Fotografía: Matt Flannery. Intérpretes: Iko Uwais, Doni Alamsyah, Joe Taslim, Yayan Ruhian, Pierre Gruno, Ray Sahetapy, Tegar Satrya, Iang Darmawan, Verdi Solaiman.
