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    Cine Alemán Siglo XXI

    THE AMAZING SPIDER-MAN (MARC WEBB, 2012)

    The Amazing Spider-Man
    Peter Parker (Andrew Garfield) y su primer amor, personificado en Emma Stone, eje de The Amazing Spider-Man
    REDES INESTABLES
    The Amazing Spider-Man (Marc Webb, Estados Unidos, 2012)

    ¿Les suena aquella cita de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”? La pronunciaba un anciano durante una intensa aunque breve conversación con su sobrino huérfano, un flacucho y amante de las ciencias que, de vez en cuando, sufría bullying en el instituto. Con esa sencilla frase, Stan Lee y Steve Ditko –creadores de Spider-Man– justificaban la existencia del superhéroe de clase obrera, un tipo decidido a plantar cara a los malos, a cualquier encarnación del mal que pusiera en peligro a los viandantes de Nueva York. Desde allí, al filo de una recta cornisa, o adherido a las fachadas de los rascacielos, ese joven hacía resonar la filosofía, tal vez el mantra de corte industrial de su tío Ben, muerto a manos de un delincuente de baja estofa. Parte de esa culpa se tornaba en fuerza y tenacidad, aspectos que Spiderman proyectaba (con mayor o menor calado) en cada viñeta, en blanco y negro o a color, dependiente del trazo de John Romita Sr. o su hijo, del mismo nombre pero con el revitalizante “Jr.” al final, en una época gris inmediatamente posterior al 11–S, cuando Marvel se instó a una especie de reseteo con todo su catálogo de héroes, bajo la línea Ultimate. Los guiones de Brian Michael Bendis aportaron un aire flamante al superhéroe arácnido, enmarcando a su álter ego, Peter Parker, en un mundo translúcido con un reverso que exploraba –una vez más, aunque de manera loable– las aristas de la tragedia mainstream.

    Y de ahí surge el aparentemente anhelado reboot del Hombre Araña, luego de tres entregas –dirigidas por Sam Raimi– muy irregulares, cuyo nefasto punto y seguido con un desaprovechado Venom obligó a pensar en un reinicio a toda costa: la batalla mercadotécnica entre Marvel y DC se estaba decantando claramente a favor de esta segunda editorial. Gracias al Batman de Nolan, por supuesto. Y gracias también a la propuesta más adulta de sus últimas historietas. Dirigida por Marc Webb (500 días juntos), un neófito en estas lides –tanto genéricas como narrativas–, The Amazing Spider-Man empieza como el primer episodio de la trilogía de Raimi, pero algunos años antes, cuando Parker todavía está en el instituto. Asistimos nuevamente a la génesis, a la desaparición del estoico tío Ben (Michael Sheen), al amor –desconocido hasta ahora– que surge entre el joven y su compañera Gwen Stacy (Emma Stone), al conflicto que sitúa el don frente a la responsabilidad, a la plasticidad estética del tímido nerd que descubre sus poderes, a los flashbacks que explican frenéticamente qué sucedió con sus padres, quiénes eran y por qué huyeron justo antes de perder la vida en un accidente de avión, qué oscuros secretos escondían el padre –prestigiado científico de Industrias Oscorp, cuyo dueño, Norman Osborn, se convertirá en el Duende Verde– y las ecuaciones y las notas que Peter descubre en un polvoriento maletín.

    Andrew Garfield se enfunda el archiconocido traje rojo y azul, y obviamente posee el perfil verbal y la fisonomía para interpretar de manera creíble a Spiderman. Lástima que el guión –escrito a seis manos por Steve Kloves, James Vanderbilt y Alvin Sargent– desfallezca sin paliativos: de las dos horas y diez minutos que dura el filme, una cuarta parte son escenas con el superhéroe balanceándose por el skyline neoyorquino. Sabedores de su atractivo, no dudan en introducir planos maquillados pirotécnicamente, reduciendo al personaje a un trapecista hostigado y mal descrito, carente de profundidad dramática y carisma. Intenta hacer uso del sarcasmo aunque pronto le cierran el grifo del humor. Toca perseguir la sombra del pasado: el Dr.Connors, viejo amigo del padre de Peter, podría tener las respuestas a muchas preguntas que inquietan a los millones de lectores y espectadores de esta historia; y, sin embargo, es este segundo quien ayuda al tullido científico a hallar la fórmula –con genética animal de por medio– para curar enfermedades y regenerar miembros, como por ejemplo el brazo que le falta al Dr.Connors. Consecuentemente, el antídoto tiene efectos secundarios: se transforma en un reptil enorme y violento. Pero el Lagarto no es ningún antagonista posible de Spiderman, ni tan siquiera se acerca a la figura de villano episódico. Es un amigo enfermo, cuyo diseño digital evoca más bien a la Abominación (némesis de Hulk); no está a la altura, es el típico personaje catalizador que ejercería respetablemente un papel de segunda fila. Asimismo, la factura técnica no responde a la demanda de nuestro tiempo: este filme podría haberse realizado hace una década, y aún así tampoco sorprendería. Contemplo una sucesión de planos matemáticos, de esos que se encuentran en miles de películas que pasaron silenciosamente al olvido. Tras la descarga audiovisual de Los Vengadores, esta cinta resulta mediocre, innecesaria, aburrida, plana, con diálogos tan infantiles como soporíferos. No aporta nada, salvo la certeza de estar ante el déjà vu veraniego en medio de un panorama cinematográfico desolador.

    Juan José Ontiveros.

    Ficha técnica:

    Estados Unidos, 2012. Título original: "The Amazing Spider-Man". Director: Marc Webb. Guión: Steve Kloves, James Vanderbilt y Alvin Sargent; basado en los personajes creados por Stan Lee y Steve Ditko. Productora: Sony Pictures / Columbia Pictures / Marvel Studios. Presupuesto: 215.000.000 dólares. Cámara: 3ality Technica - SIP (Stereoscopic Image Processor), 3ality Technica TS-5 3D rig. Localizaciones principales: Los Ángeles, California. Música: James Horner. Montaje: Alan Edward Bell, Michael McCusker, Pietro Scalia. Fotografía: John Schwartzman. Intérpretes: Andrew Garfield, Emma Stone, Rhys Ifans, Sally Field, Martin Sheen, Denis Leary, Campbell Scott, Embeth Davidtz, Irrfan Khan y C. Thomas Howell.

    Spiderman Andrew Garfield
    Fotograma del The Amazing Spider-Man, reinicio de la saga tras el fracaso final de la trilogía de Sam Raimi
    Póster:

    The Amazing-Spiderman poster
    Póster de The Amazing Spider-Man
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