Cersei y Tyrion Lannister en la despedida de Myrcella Baratheon acaecida en "The Old Gods and the New" |
Pasado el ecuador de la segunda temporada, la división de opiniones es cada vez más evidente. No por la calidad de Juego de tronos, siempre notable incluso rozando la brillantez, más bien por el enfoque alejado a los libros de George R.R. Martin. Si en la primera temporada se mantenía un perfecto equilibrio, en esta segunda todas las variaciones y añadidos están desesperando al lector de Canción de hielo y fuego. Es realmente complicado adaptar una obra de estas dimensiones y, como ocurre con el cine, surgen licencias cuestionables. Algo que quizás se pudiera solucionar aumentando el número de capítulos de la temporada. Diez episodios de cincuenta minutos resultan demasiado poco para la densidad de Choque de reyes. Pese a esto y las nombradas alteraciones, la esencia de Martin sigue impresa en cada fotograma y el nivel sigue en todo lo alto.
Prueba de ello es la sexta entrega, “The Old Gods And The New”, un capítulo dinámico con grandes momentos e interesantes avances narrativos. Instantes que no se hacen esperar con una sobrecogedora primera escena. Theon Greyjoy invade Winterfell, la tierra que lo vio crecer, y se retrata así mismo con la ejecución – “The Man who passed the sentence should swing the sword” – de Sir Rodrik Cassel. La dirección de David Nutter es perfecta, colocando el foco en el dubitativo rostro del heredero Greyjoy. Traición consumada que pondrá en jaque a las huestes de un, hasta el momento, triunfador Robb Stark en tierras del sur. Un Robb Stark que pese a su testimonial presencia en la obra original, vuelve a tener importancia al conocer las nuevas que provienen de Winterfell y su anterior encuentro con Talisa de Volantis y su madre Catelyn. Una parte desdibujada y forzada que contrasta con el excelente tono del capítulo.
No será el único “pero” de “The Old Gods and the New”. La estancia de Daenerys Storm’s en Qarth sigue sin encajar en el metraje, resultando insulsa y cada vez menos atractiva. Cada vez son más los minutos y mayor la sensación de que necesita un giro urgente. Giro que pudiera comenzar con los hechos – el robo de los tres dragones – que aparecen al final del episodio. La belleza de Emilia Clarke ya no es suficiente como tampoco lo es la articulación de esta trama, totalmente insustancial.
Daenerys Targaryen exige a Qarth una flota de barcos con la que devolver el trono a su linaje |
Todo lo contrario que los segmentos dedicados a Arya (como no) y Jon Snow. La joven de los Stark sigue haciendo suya la segunda temporada en su paso por Harrenhal. Ayuda sobremanera la presencia de Tywin Lannister (un estupendo Charles Dance) y del carismático Jaqen H’ghar (Tom Wlaschiha). Tensión y perfecta ambientación reflejadas en las potentes escenas de la visita del ladino Petyr Baelish al señor de los Lannister y la posterior segunda elección de Arya ante el hábil y extravagante guerrero. Un momento de desasosiego que descarga en un acertado toque de humor. Algo de lo que carece la expedición más allá del muro encabezada por Jon Snow. Allí conoceremos un nuevo carácter: la salvaje Ygritte (Rose Leslie). Aventuras y misterio protagonizada por el siempre ingenuo bastardo Stark. Como ocurre con el caso de Arya, Snow es uno de los elementos más atractivos de esta segunda temporada. Se intuye que lo mejor de esta subtrama está por llegar. Ygritte supondrá una experiencia de fuego para el honrado y honorable lobo.
Mientras en Desembarco del Rey, el pueblo, azotado por la hambruna, se levanta contra su rey, Joffrey Baratheon. Algo que predijo la Mano del Rey y que supondrá otro quebradero de cabeza más para la Casa Lannister. Lo mejor de ese grupo de escenas vendrá de la (anti) heroica figura de Sandor Clegane (Rory McCann), The dog, y la vis dramática de Tyrion Lannister. Se echa en falta la presencia en esta parte del nuevo capitán del guardia, Bronn.
Ygritte (Rose Leslie) supondrá más de un quebradero de cabeza para el joven Jon Snow |
The Old Gods and the New, supone un excelente sexto capítulo, entretenido y con profundidad en la mayoría de su tramas. Independientemente de la nombrada separación con la novela, los guionistas deberán plantearse cambios drásticos en la parte Targaryen para devolver a Juego de tronos al sobresaliente nivel de su primera temporada.
VALORACIÓN: 88/100 CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO