Sebbe (Babak Najafi, 2010)
Este primer largometraje de Babak Najafi es una muestra más de la reciente popularidad del cine sueco (o del escandinavo en general), cuyo inicio podemos fechar en el éxito de Déjame entrar (2008), la escalofriante película de Tomas Alfredson, y cuya expansión puede fácilmente ligarse al fenómeno de la saga Millenium. Ésta nos adentra en un mundo oscuro, de personajes crueles y tramas morbosas, mientras que aquella nos invita a contemplar la sociedad sueca bajo un prisma más íntimo y sutil pero igualmente crítico. Sebbe (2010) pertenece a esta segunda categoría, y recuerda incluso a Déjame entrar, de forma más directa, por sus temas de acoso escolar y alienación social. A su vez, esto último puede asemejarla a otras obras como Elephant (2003), con la que comparte no solo parte de su temática sino también algunas marcas de estilo como los planos de seguimiento de la espalda o nuca del protagonista, como recurso que refuerza esa sensación de enajenación. Pero la película de Najafi es más cercana que la de Gus Van Sant, y también más sencilla, menos ambiciosa.
En concreto, se vertebra en torno a la relación entre una madre viuda y su hijo, pues aunque el protagonismo recae sobre este último, tanto si nos fijamos en el propio título de la película como en el eje principal de su narración, la madre tiene un desarrollo propio y es quién explica con más claridad el conflicto de Sebbe. Por ello Najafi resalta la relevancia de los momentos que ambos pasan juntos, que imaginamos escasos ya que la madre trabaja durante la noche como repartidora de periódicos y duerme durante el día, tiempo en el que su hijo acude al colegio o vagabundea por las calles. Así pues, es en estos contados momentos: durante la cena, o limpiando, o antes de salir, donde ambos personajes tienen la ocasión de liberar sus emociones acumuladas durante el resto de la jornada, que para los dos ha sido bastante penosa. En efecto, la temática de acoso trasciende la que sufre el joven entre las paredes escolares, a manos de varios compañeros de clase entre los que se encuentra su vecino, pues su madre también lo padece en su empleo, con claridad en al menos una escena del filme, e igualmente existe cierto abuso recíproco en el seno de esta familia monoparental. En otras palabras, teniendo en cuenta lo que tienen que aguantar fuera de casa, al regresar a ésta el hijo pero sobretodo la madre se comportan a veces de forma violenta e irracional, con consecuencias funestas como por ejemplo cuando ella lo echa a él de casa.
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| EL NUEVO CINE SUECO | 'Sebbe', de Babak Najafi, 2010 |
Este breve recorrido del proporcionalmente breve metraje de Sebbe nos ayuda a comprender en qué dirección apuntan sus argumentos, y a deducir que sus personajes no están fija y claramente concebidos para ocupar la posición de víctima o la de acosador, sino que van cambiando de una a otra. Una metáfora clara de estos giros es la del perro negro que en su primera aparición persigue a la madre, para más tarde sufrir un atropello y transformarse en presa. Volviendo pues a los personajes, éstos no acaban siendo lo que aparentan, presentando contradicciones y dificultades que a veces los convierten en imprevisibles a los ojos del espectador. Pero esto último engancha. Y gracias a ello, esta película aparentemente menor consigue esquivar las obviedades y los tópicos para intentar trazar un discurso sobre el aislamiento social, mutuo y forzado, antes que por voluntad o debilidades propias. Para ello aprovecha la localización natural de la historia, cuyo enclave nórdico facilita en este caso la visualización de una fotografía con tonos fríos, basada en azules y blancos. Estos refuerzan las sensaciones de distancia y desánimo ya de por sí presentes en la trama. Otra opción técnica o artística que juega en la misma línea es, al margen de los planos de seguimiento ya mencionados, la cámara al hombro que a menudo opta por encuadres muy cerrados que igualmente nos transmiten esa impresión de incomunicación.
Pero quizás lo más destacable de la puesta en escena es el reiterado uso de espejos, ya sea los de una ventana o cristalera, ya sea los de un retrovisor, para nuevamente plasmar tanto las dualidades o contraposiciones de Sebbe y su madre, como su naturaleza frágil e indeterminada. El primero no sabe todavía cómo hacerle frente a la vida, y la segunda no sabe cómo recuperarla tras la muerte de su marido, y por ello busca el consuelo en el alcohol y el tabaco: aunque, y éste es otro ejemplo de las contradicciones humanas que salen a relucir aquí, justifique no poder comprarle un regalo a su hijo por no tener dinero, ello no le impide caer en los citados vicios. Con todo, una tercera indicación que nos deja este recurso estético es que también hay esperanza más allá de las amarguras y depresiones que viven actualmente estos personajes. Esto último queda probablemente más claro si analizamos el conjunto de la película y sobretodo si nos detenemos en su última escena, pero puede a su vez relacionarse con los instantes de cariño y la fortaleza intelectual que ambos muestran, por mucho que en otras ocasiones cedan ante las presiones de los demás o ante las suyas propias. Un último ejemplo de esta dinámica lo hallamos en la secuencia de montaje en la que la madre y el hijo están celebrando el cumpleaños de éste tomando algo en una barra, seguido de una noche de trabajo de aquella. Estos minutos son una buena síntesis de la mezcla de ilusión y melancolía que caracterizan esta película.
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| AÑOS CONVULSOS | Sebastian Hiort of Ornäs es 'Sebbe', de Babak Najafi. |
En definitiva, estamos ante el producto de un director que sabe lo que quiere, que sabe asimismo dirigir adecuadamente a sus actores (todos entregan interpretaciones sentidas y matizadas) y que nos propone una perspectiva refrescante de un mundo tan conocido como conflictivo, pues en verdad estos actos de acoso revelan lo más tolerado pero a la vez lo más indignante de la naturaleza humana. Por ello no queda más remedio que quedarse pegado a la pantalla para luego sacar las interpretaciones y conclusiones oportunas al respecto.
Ignacio Navarro
director & crítico cinematográfico
Suecia, 2010. Título original: “Sebbe”. Director: Babak Najafi. Guión: Babak Najafi. Productora: Film i Väst / Garagefilm International. Fotografía: Simon Pramsten. Intérpretes: Sebastian Hiort af Ornäs, Kenny Wahlbrink, Eva Melander, Adrian Ringman, Emil Kadeby, Åsa Bodin Karlsson. Mejor ópera prima Berlinale 2010.
