Una llamada entrecortada, lluvia y música de suspense, ¿Seguro que estamos viendo un documental? No puedes evitar preguntarte esto durante gran parte del metraje, porque The Imposter (2012) no sigue las líneas tradicionales del documental de carácter informativo. La película no busca moverte el corazón ni dar a conocer la última causa de moda, busca entretener y lo logra. Todos los elementos se prestan para crear un ambiente de misterio e intriga. Sospechamos desde el primer minuto que algo no cuadra pero es hasta el final que se nos devela todo el enredo.
Nicholas Barclay sale a caminar una tarde en San Antonio, Texas, y desaparece sin dejar rastro; tres años más tarde su familia recibe una llamada: Nicholas está vivo en el sur de España. Todo esto sería una muy bonita historia de no ser por el hecho de que el supuesto Nicholas es en realidad un impostor, un francés de 23 años con serios problemas mentales. Pero lo que es más preocupante es que nadie se da cuenta del engaño (aquí es donde vuelves a preguntarte si esto en verdad está basado en hechos reales). La familia, extasiada de alegría ante la posibilidad de encontrar al miembro perdido, no vacila a la hora de acoger a este extraño en su casa. El farsante, Frederick Bourdin, es un maestro de la mentira y es él el encargado de relatarnos como logro hacerse pasar por el norteamericano; al principio nos conmueve con su deseo de sentirse amado, se pinta como un joven necesitado de la seguridad de un hogar y logramos sentir hasta compasión por él. Creemos que él es simplemente victima de las circunstancias. Mientras nosotros nos creemos esta historia de abandono, Bourdin le dibuja una historia de abuso a la policía y a la familia Barclay. Les comenta con detalles cómo fue secuestrado en Texas y llevado a España, donde fue violado y torturado durante tres años hasta el día de su fuga. De una manera u otra todos hemos sido engañados por Bourdin. Al llegar a los Estados Unidos los Barclay y Bourdin hacen lo posible por ser la “familia feliz”, se esmeran en hacerlo sentir bienvenido y acomodarlo a la rutina diaria. Mientras tanto los medios se encargan de difundir este supuesto milagro y de denunciar los horrores a los que fue expuesto Nicholas. En todo momento te preguntas como demonios los Barclay se creyeron el cuento; se supone que es un estadounidense, pero lo encuentran en España, hablando con acento francés y paso de ser un rubio de ojos azules a un hombre bronceado con ojos oscuros. La gente cambia en tres años pero no se obran milagros de este tipo (a menos de que tengan un buen cirujano plástico). Todo resulta increíble.
Fue la exposición mediática lo que atrajo la atención del investigador privado Charlie Parker, que es el primero en la película en hacerse la muy importante pregunta de ¿Por qué la familia Barclay acepta a alguien que claramente no es Nicholas en su casa, a pesar de todos los peligros que conlleva? En este punto el documental se vuelve un poco macabro, porque la única respuesta lógica para esa pregunta involucra que los Barclay oculten algo. Ese “algo” es lo que eventualmente hace que Bourdin le confiese a Parker su verdadera identidad y sea arrestado por las autoridades.
The Imposter es difícil de digerir, no porque sea un relato particularmente fuerte sino por el hecho de que resulta hasta cierto punto fantástico. Empiezas a verlo y crees que no hay más misterio, todo está puesto sobre la mesa: sabes que Bourdin está fingiendo y sabes que tarde o temprano debe ser descubierto. Aun con todo esto los últimos veinte minutos logran sorprender, de alguna manera terminamos con más preguntas que respuestas y con una sensación de que el ser humano siempre guarda una carta más bajo su manga. Y no precisamente positiva. No sabemos quién dice la verdad y lo más triste que es nunca sabremos que sucedió con Nicholas, solo nos queda esta historia increíble. [SPOILER] Lo más apreciable del filme es el final, en el que la hermana de Nicholas muy amablemente manda al impostor al demonio [FIN SPOILER]. Un epílogo cómico para una historia que en verdad es una tragedia. Creo que The Imposter es el perfecto ejemplo de “realidad que supera a la ficción”.
Alexandra Castillo.
documentales.
Reino Unido, 2012. Título Original: The Imposter. Director: Bart Layton. Productora: A&E IndieFilms, Film4, Protagonist Pictures. Musica: Anne Nikitin.