En campaña todo vale (The Campaign, Jay Roach, 2012)
Fue durante una conversación telefónica. Mi novia de por aquel entonces me relataba lo bien que lo habían pasado ella y su amiga en el cine, viendo una comedia norteamericana que aterrizó en nuestro país con las dudas que suscitan los éxitos inesperados. Con bastante naturalidad pero sin los tecnicismos y florituras que gustan a los sabihondos, me dijo que había disfrutado muchísimo con esa despedida de solteros –créditos finales incluidos–, que por encima de ese guapo rubio que desprendía sex-appeal (Bradley Cooper), asomaba el verdadero hallazgo de Resacón en Las Vegas: un gordito con aspecto de oso de peluche llamado Zach Galifianakis. Un actor cuyo físico resumía punto por punto el gag, muecas contenidas e intervenciones que hacían de este secundario el heredero de una comedia gamberra de perfil inequívocamente ladino. Natural de Wilkesboro (Carolina del Norte), pero con ascendencia griega, Galifianakis reúne todas las aptitudes del showman que bebe de la contracultura. También me contó que esa pandilla de amnésicos tras una noche de juerga en Las Vegas, transmitía innumerables sensaciones, todas ellas gratas. “Tienes que ir a verla”, zanjó. Y eso hice. Y me encontré un producto tan efectivo como revitalizante. No aportaba nada especialmente insólito, sólo diversión, el triunfo de un barbudo que utiliza a su momentáneo bebé –al fin y al cabo no es suyo– para ilustrar la técnica de masturbación masculina, ante el estupor de unos amigos –un dentista mellado y un playboy con jaqueca– que desprecian y deponen en iguales dosis a ese tipo singular. También dejaba entrever la futura consagración de Mike Tyson como monologuista (actualmente protagoniza una obra autobiográfica dirigida por Spike Lee) en Broadway.
Cuatro años después del taquillazo de Resacón en Las Vegas, Galifianakis vive un éxito moderado. Alterna su labor en la pequeña pantalla con intervenciones en comedias más o menos independientes. Y ahora regresa con una historia de trasfondo político, una nueva comedia dirigida por Jay Roach, responsable de filmes como Los padres de ella y Austin Powers: El miembro de oro. Un director cuyo bagaje no invita al optimismo, pues su imán reside en la potencia del casting (véase la cinta que nos acontece, En campaña todo vale), aquí encabezado por Will Ferrell. Cuenta el enfrentamiento electoral acaecido en un pequeño pueblo de Carolina del Norte, donde un vicioso republicano gana sistemáticamente unos comicios tras otros. Hasta que llega un hortera entrañable, cristiano y padre de familia, ingenuo y amanerado. Éste le pondrá contra las cuerdas en medio de un combate repleto de golpes bajos, de estrategias –comandadas desde la sombra por dos empresarios– retóricas emparentadas con la sordidez y el taco. Una forma de expresión –“la contextura física de las malas palabras”, que diría el Negro Fontanarrosa– que cobra ritmo hasta alcanzar niveles insospechados. Porque al principio funciona, e incluso sueltas unas cuantas risotadas ante determinadas ocurrencias, pero luego se convierte en algo gratuito y carente de mala hostia. Sin embargo, En campaña todo vale (The Campaign, Jay Roach, 2012) desnuda las contradicciones de una sociedad a veces hostil e incomprensible; de eso que llamamos la América profunda.
Así es esta película, sonora en el descacharrante uso de lo “políticamente incorrecto”. Un relato bipolar que nos muestra a un Will Ferrell abotargado como los ideales del congresista al que interpreta. También a ese hipster probablemente involuntario, cuyo estilo para pasear perros se erige en su perfecto tic. Obviamente, Zach Galifianakis está entre los mejores comediantes de una industria que inocula falsa transgresión. Un fiel reflejo de aquella tierra prometida, que promete pero no da.
Juan José Ontiveros.
Ficha técnica:
Estados Unidos, 2012. Título original: ‘The Campaign’. Director: Jay Roach. Guión: Chris Henchy, Shawn Harwell. Productora: Warner Bros. Pictures / Everyman Pictures / Gary Sanchez Productions. Presupuesto: 26.588.460 dólares. Fotografía: Jim Denault. Música: Theodore Shapiro. Intérpretes: Will Ferrell, Zach Galifianakis, Jason Sudeikis, Sarah Baker, Dylan McDermott, Katherine LaNasa, Brian Cox, John Lithgow, Dan Aykroyd, Scott A. Martin, Thomas Middleditch, Josh Lawson.