Matthew McConaughey lidera una de las pequeñas sorpresas del certamen, Mud de Jeff Nichols |
Concluyen las proyecciones de la sección oficial de Cannes con esta undécima jornada. Con ella finaliza una irregular y decepcionante 65ª edición, parca en títulos importantes y fallidos retornos de autores de alto prestigio en el continente. Un Cannes sin pena ni gloria que tan solo deja una obra maestra (Amour de Michael Haneke) y pequeñas perlas a visitar como In Another Country (Hong Sang-soo), Vous n'avez encore rien vu (Alain Resnais), Holy Motors (Leos Carax), o la cinta presentada hoy, Mud (Jeff Nichols). Lo demás, estilemas de autor cuyo visionado significará una ruleta rusa, como es el caso de Like Someone in Love (Abbas Kiarostami), Beyond the Hills (Christian Mungiu) o Rust & Bone (Jacques Audiard). Ni siquiera el cine americano, triunfador en la pasada edición, ha tenido el papel esperado. Desencanto tras desencanto que debe invitar a la reflexión a la organización. Aún más con el añadido de que Venecia este año pudiera contar con Terrence Malick, Paul Thomas Anderson, Quentin Tarantino, e incluso, Nicolas Winding Refn.
Ahora, tiempo de deliberación, hipótesis y quinielas. En una entrega tan igualada como esta y viendo la presidencia del jurado (Nanni Moretti), todo puede pasar. Sin una favorita clara parece que la delantera la lleva la nombrada Amour (Love) de Michael Haneke. Es la cinta que más elogios ha despertado y la mimada por la crítica. En un escalón más abajo en la lucha por la Palma de Oro parecen encontrarse las creaciones de Carax, Resnais, Kiarostami y Mungiu. Entre estos nombres debería estar, también, el ganador del entorchado a mejor director. En las categorías interpretativas idéntica confusión. Entre las féminas suenan Marion Cotillard (Rust & Bone) y Emmanuelle Riva (Amour); en los hombres Jean-Louis Trintignant (Amour), Mads Mikkelsen (Jagten), Matthias Schonaerts (Rust & Bone) y Aniello Arena (Reality). El resto de categorías tienen una resolución aún más complicada. Todo abierto a cualquier resultado, es un festival europeo, es Cannes, no lo olviden.
Cábalas y elucubraciones dominicales que tienen como previa esta undécima jornada donde se presentaron las dos últimas películas a concurso: Mud de Jeff Nichols y The Taste of Money de Im Sang-soo. Dos filmes que ya no podían revertir la situación pero si dejar un buen sabor de boca. ¿Lo consiguieron? Comenzamos el repaso al último día en el festival de festivales.
El equipo de Mud posa ante los fotógrafos en su desembarco en La Croisette |
SECCIÓN OFICIAL A COMPETICIÓN
MUD (Jeff Nichols, Estados Unidos, 2012)
Buenas sensaciones ha dejado la tercera película de Jeff Nichols, Mud. Si el año pasado el joven cineasta americano salió triunfador en La Semana de la Crítica con Take Shelter, esta edición ha dejado su impronta con un filme lleno de encanto y que evoca los clásicos literarios juveniles de la ficción anglosajona. La historia de un fugitivo ayudado por unos niños ha despertado la admiración de la crítica y el público. Con ecos de Mark Twain y recordando a la excelente Un mundo perfecto (A Perfect World, Clint Eastwood, 1993), este thriller de aventuras evoca los sueños infantiles al estilo de Tom Sawyer. Bien interpretada y realizada de manera minimalista y elegante, algunos círculos – minoritarios – de la prensa la han considerado como la gran rival de Amour en el certamen francés. Será complicado que lo logre. Lo que si queda claro es que es la mejor producción estadounidense de Cannes 2012.
Mud es la confirmación del gran año de Matthew McConaughey que ha dado un salto cualitativo en su filmografía. Su interpretación ha sido muy valorada al igual que las actuaciones de sus jóvenes aliados caracterizados por Tye Sheridan y Jacob Lofland. Para su director Jeff Nichols, Mud es una historia de amor bajo la tierna mirada de un niño. “Hay una línea roja que cruza esta película, el amor romántico, el amor no correspondido. Con el amor sufrimos, hay dolor, pero sin lamentos”. Las citadas referencias a la obra de Twain las reconoció el propio director en la rueda de prensa: “Debo mucho a Mark Twain y a Huckleberry Finn. Si vas a robar a alguien hay que hacerlo a gente inteligente", afirmaba Nichols. Bellos parajes del sur americano, una fotografía excelente y una historia que atrapa. Las comparaciones con John Ford y Terrence Malick están, ya, sobre la mesa.
Una historia de infancia y amistad bajo el foco de Jeff Nichols, el prometedor director de Arkansas |
“Historia de ensoñación adolescente al borde del Mississipi, narrada con cercanía y pasión.” Enrique Rodríguez Marchante (Diario ABC).
“Amplia, fértil y deslumbrante. Toda la película no es más que una bella invitación a medir la profundidad de un río. Hablamos, obviamente, del río de la vida.” Luis Martínez (El Mundo).
“Un sobresaliente filme que retrata con realismo y ternura el profundo sur estadounidense y en el que destaca el magnífico trabajo de los actores, en especial Matthew McConaughey.” Agencia Efe.
"Una curiosa propuesta que bascula entre el thriller y el despertar juvenil a la vida. (...) una encantadora fábula mezclada con la realidad más cruda". Salvador Llopart (La Vanguardia).
"Nichols describe admirablemente la fascinación de estos chavales hacia el peligro desconocido, esos caminos iniciáticos en los que la confusión va acompañada de valentia, en los que los desengaños y las ilusiones se viven con intensidad en sus luces y en sus sombras. Su cámara se mueve con la sencilla complejidad de los clásicos, los actores, jóvenes y viejos, transmiten matices y autenticidad, todo respira en esta preciosa película." Carlos Boyero (El País).
"Nichols describe admirablemente la fascinación de estos chavales hacia el peligro desconocido, esos caminos iniciáticos en los que la confusión va acompañada de valentia, en los que los desengaños y las ilusiones se viven con intensidad en sus luces y en sus sombras. Su cámara se mueve con la sencilla complejidad de los clásicos, los actores, jóvenes y viejos, transmiten matices y autenticidad, todo respira en esta preciosa película." Carlos Boyero (El País).
“Jeff Nichols retorna con una magnética y atractiva cinta elevada por dos (en referencia a sus jóvenes protagonistas) brillantes interpretaciones”. Peter Bradshaw (The Guardian).
“Imperfecta pero que demuestra la capacidad de un Nichols para crear entretenimiento con inteligencia y mensaje”. Dan Mecca (The Film Stage).
THE TASTE OF MONEY (Do-nui mat, Im Sang-soo, Corea del Sur, 2012)
Mucha mayor indiferencia ha causado The Taste of Money, un thriller que fusiona drama, erotismo y comedia. La segunda participación de Im Sang-soo en Cannes, tras The Housemaid (2010), parte de una buena premisa que se va emborronando a medida que avanza el metraje. Un juego de poder empresarial y venganza dotado de un estilado envoltorio visual pero que resulta demasiado vacía e irrelevante. La acogida ha sido tibia y ha causado cierta división (la tónica del evento). Para la crítica más positiva The Taste of Money es un retrato original sobre la corrupción y la descomposición humana en las altas esferas. Los peores comentarios, en cambio, la retratan como un conjunto de clichés. La prensa coincide que pese a su poso ligero es una película interesante.
Kim Hyo-jim es el oscuro objeto de deseo en The Taste of Money, la vuelta del interesante director coreano Im Sang-soo |
“Tan profundo como un cómic impreso en papel brillante, el último retrato de Im Sang-soo de la lujuria y la corrupción es un juego de poder en los niveles más altos de la sociedad de Corea. Tiene todo el estilo y el brillo de sus obras anteriores, fotografía gloriosa, acción trepidante y buenas interpretaciones. También es una conjunción de estereotipos que la hacen vana y olvidable”. Dan Fainaru (Screen Daily).
"Es una tontería supuestamente crítica sobre una familia de la oligarquía coreana cuyos miembros pasan la existencia haciéndose putadas para lograr el poder. Es como Dallas, Dinastía, o esos infames culebrones sudamericanos de la sobremesa pero en asiático y con pretensiones artísticas." Carlos Boyero (El País).
"Es una tontería supuestamente crítica sobre una familia de la oligarquía coreana cuyos miembros pasan la existencia haciéndose putadas para lograr el poder. Es como Dallas, Dinastía, o esos infames culebrones sudamericanos de la sobremesa pero en asiático y con pretensiones artísticas." Carlos Boyero (El País).
“Visión tragicómica del poder y de la riqueza desmesurada vista en una familia coreana, donde la corrupción, los bajos instintos y un clima de telenovela disparatada convertían la pantalla en una especie de cesta de frutas exóticas y vistosas que se iban pudriendo a la vista.” Enrique Rodríguez Marchante (Diario ABC).
Con este thriller erótico coreano ponemos punto y final a los repasos de las proyecciones oficiales de Cannes 2012. Mañana el palmarés completo (el fallo llegará sobre las ocho de la tarde). Un listado que tendrá nombre español con la película Aquí y allá de Antonio Méndez Esparza, ganador del máximo premio en La Semana de la Crítica y chileno con Pablo Larraín (No), triunfador en La Quincena de los Realizadores. ¿Nuestras apuestas? Es complicado acertar en este Cannes por lo que expresamos nuestro deseo: que Amour de Michael Haneke logre la Palma de Oro. Sería su segunda consecutiva. ¿Lo logrará? Mañana por la tarde lo sabremos y se lo contaremos en El antepenúltimo mohicano.