Furia de Titanes (Clash of the Titans, Desmond Davis, 1981)
La memoria cinéfila de todo seguidor del cine fantástico está forjada por inolvidables escenas donde la fantasía se hace realidad gracias a la magia del séptimo arte. Los efectos especiales, hoy tan dependientes de las últimas tecnologías informáticas, han conseguido desde los tiempos de La Luna a un metro (1898) de George Méliès, que el espectador se vea transportado a mundos o situaciones imposibles. Uno de los mayores maestros en convertir estos sueños en realidad fue, sin duda, Ray Harryhausen. Sus aportaciones con la técnica del stop motion en películas tan inolvidables como Simbad y la princesa (1958), La Isla Misteriosa (1961), Jason y los Argonautas (1963) o Hace un millón de años (1966) han marcado un antes y un después en la historia de los efectos especiales. Hoy revisamos su último trabajo: Furia de Titanes (1981), que contiene algunas de sus más celebradas creaciones.
Se trata de una producción británica de la MGM presupuestada en 15 millones de dólares, una cifra nada desdeñable para la época. Dirigida por Desmond Davis en su trabajo más relevante para el cine, Furia de Titanes narra la historia de Perseo, un humano hijo de Zeus y su lucha contra los peligros que le envía la diosa Thetis en venganza por el cruel castigo que Zeus le infringió a su vástago Calibos, transformándole en una criatura deforme. Lo que más destaca a primera vista de esta película, aparte de sus maravillosos efectos, es el lujoso plantel de estrellas que se dan cita en su reparto. El Olimpo de los dioses está formado por rostros como Ursula Andress (desaprovechada Afrodita), Claire Bloom (Hera), Maggie Smith (estupenda Thetis) y, sobre todo, el siempre enorme Laurence Olivier en el papel de Zeus. El diseño artístico de este Olimpo, tan sencillo como carente de originalidad, se mantiene fiel al de otros títulos similares con su aspecto de lugar etéreo, entre nubes y rodeado de columnas griegas. Las deidades son humanizadas por el guión de Beverly Cross, mostrándose como unos seres caprichosos, envidiosos y egocéntricos, que manejan a su antojo a los humanos como si fueran las piezas de un tablero de ajedrez. Harry Hamlin, un actor bastante mediocre y que después conocería su momento de popularidad gracias a la serie judicial La Ley de los Ángeles (1986-1994), encarna con corrección a Perseo, mientras que la hermosa Judi Bowker, protagonista de Hermano Sol, hermana Luna (1972) de Franco Zeffirelli, da vida a Andrómeda.
Amantes inesperados. 'Furia de Titanes', primera adaptación cinematográfica de 'Perseo y la Gorgona' |
Pese a que el género mitológico parecía haber dado los últimos coletazos con las películas de Simbad en los 70, Desmond y Harryhausen nos devolvieron por un momento todo el encanto de Jason y los Argonautas con ese aire añejo que parecía fuera de lugar en 1980, cuando se habían dado unos gigantescos avances en el terreno de los efectos especiales gracias a George Lucas y su Star Wars. De hecho, Furia de Titanes se tuvo que medir en taquilla contra El Imperio contraataca. El cine a la vieja usanza, una película de aventuras como las de toda la vida que representaba la antítesis de la fantasía renovadora y tecnológicamente ambiciosa del segundo capítulo de la saga galáctica. Parece una película de los 60, aunque se puedan detectar algunas leves influencias de éxitos de la época, como la banda sonora de Laurence Rosenthal, más cercana a las de John Williams que a las partituras de las cintas mitológicas clásicas, o unas espectaculares tomas aéreas que parecen sacadas de Superman (1978). 41 millones de dólares de recaudación en USA fueron un éxito discreto. Se proyectó el rodaje de una secuela sobre la figura de Eneas tras la guerra de Troya para 1984, pero nunca llegó a materializarse.
Furia de Titanes supuso el canto del cisne del género, una magnífica obra llena de aventuras, romance y fantasía a raudales. Aun así, es evidentemente, un filme de productores (el propio Ray Harryhausen entre ellos), donde el director poco pudo aportar de su propia cosecha. Imposible resulta para el aficionado al género olvidar el vuelo de Perseo a lomos del imponente Pegaso, el ataque del Kraken a la ciudad de Argos, el entrañable búho dorado, la pelea de los protagonistas con los escorpiones gigantes y, sobre todo, el segmento que se desarrolla en la guarida de Medusa, con perro de dos cabezas incluido. La presencia amenazante de Medusa, capaz de convertir en piedra a quien le mire a los ojos, constituye uno de los momentos más terroríficos de todo el universo Harryhausen. Ni en el carísimo remake de 2010 dirigido por Louis Leterrier, con todos sus efectos digitales de última generación, se llegó a alcanzar semejante efecto perturbador en el público. Curiosamente, Furia de Titanes (versión 1980) fue una muy buena película que vio truncadas sus posibilidades de tener continuaciones a causa de una taquilla decepcionante, mientras que la versión de 2010 es un filme mucho más flojo que ha funcionado estupendamente a nivel económico y ha tenido su correspondiente secuela, Ira de Titanes (2012).
'Bobo', el pájaro mecánico guía de Perseo a la guarida de La Gorgona |
Números aparte, el gran Ray Harryhausen no pudo conocer un mejor testamento cinematográfico. Sin llegar a la categoría de obra maestra que sí poseen Simbad y la princesa y Jason y los Argonautas, este título tan encantador como imperfecto sigue despertando en cada nuevo visionado la nostalgia por un cine más artesanal, donde no era tan fácil plasmar los sueños en imágenes pero cuando esto se lograba, su recuerdo quedaba grabado en nuestros corazones a fuego.
José Antonio Martín.
Ficha técnica:
Reino Unido. 1980. Título original: Clash of the Titans. Director: Desmond Davis. Guión: Beverly Cross. Productora: MGM. Localización principal: Estudios Pinewood. Presupuesto: 15.000.000 dólares. Recaudación en USA: 41.000.000 dólares. Fotografía: Ted Moore. Música: Laurence Rosenthal. Montaje: Timothy Gee. Intérpretes: Harry Hamlin, Judi Bokwer, Laurence Olivier, Maggie Smith, Burgess Meredith, Ursula Andress, Claire Bloom, Neil McCarthy, Flora Robson.
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