The Devil Inside, nueva muestra de falso documental dirigido por William Brent Bell |
EXORCISMO A LAS NEURONAS
Hace unos días hablamos de la frescura de Chronicle (Josh Trank, 2012), un falso documental que revitalizaba este nuevo género –mockumentary– donde la protagonista es la cámara digital en mano. Con el mismo formato y repitiendo la fórmula de Paranormal Activity llega a nuestras pantallas Devil Inside (título que traducido sería Un demonio en el interior), un producto repetitivo y monocorde que, a diferencia de Chronicle, no aporta nada más que algún sobresalto y mucho aburrimiento.
Un equipo de investigación busca la verdad a partir de tres asesinatos producidos tras un exorcismo en Italia. Unas pesquisas que descubrirán una serie de posesiones que serán tratadas de manera clandestina.
Un equipo de investigación busca la verdad a partir de tres asesinatos producidos tras un exorcismo en Italia. Unas pesquisas que descubrirán una serie de posesiones que serán tratadas de manera clandestina.
Fernanda Andrade protagoniza The Devil Inside |
Es innegable el interés que genera este tipo de historias. Largometrajes como El exorcista (William Friedkin, 1973) y, en menor medida, las recientes El exorcismo de Emily Rose (Scott Derrickson, 2005) y El último exorcismo (Daniel Stamm, 2010) han significado un enorme impacto mediático por el carácter (relativamente) verídico que suponen estos episodios.
Devil Inside (William Brent Bell, 2012) intenta captar la esencia de las cintas nombradas anteriormente sin éxito. Tanto la ejecución como los intérpretes no resultan creíbles en ningún instante. El filme es un sucesión de momentos terroríficos aislados que solo impresionarán a los miembros de la platea más despistados. El suspense inicial se va convirtiendo en una nube de tópicos que termina degenerando en un patético epílogo. Una película de videoclub con mucha trampa y demasiado cartón.
Devil Inside (William Brent Bell, 2012) intenta captar la esencia de las cintas nombradas anteriormente sin éxito. Tanto la ejecución como los intérpretes no resultan creíbles en ningún instante. El filme es un sucesión de momentos terroríficos aislados que solo impresionarán a los miembros de la platea más despistados. El suspense inicial se va convirtiendo en una nube de tópicos que termina degenerando en un patético epílogo. Una película de videoclub con mucha trampa y demasiado cartón.
Puntuación: -D
Publicado el domingo 18 de Marzo de 2012.
Por Emilio Luna.
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Críticas para el El Periódico Extremadura.
El antepenúltimo mohicano