Starfighter: La aventura comienza | The Last Starfighter, Nick Castle, 1984
Comenzamos nuestra lúdica Sesión doble de esta semana con una pequeña película de ciencia ficción de principio de los 80 que, pese a los buenos momentos que nos hizo pasar a muchos de los cinéfilos que hoy rondamos los 30 años, hoy permanece confinada a un inmerecido olvido. Se trata de Starfighter: La aventura comienza (1984), realizada por Nick Castle, al que le debemos otra interesante cinta fantástica como Más allá de la realidad (1986) o la traslación al cine de la popular serie televisiva Daniel el travieso (1993), a mayor gloria de un Walter Matthau en horas bajas.
Con un presupuesto de 15 millones de dólares, esta amable propuesta llegó con la intención de aprovechar el tirón del que por aquellos años gozaba la trilogía galáctica de George Lucas, y que en 1983 había llegado a su capítulo final con El retorno del Jedi. Podemos detectar muchísimas influencias estéticas y narrativas de otros grandes éxitos, con un diseño de criaturas cercano al universo de Star Trek, pero siempre dentro de un tono de cine familiar más próximo al de las producciones Amblim de Steven Spielberg. Fue la segunda película que empleó imágenes generadas por ordenador para sus secuencias de acción, tras los brillantes resultados que la técnica había dado en la visionaria Tron (1982), de Steven Lisberger. En este sentido, Starfighter destaca por un elaborado trabajo de efectos especiales (hoy totalmente desfasados, pero igualmente encantadores), dirección artística y caracterización de las distintas razas alienígenas que aparecen en la cinta.
El protagonista de esta historia es Alex Rogan (Lance Guest), el típico joven norteamericano que vive con su madre y su hermano pequeño en un poblado de caravanas. Lleva una vida monótona, acompañado de su guapa novia Maggie (Catherine Mary Stewart) y dedicando su tiempo libre a hacer pequeños arreglos domésticos entre los vecinos de su comunidad. Además, pasa las horas muertas frente a una máquina recreativa del pueblo donde juega al Starfighter, una especie de simulador de batallas intergalácticas. Cuando una noche bata el récord de la máquina, su vida cambiará convirtiéndose en una aventura tan apasionante como peligrosa. Un extraño personaje, de nombre Centauri (entrañable Robert Preston), aparece de la nada en un sofisticado coche con la intención de reclutar a Alex para la Liga Estelar. El coche se transforma en una aeronave que les lleva hasta un planeta lejano donde el muchacho deberá emplear sus magníficas aptitudes demostradas en el juego para hacer frente a una auténtica batalla por salvar el universo de las temibles Fuerzas de Kodan.
¿A LA SOMBRA DE TRON? | 'Starfighter', de Nick Castle (1984) |
Starfighter puede ser criticada por acabar siendo algo previsible en su parte final, donde se apuesta directamente por las batallas galácticas a lo Star Wars, pero hay que reconocerle algunos aciertos de guión que le confieren una identidad propia. Se agradece que Castle no se tome a su película demasiado en serio, dotándola de unos sanísimos golpes de humor (toda la trama del androide que sustituye a Alex en La Tierra para que sus allegados no echen de menos su ausencia y los enredos sentimentales de éste con una desconcertada Maggie). Lance Guest está muy correcto en su personaje de Alex, que parece deudor del adolescente genio de la informática al que diera vida Matthew Broderick en la exitosa Juegos de guerra (1983). Por su parte, la preciosa Catherine Mary Stewart pone acertadamente el contrapunto romántico al asunto. Ninguno de los dos jóvenes actores lograría perpetuar este éxito en los siguientes años, convirtiéndose en otras de esas promesas de los 80 que no acabaron de consolidarse, tal es el caso de Ralph Macchio o Zach Galligan. Más de 28 millones de dólares de recaudación hicieron de este filme un éxito más que aceptable, que sirvió como referente a otras producciones más ambiciosas que llegarían después. El diseño del maquillaje de Grig (conocido familiarmente por los fans del filme como el Tortugo), el piloto que acompaña en su aventura a Alex, resulta sospechosamente similar al del personaje de Louis Gossett Jr. en Enemigo mío (1985), al igual que algunas de sus escenas de batalla espacial. Es más, la relación de amistad que se establece entre Alex y Grig recuerda mucho a la de los dos personajes de la obra de Wolfgang Petersen. El coche volador de Centauri también podría considerarse un antecedente del mítico DeLorean de la saga Regreso al futuro.
Estamos, a fin de cuentas, ante un producto familiar muy del gusto de la época, competentemente filmado, bien interpretado y que no deja lugar para el aburrimiento. La magnífica partitura de Craig Safan acompaña con brío a una aventura espacial bastante convencional pero siempre dinámica y divertida, que ya es más de lo que nos ofrece la media de este tipo de este tipo de productos en la actualidad. Siempre ha existido el interés de darle continuidad al filme con una secuela que, incomprensiblemente, nunca llegó a realizarse. A este paso, y sabiendo cómo funcionan los mecanismos de Hollywood en la actualidad, no me extrañaría que Starfighter acabase siendo objeto de uno de esos remakes tan perfectos técnicamente como faltos de verdadero talento. El reciente éxito de Tron: Legacy (2010) podría ayudar a ello.
José Antonio Martín.
redactor de Sesión doble.
1984, Estados Unidos. Título original: The Last Starfighter. Director: Nick Castle. Guión: Jonathan Betuel. Productora: Universal Pictures/Lorimar Film Entertainment. Presupuesto: 15.000.000 dólares. Recaudación: 28.733.290 dólares. Localización: California. Música: Craig Safan. Fotografía: King Baggot. Montaje: Carroll Timothy O´Meara. Intérpretes: Lance Guest, Catherine Mary Stewart, Robert Preston, Dan O´Herlihy, Barbara Bosson, Norman Snow, Chris Hebert.