THE GHOST AND THE BLINDNESS
Depredador | Predator, John McTiernan, 1987
No solo de geniales autores como Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Woody Allen vive el cine. También hay que reconocer a una meritoria segunda división de eficaces artesanos, capaces de hacer películas comerciales con un alto grado de calidad y sin insultar a la inteligencia del espectador. En este grupo podrían incluirse directores como Richard Donner, Walter Hill o John McTiernan, el nombre que hoy ocupa nuestra Sesión doble. Con una carrera plagada de éxitos como Jungla de cristal (1988), La caza del octubre rojo (1990) o Jungla de cristal 3: La venganza, McTiernan no siempre ha dado en la diana comercial, pero hay que reivindicar sus dos mayores descalabros - El último gran héroe (1993) y El guerrero nº13 (1999) - como estupendos vehículos para lucimiento de sus respectivas estrellas, Arnold Schwarzenegger y Antonio Banderas
Depredador | Predator, John McTiernan, 1987
No solo de geniales autores como Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Woody Allen vive el cine. También hay que reconocer a una meritoria segunda división de eficaces artesanos, capaces de hacer películas comerciales con un alto grado de calidad y sin insultar a la inteligencia del espectador. En este grupo podrían incluirse directores como Richard Donner, Walter Hill o John McTiernan, el nombre que hoy ocupa nuestra Sesión doble. Con una carrera plagada de éxitos como Jungla de cristal (1988), La caza del octubre rojo (1990) o Jungla de cristal 3: La venganza, McTiernan no siempre ha dado en la diana comercial, pero hay que reivindicar sus dos mayores descalabros - El último gran héroe (1993) y El guerrero nº13 (1999) - como estupendos vehículos para lucimiento de sus respectivas estrellas, Arnold Schwarzenegger y Antonio Banderas
Su primer gran éxito - tras su floja ópera prima Nómadas (1984) - se produciría en 1987 con Depredador, una curiosa mezcolanza entre ciencia ficción y cine bélico, que tomaba elementos prestados de dos de los filmes que arrasaban en las taquillas de aquellos años: Alien (1979) y Rambo (1985), con la suficiente inteligencia y desparpajo para acabar resultando una obra con entidad propia, llamada a convertirse con el paso de los años en un pequeño clásico del género.
Nacida como la típica cinta para la explotación de la estrella de acción Arnold Schwarzenegger, en su momento de máxima popularidad gracias a las sagas de Conan el bárbaro (1982) y Terminator (1984), Depredador supo alejarse de la mediocridad de este tipo de propuestas, combinando el espectáculo bélico con el terror más claustrofóbico (algo contradictorio, si tenemos en cuenta que la acción se desarrolla íntegramente en una selva). Acierta el director a la hora de otorgar un protagonismo coral, más que centrarse en las limitadas capacidades interpretativas de Arnie que, para qué negarlo, cumple a la perfección con las exigencias de su personaje. Junto a la estrella austriaca, encontramos en el reparto a Carl Weathers, actor que conoció su gran momento de gloria gracias a su rol de Apollo Creed en la saga Rocky y a Elpidia Carrillo, actriz fetiche en dramas intimistas de Rodrigo García como Cosas que diría con sólo mirarla (2000), Nueve vidas (2005) o Madres e hijas (2009). El propio productor de la cinta, Joel Silver, reconoció que Weathers fue contratado con la intención de aportar la calidad como actor de la que carecía el principal protagonista.
La historia de Depredador no puede ser más sencilla y directa: un grupo de mercenarios son enviados por la CIA a la jungla centroamericana para rescatar a unos pilotos que han sido apresados por las guerrillas. De ser cazadores pasarán a ser las presas, cuando un alienígena depredador comience a aniquilarlos uno a uno, valiéndose de su capacidad de hacerse invisible y camuflarse entre la vegetación. El excelente diseño de esta criatura y los magníficos efectos visuales de la cinta, corrieron a cargo de toda una institución en ese campo, Stan Winston, ganador de 4 Oscar por éxitos como Aliens el regreso (1986), Terminator 2 (1991) o Jurassic Park (1992). Las escenas de acción están rodadas con gran precisión técnica, sin caer en ningún momento en el exceso de pirotecnia. Todo lo contrario, si por algo destaca el tramo final del filme, donde el soldado al que da vida Schwarzenegger debe enfrentarse en solitario al letal monstruo, utilizando todo su ingenio y las mismas armas que su adversario, es por su logrado suspense y un ritmo narrativo realmente espléndido, de lo mejor que ha rodado jamás su director. La extraordinaria música de Alan Silvestri (ganadora del Saturn) resulta una pieza clave para dotar a esta aventura de una mayor intensidad, si cabe. En un principio, la incipiente estrella del cine de artes marciales Jean Claude Van Damme iba a enfundarse el traje del depredador, pero comparando su estatura con el resto del reparto, resultó poco convincente. Finalmente se decidieron por el enorme Kevin Peter Hall (2 metros y 19 centímetros), que ese mismo año alcanzaría cierta notoriedad por su papel de Pies grandes en la muy comercial Bigfoot y los Henderson.
Depredador fue un gran éxito de taquilla en 1987, rentabilizando los 15 millones de dólares de presupuesto, hasta alcanzar los casi 100 millones en todo el mundo. Esto, a pesar de haber obtenido la temible calificación R debido a su violencia explícita, que reducía considerablemente su público a mayores de 16 años. La crítica, por su parte, fue bastante dura con esta producción, haciendo especial hincapié en la mediocridad de su guión. Algo que los años se han encargado de ajusticiar, revalorizando a esta película como lo mejorcito del cine fantástico de su década. En 1990, Stephen Hopkins dirigió Depredador 2, protagonizada por un Danny Glover que rentabilizaba su éxito como estrella de acción, ganado con la saga Arma Letal. Sin ser una mala película, sus resultados fueron mucho más discretos que los de la original de McTiernan, demostrando que a veces, menos es más. En 2010, el prolífico Robert Rodríguez produjo una irregular nueva entrega, Predators, con el oscarizado Adrien Brody en una inédita faceta de héroe que no llegó a convencer a los fans de la serie, pese a cierta fidelidad estética y narrativa hacia el filme que nos ocupa. Del disparatado díptico Alien Vs. Predator, que en un afán de lucro fácil unió a dos de los mitos del cine de ciencia ficción, con resultados funestos, mejor no hablar.
José Antonio Martín.
redactor de Sesión doble.
1987. Estados Unidos. Título original: Predator. Director: John McTiernan. Guión: Jim Thomas, John Thomas. Productora: 20th Century Fox/Joel Silver. Presupuesto: 15.000.000 dólares. Recaudación: 98.267.558 dólares. Localización: México. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Donald McAlpine. Montaje: Mark Helfrich, John F. Link. Intérpretes: Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers, Jesse Ventura, Bill Duke, Elpidia Carrillo, Kevin Peter Hall, Sonny Landham, R.G. Armstrong.
Notas | ARTÍCULOS RELACIONADOS: Alien (Ridley Scott, 1979); Aliens, el regreso (James Cameron, 1986); Conan, el bárbaro (John Milius, 1982); Madres e hijas (Rodrigo Cortés, 2009); Predators (Nimród Amtal, 2010).
Notas | ARTÍCULOS RELACIONADOS: Alien (Ridley Scott, 1979); Aliens, el regreso (James Cameron, 1986); Conan, el bárbaro (John Milius, 1982); Madres e hijas (Rodrigo Cortés, 2009); Predators (Nimród Amtal, 2010).