PECULIAR CASO Y ENTRADA DE UN DELICIOSO PERSONAJE
crítica del segundo capítulo de Hannibal, ‘Amuse-Bouche’ (1x02)NBC | EEUU, 2013. Director: Michael Rymer. Guión: Jim Danger Gray. Creador: Bryan Fuller. Reparto: Hugh Dancy, Mads Mikkelsen, Laurence Fishburne, Caroline Dhavernas, Hettiene Park, Scott Thompson, Aaron Abrams, Kacey Rohl, Lara Jean Chorostecki, Aidan Devine, Vladimir Cubrt, Chelan Simmons. Fotografía: James Hawkison. Música: Brian Reitzell.
El equipo protagonista investiga unas misteriosas muertes que involucran estiércol y piedad asesina mientras Will lidia con el trauma de haber matado a Garret Jacob Hobbes. Una morbosa periodista entra en escena y dificulta la investigación.
Los sueños y pesadillas de la mente trastornada de Will Graham van a ser parte fundamental de Hannibal. Estilosas alucinaciones son mostradas a lo largo del episodio para deleite visual y sensorial del espectador, al que también se busca inquietar y contar algo más del estado de ánimo de nuestro héroe. Will siente remordimientos por haber matado a Garret Jacob Hobbs. Tantos, que se dedica a visitar más tiempo del sanamente prudente a su hija Abigail, en coma tras el intento de asesinato de su padre. Está en evidente shock. El buen doctor no puede entonces salir de la vida de Will -bien plantado, Bryan Fuller-, ergo tampoco de la nuestra. Jack necesita la extraña habilidad de Will para poder investigar el caso de la semana, un asesino que usa los cuerpos de sus víctimas como campo de cultivo. Literalmente. En una de las imágenes más espeluznantes que un servidor haya visto en tiempo, se muestra una hilera de cuerpos en diferentes estados de putrefacción con champiñones y setas brotando de su torso, piernas, pechos... todo. Tras el pretendido efecto sorpresa -reforzado con un doble susto cuando veamos que algunos “cultivos” están vivos- llega uno de esos secundarios que ponen las cosas difíciles a los protagonistas. La morbosa y amarillista periodista y bloguera Freddie Lounds (una deliciosa Lara Jean Chorostecki) entorpece la investigación mientras hace preguntas incómodas sobre la idoneidad de Will para investigar casos así. ¿Una mente psicópata para pillar a otras?
El guionista del episodio es Jim Danger Gray, que ya trabajó con Fuller en Criando malvas (2007-2009) y prosigue el jugueteo que éste abrió en el piloto. Cuando Hannibal Lecter descubre que Freddie Lounds ha grabado una confidencial conversación entre Lecter y Graham y la secuencia acaba de manera amenazante, se da por hecho que la periodista ha muerto. Es más, el siguiente corte nos enseña al buen doctor ofreciendo a Jack un tentempié recién cocinado, pero Lounds vuelve a hacer aparición para complicar más las cosas. En otro orden de cosas, aprenderemos que Will rescata perros abandonados porque se entiende mejor con ellos que con los humanos -¿se han dado cuenta de las cantidad de veces que el autismo social/síndrome de Asperger/etc ha sido usado por los guionistas en los últimos años?-, que su compañera de universidad la doctora Alana Bloom (carismática Caroline Dhavernas) siente algo por él y que entre los forenses de la unidad de Jack hay de todo: el escéptico y posible fuente de Lounds, el rarito y la valiente/sexy que parece disfrutar con la muerte, al menos como objeto de estudio.
Pesadillas más o menos imaginativas y pistas que ayuden a descubrir al asesino antes del minuto 30 se suceden mientras el interés se centra en el dúo protagonista. Sabemos la historia de lo que vendrá: se van a hacer amigos hasta que Will le descubra y encierre. Pero también sabemos que Fuller ha cambiado las reglas. La opacidad que Mads Mikkelsen otorga a su Hannibal Lecter me impide emitir un juicio definitivo sobre su trabajo. Si es un esfuerzo vacío o si puede sentar cátedra. También es verdad que el trabajo de sus compañeros es más visiblemente bueno porque sus personajes, al menos aparentemente, no ocultan una mentalidad tan retorcida.
Cuando ponemos cara al asesino, también entra en marcha una de las apuestas más interesantes y traviesas de Fuller: Chelan Simmons interpreta brevemente a una rescatada víctima del malvado, pero a la vez repite su papel de Gretchen Speck, uno de los personajes episódicos de la efímera Wonderfalls (2004), co-creada por Bryan Fuller. Durante meses se ha comunicado que muchos de los actores de las anteriores creaciones de Fuller iban a desfilar puntualmente por el siniestro mundo de Thomas Harris, y parece que la veda se ha abierto. Será interesante ver cómo el guionista los emplaza sin forzar mucho las cosas. El resto es una huida del malvado, su consiguiente persecución, la obligatoria explicación de razones y su fin ante la firme mano de la policía. Will sigue sin descansar. Hannibal sigue recavando información sobre el fascinante objeto de estudio que es el agente especial Graham, y las pesadillas no van a terminar aún. El episodio vuelve a ser entretenido y veloz como un rayo, y la satisfacción malsana del espectador se ha satisfecho. Por ahora. ★★★★★
Adrián González Viña.
crítico de cine & series de televisión.